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“Una empresa reacciona como un ser vivo con emociones”

Para el médico e innovador colombiano Alejandro Jadad, la vida de las compañías funciona como la de las personas, por lo que su éxito depende de reconocer y fortalecer las emociones que quieren sentir, proteger y proyectarle al mundo.

5 de julio de 2017
| Foto: comercial

Desde muy temprana edad, Alejandro Jadad supo que lo que más satisfacción le da es enfrentar lo desconocido. Fue esta pasión lo que lo convirtió en un compañero y aliado ideal para personas y organizaciones cuando deben tomar decisiones con altos niveles de incertidumbre, y aún más, cuando está en juego su supervivencia.

Luego de graduarse en medicina y obtener una especialización en anestesiología en la Universidad Javeriana, motivado por su fascinación con el misterio, hizo un doctorado en filosofía enfocado en la síntesis del conocimiento y tratamiento del dolor, en la Universidad de Oxford.

Como fundador y director del Centre for Global eHealth Innovation, de la Universidad de Toronto en Canadá, el doctor Jadad ha revolucionado la teoría médica con sus conceptos, al punto de que fue catalogado por la revista Time como uno de los genios capaces de transformar el planeta.

Uno de los conceptos más recientes lo presentó hace poco, durante una visita a Colombia, cuando el colombiano aseguró que es esencial para las empresas comprender que también tienen sentimientos y que ellos son clave para su éxito.

Semana.com: ¿Desde cuándo las empresas son consideradas como seres vivientes?

Alejandro Jadad: Desde la época de los romanos las corporaciones se han considerado como ‘entes’ que tienen vida y que funcionan como un cuerpo. De hecho, la palabra corporación viene del latín corpus, que significa ‘cuerpo’. Los romanos comprendieron que las corporaciones funcionan como seres vivos. Desde entonces en casi todas las sociedades les hemos dado derechos como “personas no humanas”, por lo que pueden tener propiedades, hacer contratos, recibir y dar regalos. Lo que pocas veces tenemos en cuenta es que, como cualquier otro ser vivo complejo, las empresas también se conciben, se gestan y nacen.

Semana.com: Que sean seres vivos no quiere decir que tengan emociones…

AJ: Las emociones están presentes en todas las fases de la vida de la empresa, aun antes de su nacimiento. Por ejemplo, la mayoría de las personas han tenido una idea de crear empresa o corporación para independizarse. Esto es equivalente a la concepción de un ser vivo, lo cual es usualmente muy placentero. Sin embargo, la mayoría de estas ideas nunca pasan de allí; se mueren antes de nacer. Esto es equivalente a un aborto. En otras palabras, prácticamente todas las personas han tenido al menos una pérdida, y la han sufrido en silencio. No se sabe qué impacto tiene ello en nuestras propias vidas, o en las vidas de las organizaciones que han podido nacer y crecer.

Semana.com: ¿Cómo es la vida emocional de una corporación? 

AJ: Es muy rica y compleja, como la de las personas o las familias, durante todas las fases de sus vidas, desde antes de nacer hasta su muerte. La idea de un negocio casi siempre se concibe con placer y si la idea no prospera, se siente como un aborto: genera un dolor tremendo. La gestación es como un embarazo deseado, lleno de alegría y temor. Y así como el embarazo usualmente es emocionante y el parto es agotador pero lleno de satisfacción, así también sucede cuando nacen las corporaciones.

Semana.com: ¿Qué pasa de ahí en adelante, desde el punto de vista emocional?

AJ: Mucho. Luego de nacer, la mayoría de las empresas en el mundo, enfrentan grandes riesgos adicionales, los cuales siempre conllevan una carga emocional importante. En Colombia, por ejemplo, 80% a 90% de las empresas mueren en los primeros 3 años de vida. Esta pérdida tan grande, la cual ocasiona gran tristeza, como cuando se muere un hijo o una hija, se enfrenta usualmente en soledad, con gran vergüenza y poco apoyo. El riesgo continúa para las empresas que sobreviven la infancia. En nuestro país, la vida media de una empresa pequeña es de 12 años y para una grande 18. En otras palabras, muchas empresas mueren en su adolescencia. Esto requiere más atención y reconocer que hay muchas oportunidades para hacer visible estos riesgos y tanto dolor, para apoyarnos, para aliviarlos, y para celebrar y nutrir las emociones positivas, y por fin lograr que nuestra capacidad emprendedora pueda fortalecer, y así permitirle a nuestra especie, en general, que florezca.

Semana.com: ¿Qué emociones debe sentir y proyectar una empresa exitosa?

AJ: Primero debe reconocer cuál perfil emocional querría nutrir, sentir y proteger a toda costa. Esto requiere preguntarse cuál es la emoción colectiva que no es negociable. Una vez se identifique el componente o perfil emocional que se quiere sentir por encima de todo lo demás, la pregunta que surge es: ¿a través de qué acciones se puede hacer visible?

Semana.com: ¿Qué lo trae a Colombia en esta ocasión?

AJ: Vine precisamente a realizar este ejercicio del que hablo, para el aniversario de Coosalud. A través de la actividad ‘Nuestra vida emocional’, les pregunté a 40 de sus líderes sobre qué emoción les gustaría proteger a toda costa, si la empresa fuese un ser vivo. Y a través de qué conducta se haría eso visible. Como respuesta, hicieron visibles muchas cosas que eran invisibles. Sus respuestas reflejaron los elementos que han hecho a esta empresa un referente en el país. Coherentemente, las acciones que consideraron como innegociables para reflejar esto fueron, consistentemente: servir, proteger y cumplir innovando.

Semana.com: ¿Cuál fue la conclusión de ese ejercicio?

AJ: Coosalud ya ha sobrevivido muchas de las fases más peligrosas en la vida temprana de una empresa, pues cumplió 23 años. El reconocer la importancia de su vida emocional, de la calidad del entorno laboral para sus miembros, y de lo que debe hacerles sentir a sus afiliados y aliados, le permitirá continuar desarrollándose saludable y felizmente, y convertirse en un ejemplo para el país y el mundo.