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“Silicon Valley no es un lugar, es una mentalidad”: la historia de Wilder Zapata, visionario emprendedor en la industria fitness
El joven empresario cree firmemente que su papel en el mundo “es mostrar desde el ejemplo que es posible lo imposible”.
La semana pasada, Bogotá recibió uno de los eventos más esperados en el ámbito del emprendimiento: la quinta edición de StartCo, la subasta de startups en vivo más importante de América Latina. Entre los destacados panelistas que compartieron su experiencia y visión se encuentra Wilder Zapata, un titán en el mundo del emprendimiento y la innovación.
Con una trayectoria que fusiona audacia, visión y determinación, Zapata es un ejemplo viviente de la mentalidad emprendedora. Desde sus humildes inicios, vendiendo en una carretilla junto a su padre a los 7 años, hasta su ascenso como líder empresarial a nivel internacional, el joven empresario ha demostrado que el éxito es una combinación de pasión, perseverancia y una mentalidad abierta al aprendizaje continuo.
Como emprendedor multifacético, ha incursionado en diversos campos, desde el deporte de alto rendimiento hasta el mundo del entretenimiento y la tecnología. Ganador del reality show “El Desafío Marruecos 2014″, estudió Gestión del Conflicto y Recursos Humanos en España, y fundó la exitosa cadena de gimnasios Action Fitness, que luego evolucionó hacia franquicias de Smartfit en Colombia, consolidándose como CEO de las mismas.
Sin embargo, su verdadero hito llegó con la creación de Action Black, un innovador modelo de entretenimiento que fusiona tecnología, neurociencia, deporte y turismo, revolucionando la forma en que se concibe el ejercicio y el estilo de vida en todo el mundo. Con sedes en ciudades como Nueva York, Miami, Madrid, Ciudad de México, Dubái y Beijing, Action Black se ha convertido en un referente global, desafiando los paradigmas de la industria y redefiniendo el concepto de gimnasio.
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En entrevista con SEMANA durante StartCo, compartió su experiencia y conocimiento en el mundo del emprendimiento, además de su visión sobre cómo superar desafíos empresariales y alcanzar el éxito en un mercado cada vez más competitivo.
Usted es emprendedor, deportista de alto rendimiento, ganó el reality El Desafío, es comunicador, estudió becado en España gestión de conflictos y recursos humanos. Es un perfil multitasking, ¿pero cómo se define?
Wilder Zapata: Un apasionado por el emprendimiento, por la vida y por los retos, creo que esa es mi mayor definición más que cualquier otra cosa. Como emprendedor.
No me gusta definirme como muy exitoso. Esa palabra, éxito... creo que hay que respetar cada una de esas etapas de forma humilde y aprender siempre. Uno no sabe, todo el tiempo van aprendiendo las personas, el maestro aparece cuando el alumno está preparado, entonces hay que permanecer humilde, siempre en un estado continuo de crecimiento, de aprendizaje, intentar las veces que sea necesario.
Creo que esos resultados son un tema de causa y de efecto, si vos te mantienes siempre aprendiendo de forma consistente, desaprendes también, que es muy importante.
Muchas veces creemos que lo que sabemos hoy es la panacea, pero también es importante desaprender, es 50% aprendizaje y 50% desaprendizaje, de forma consistente, generar un tema de causa y efecto en nuestras vidas. Y los resultados son lo que hoy mucha gente ve como éxito, pero yo creo que simplemente son escalones para el siguiente nivel.
Hábleme de su manera de trabajar con su equipo, ¿cómo maneja los desafíos al interior para fomentar el crecimiento y la actualización constante?
Wilder Zapata: Primero, creo en ellos más que en lo que ellos creen en sí mismos. Creo que todas las personas son extraordinarias y todos tienen un potencial gigante y simplemente necesitan otra persona que crea en ellos, porque el ser humano necesita justamente eso, necesita que alguien más crea en ellos.
Cuando yo les demuestro que es posible, desde el ejemplo también, ellos se la creen y es un tema de, como mencionaba, causa y efecto. Entonces trabajamos en equipo, desde el ejemplo y también desde la creencia en ellos mismos y en estar reflejados en los otros, de forma mancomunada en equipo generan su mejor versión.
Y alguien se vuelve de repente una persona triple A y de repente el entorno se vuelve triple A y el equipo va escalando. La compañía es simplemente la consecuencia de las personas.
Entonces, es un tema de trabajo en equipo, de consistencia, mantenerse humilde de forma continua, aprender y desaprender, y hacer las cosas con amor y con pasión.
Yo creo que todos, sin excepción, todos en el equipo nos levantamos soñando con Action, nos acostamos soñando con Action, desayunamos, almorzamos y comemos. Y como consecuencia tenemos esos resultados que creemos que son buenos, pero también permaneciendo sensatos y viendo cómo más podemos mejorar.
Hablemos de su trayectoria empresarial. Empezó con Action Fitness y ahora dirige este proyecto, Action Black. ¿Qué representa esa evolución en su trayectoria y cómo eso lo puede usar para enseñar a otros, especialmente quienes van iniciando sus negocios?
Wilder Zapata: Mi vida como emprendedor empieza con mi papá a los 7 años de edad, vendiendo en carretilla y entendiendo que había que salir a buscar la comida. Y creo que compartir ese tiempo de calidad con mi papá, más que verlo como un vendedor ambulante y demás, era un ejemplo y también disfruté con él, viví el proceso, respeté el proceso y como consecuencia de esto me permitió cogerle amor al trabajo y también al hecho de emprender, a levantarme todos los días con un objetivo.
El simple hecho de estudiar también fue un emprendimiento porque fui la primera persona que estudió una carrera profesional por parte de papá y mamá. Nunca en mi familia hubo antes un profesional, yo fui la primera persona profesional en el circo familiar y era una obligación para mí. Yo me tracé el objetivo de ser un profesional, levantarme todos los días, compartir entre trabajos el fin de semana, como mesero o como bodeguero en almacenes de cadena, estudiar, mantener un buen promedio para poder tener becado, para no perder un semestre que era muy caro.
Eso me obligó a estar en un estado continuo de amor al emprendimiento y al trabajo, y posteriormente, tras haber ganado el reality show, decidí apostar “all in”, todo por el todo, cambiar la vida de las personas a través de algo que yo amaba que era el deporte, eso fue hace 10 años y creamos la primera cadena low cost de Colombia.
Action Fitness tuvo un gran éxito y, posteriormente, nos aliamos con Smartfit para operar las franquicias de ellos en Colombia, que es la tercera cadena más grande del mundo.
Luego creé Action Black de la mano de otros socios y emprendedores que me acompañaron durante todo esos primeros 10 años, muchos de ellos ni siquiera necesitaban poner equity, simplemente su amor, pasión y compromiso. Llamé a cinco de ellos simplemente porque durante 10 años estuvieron de la mano de nosotros comiéndose las verdes y creamos Action Black, un producto que en 2 años y medio rompió esquemas a nivel mundial.
La gente piensa que Silicon Valley es un lugar y no, es una mentalidad, y Action Black es un producto que está rompiendo paradigmas no solamente en la industria deportiva sino en el hospitality, en el entretenimiento.
Yo y la empresa ya tenemos una red global en Estados Unidos, en México, en Colombia, en España, en Portugal, en China, en Emiratos Árabes, y nuestra apuesta al próximo año es llegar a todos los continentes y cambiar las formas de hacer esta industria.
Nosotros creamos una categoría porque no somos un gimnasio, incluso nuestro eslogan es “We are not a fucking gym”, porque tenemos una marca fresca y disruptiva, y no queremos que nos confundan con eso, decidimos hacer una cosa distinta. Decidimos cambiar las reglas del juego y lo estamos haciendo porque los resultados lo están mostrando.
Hablando de esa expansión de su marca, ¿qué estrategias emplea para garantizar que la identidad se mantenga constante en diferentes contextos culturales? Hablamos de sedes en Dubái, México, Bogotá, luego Estados Unidos, ¿cómo les va con eso?
Wilder Zapata: Ese es el mayor reto. El mayor reto de la compañía en este momento es mantener la cultura, porque es fácil para mí estar con mi equipo de trabajo y directamente mostrarles, desde el ejemplo y que ellos vean, la madrugada, la oficina, la lectura, el entrenamiento, pero es difícil transmitir esa cultura, es el mayor reto de la empresa hoy.
Por eso no me bajo casi de un avión hoy en día, porque la idea es llevar esa cultura a donde nos estamos expandiendo. También hay muchos colaboradores que nunca han salido del país, estos son los que ya tienen el ADN impregnado por los años que llevan con nosotros. Están saliendo a comerse el mundo también.
Es algo muy bonito porque había gente que nunca se había montado en un avión y en este momento ya están viajando para abrir mercado en México, otros a España, a Portugal, a Emiratos.
También estamos transformando la vida de nuestros colaboradores, llevándolos a un crecimiento profesional y personal, mientras también transmitimos la cultura a la compañía, que es el mayor reto.
Hoy lo estamos haciendo y está siendo alcanzable, sabemos que es el mayor reto el día de mañana, estamos creando mecanismos con tecnología, con neurociencia, con capacitaciones, seminarios continuos para hacer que la cultura permanezca. Quiero seguir enseñando desde el ejemplo, desde el estudio y el entrenamiento, desde levantarse temprano, acostarse tarde, permanecer humilde. Creo que mi papel en este momento, más que cualquier otra cosa, es mostrar desde el ejemplo que es posible lo imposible.