SALUD AUDITIVA
Tecnología: estas son las innovaciones para mejorar la salud auditiva
Detectar un problema de audición no es fácil. Generalmente, es una condición progresiva que en algunos casos puede tardar años en hacerse evidente. La Organización Mundial de la Salud calcula que, en menos de 30 años, una de cada diez personas sufrirá de los oídos. Controles anuales y atender los signos de alarma son claves para revertir esta tendencia.
El 50 por ciento de las pérdidas auditivas suceden sin un motivo aparente. Aunque existen ciertos factores que pueden generar predisposición, como problemas en la etapa de gestación, exposición constante a niveles de ruido altos o la misma vejez, los especialistas coinciden en que lo mejor es realizarse un chequeo anual y estar atento a las señales de alerta.
La Organización Mundial de la Salud calcula que más de 430 millones de personas sufren de una pérdida de audición discapacitante y requieren rehabilitación. Saida Carmona, directora técnico-científica de Audiocom, advierte que por eso es tan importante tratar el problema a tiempo. Uno de los síntomas más notorios, explica, es la dificultad para escuchar o entender algo cuando hay ruido de fondo, subirles el volumen a los aparatos electrónicos o escuchar pitidos en uno o ambos oídos. Sin embargo, señala que la pérdida auditiva es progresiva y puede demorar varios años en hacerse más evidente, por lo que recomienda revisar la salud auditiva por lo menos una vez al año. “Cualquier persona se puede acercar a un especialista audiólogo particular sin necesidad de una remisión de medicina general”, precisa.
Productos a la medida
Existen diferentes tipos de exámenes de acuerdo con la historia clínica de cada paciente. Por medio de una audiometría clínica, por ejemplo, es posible analizar cómo una persona responde a diferentes tipos de sonidos y frecuencias. “Según los resultados, podemos recomendar una logoaudiometría, en la que se determina qué tanto entiende el paciente de lo que escucha. No es lo mismo escuchar que entender”, explica Carmona.
Conforme a los resultados, se define el tratamiento más adecuado, pues no todas las pérdidas auditivas necesitan de audífonos, ya que pueden ser reversibles o manejarse con otro tipo de tratamientos. Carmona asegura que, en caso de que se requiera el apoyo de un audífono, en el mercado existen productos con tecnología, ergonomía y diseño para garantizar que la calidad de vida de los pacientes mejore. “Las personas pueden encontrar una gran diversidad de modelos, colores, formas de uso y precios, que se adaptan a cada necesidad”, concluye la especialista.
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La primera clínica especializada en salud auditiva pediátrica
En sus dos décadas de funcionamiento en Colombia, Audiocom hoy ya cuenta con 24 sedes en 19 ciudades de todo el país, y quiere continuar consolidando su presencia. “Hoy más que nunca seguimos buscando ser el ‘tren bala’ de la audiología en Colombia. A razón de esto, estamos anunciando la apertura de nuestra primera sede pediátrica y el traslado de nuestra sede principal de Bogotá a un nuevo edificio”, afirma Diego Portilla, presidente de la compañía.
La sede pediátrica abrirá sus puertas el 18 de marzo y está certificada por Phonak, líder mundial en audiología para esta población. Con esta sede, ubicada al norte de Bogotá, Audiocom espera atender alrededor de 6.000 niños entre los 0 y 14 años, anualmente.
Como atender a un niño no es igual que un adulto, esta sede pediátrica será un espacio de atención personalizada, con equipos e infraestructura ajustada a los niños y sus necesidades. Permitirá generar diagnósticos oportunos, tratamientos, y soluciones de rehabilitación para un desarrollo integral y un reintegro total a la sociedad y al entorno escolar de quienes así lo requieran.
Algunas causas de pérdidas auditivas:
- Mala nutrición materna durante la gestación.
- Factores genéticos.
- Bajo peso al nacer.
- Hipoxia en el parto.
- Golpes y/o infecciones durante el embarazo.
- Consumo de ciertos medicamentos durante el embarazo.
- Exposición al ruido desde la adolescencia.
Signos de alarma en los niños:
- Dificultad en el gageo o las primeras vocalizaciones.
- Dificultad para pronunciar las primeras palabras o frases en los tiempos estimados de aprendizaje.
- Aparente desatención en la casa o en el colegio.