Salud
Trastornos del sueño: muchos los padecen, pero pocos los reconocen
La pandemia ha aumentado los trastornos del sueño en los colombianos. Dormir bien es indispensable para mantener una vida sana, duradera y feliz.
El insomnio y los trastornos del sueño afectan al 19 por ciento de los colombianos, principalmente a las personas mayores de 55 años y a jóvenes y adultos que tienen malos hábitos para dormir, lo que se conoce como mala higiene del sueño.
Según Leonardo Bello, neurólogo y especialista en sueño, “si sumamos el tiempo que dormimos a lo largo de la vida, confirmamos que las personas pasan en promedio 25 años de la vida durmiendo. Es por esto que el buen sueño es sinónimo de mejor salud y de alargar la vida”.
Juan López es uno de los pacientes que constantemente llega al consultorio del doctor Bello. Juan tiene 40 años, trabaja como representante de ventas y es uno de los millones de colombianos que labora desde casa, acatando las medidas de contención de la pandemia. Debido a esto, Juan se ha visto envuelto en largas jornadas laborales que implican altos niveles de estrés y casi ningún descanso durante el día.
Para Juan, la dificultad de conciliar el sueño en las noches se ha vuelto recurrente en los últimos meses. Suele tardar entre 1 a 3 horas para quedarse dormido. Además, se despierta con frecuencia a lo largo de la noche, generando una mala calidad de sueño, lo que en la mañana le hace levantarse cansado, de mal humor, con su concentración disminuida y una reducción de la eficiencia en sus capacidades y habilidades laborales.
Lo más leído
Juan hace parte del 19 por ciento de la población colombiana que actualmente presenta problemas para conciliar el sueño y mantenerse dormido. Estos síntomas son propios del insomnio, uno de los trastornos del sueño más comunes en el mundo, se estima que al menos el 30 por ciento de la población mundial lo padece.
Entre los principales factores que desencadenan los trastornos del sueño, debido a la pandemia del COVID-19, están: el estrés, los problemas económicos, el poco contacto social, el cambio de hábitos, la disminución en la exposición a la luz y la ansiedad por el riesgo al contagio.
El caso de Juan se ha vuelto una constante de los pacientes que recibe el doctor Bello. Sin embargo, los trastornos del sueño no son nuevos, han acompañado a la humanidad desde hace siglos y la ciencia ha tratado de encontrar respuestas a estas afecciones.
Según Bello, la mayoría de los pacientes que presentan dificultades para dormir no asisten a médicos especialistas en sueño, por lo que son tratados, innecesariamente, con hipnóticos - sedantes y otros inductores de sueño que pueden crear dependencia y tener efectos secundarios como somnolencia durante el día, confusión, inestabilidad al caminar, habla incomprensible, incapacidad para concentrarse, mareos y problemas de memoria.
“Los pacientes necesitan recuperar su sueño natural, y para esto el medicamento indicado es la melatonina, conocida como la hormona del sueño. Específicamente la melatonina de 2 mg de liberación prolongada ha probado científicamente su efectividad en el tratamiento de los trastornos de sueño en mayores de 55 años, de hecho, se recomienda su uso bajo prescripción médica, durante mínimo 3 meses de tratamiento. Este medicamento es seguro –siempre debe usarse bajo vigilancia médica y no genera dependencia- imita la forma en que el cuerpo regula el sueño, lo que le permite al paciente recuperar la arquitectura natural del sueño, tener sueños de calidad y días activos, que darán como resultado una mejoría en la calidad de vida de los pacientes”, afirma Bello
En el Reino Unido, todas las formas de melatonina son medicamentos de venta con receta y solo están disponibles en una farmacia cuando han sido recetadas por un médico. La melatonina de 2 mg de liberación prolongada es la única aprobada como medicamento, las otras preparaciones de melatonina (como tabletas de melatonina en diferentes concentraciones o cápsulas de melatonina) se clasifican como medicamentos “sin licencia” en el Reino Unido.
El 80 por ciento de los pacientes tratados con este medicamento mejoran su calidad del sueño, el restante 20 por ciento son pacientes que tienen otras afecciones médicas o psiquiátricas que deben acompañar su tratamiento con otros fármacos para lograr la efectividad a la hora de dormir.
Tener un sueño de calidad ayuda a la funcionalidad matutina. En el caso de los pacientes menores de 55 años, los trastornos del sueño se presentan por la mala higiene del sueño.
El doctor Bello, especialista en sueño, elaboró un decálogo sobre qué hacer en las dos horas previas a acostarse para tener una correcta higiene del sueño:
1. Bajar la exposición a pantallas como computadores, televisores, tabletas o teléfonos inteligentes. Aunque entretenerse es fundamental, lo recomendable es evitar maratones hasta tarde de películas o series. Las pantallas LED de los dispositivos electrónicos generan una luz que el cerebro asimila como si fuera el sol, retardando la secreción de la melatonina que es la hormona que genera la necesidad de ir a dormir.
2. Evitar resolver problemas antes de acostarse. Al estar atentos al trabajo o a los estudios, en altas horas de la noche, las personas pueden recibir mensajes que aumentan los niveles de ansiedad e incertidumbre, lo que les dificulta el sueño. En ese sentido, se recomienda contestar mails o mensajes complicados durante la mañana.
3. Evitar discusiones. En periodos como la cuarentena pueden aparecer problemas familiares y de convivencia. Se recomienda no discutir en horas de la noche, porque esto eleva el estrés al acostarse. Pelear o discutir de noche aumenta la posibilidad de dormir mal.
4. Realizar actividades de relajación antes de dormir. Es fundamental tomarse el tiempo necesario para relajarse antes de irse a la cama. El especialista recomienda realizar actividades como leer, escuchar música, practicar yoga, meditación y ejercicios respiratorios antes de dormir.
5. Evitar condimentos: La alimentación es un aspecto relevante para el buen dormir. Se recomienda mantener una dieta saludable, evitar alimentos ricos en grasas o muy condimentados, pues ralentizan la digestión y esto influye negativamente en la conciliación del sueño. La cena debe ser al menos 2 horas antes de ir a dormir.
6. Hacer de la cama un espacio sagrado. La cama solo debe ser utilizada para la actividad sexual y para dormir, no es recomendable tener televisores en la habitación, ni acostarse en la cama a ver televisión. El buen uso de ese espacio habitúa al cerebro a entender que: al estar en la cama debe descansar.
7. El ejercicio debe hacerse por lo menos cinco horas antes de dormir. Lo ideal es que el ejercicio se realice en jornadas matutinas. De no ser posible evitar poner el cuerpo en estados de adrenalina y exaltación por lo menos en las cinco horas anteriores al sueño.
8. Hacer del sueño un ritual. Concentrar los esfuerzos y la conciencia en que llegó la hora de dormir. Cepillarse los dientes, ponerse una pijama, meditar, orar, relajarse y hacer otras actividades relacionadas pueden acompañar la rutina previa al sueño. Es sano construir una rutina previa al sueño para prepararse para un buen dormir.
9. Siempre a la misma hora. Así como hay una hora para las comidas, debe haber un horario para dormir. Las ocho horas son la media, pero las personas pueden dormir entre 5 y 8 horas de calidad para tener un descanso saludable. Para ello es indispensable irse a la cama a la misma hora y despertarse todos los días en el mismo horario.
10. Ser conscientes de que el buen dormir es calidad de vida. Dormir bien es tan importante como mantener una buena alimentación, hacer ejercicio, consumir agua y mantener horarios establecidos para las actividades cotidianas. Incide directamente en la buena salud y en la calidad de vida.
Estos consejos, junto con no tomar café ni bebidas a base de cola después de las 5:00 de la tarde, evitar el alcohol de noche, hacer actividad física y exponerse al sol y al aire fresco en la mañana -ya sea en la calle, por la ventana o por un balcón- son vitales para lograr una correcta higiene del sueño y dormir de forma saludable.
ESTE CONTENIDO SE ELABORÓ CON APOYO DE TELE SALUD AL DÍA.