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Una historia de expansión en medio de la pandemia
A pesar de pertenecer al sector gastronómico, uno de los más golpeados en la actualidad, Piccola Italia, un restaurante que nació hace más de 20 años en la ciudad de Montería, decidió poner en marcha su plan de expansión en plena pandemia. Esta es su historia de éxito y crecimiento.
La clásica pizza italiana, uno de los platos más conocidos y demandados del mundo, llegó a Montería en el año 1998, cuando dos italianos se instalaron en la ciudad caribeña para dar a conocer la receta tradicional de su país en este lado del Atlántico. Así nació Piccola Italia, un restaurante que conserva la herencia gastronómica de la verdadera pizza del sur de Europa.
Y así fue como, a partir de ese momento y gracias a esa pasión por mantenerse fieles a su tradición culinaria, este restaurante logró la aceptación por parte de los monterianos, alcanzando una alta demanda y convirtiéndose en la primera pizzería tradicional de la región.
Su éxito se ha mantenido en el tiempo porque ha podido garantizar que se conserve el característico sabor mediterráneo en sus platos. Esto lo ha logrado gracias a la calidad y al sabor tradicional de sus productos. “Todas las materias primas de nuestras preparaciones se trabajan en el mismo restaurante, con ingredientes frescos”, afirma Katia Rodríguez, gerente del grupo gastronómico.
Con el objetivo de asegurar siempre la experiencia y los sabores italianos, además decidieron montar su propia planta de producción de quesos, donde elaboran la receta tradicional de la mozzarella fresca para producir la burrata, el ovoline y el bocconcini, con leche ciento por ciento de búfala, lo que garantiza un aprovisionamiento continuo de calidad.
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Cabe destacar que las cualidades de estos productos son tales, que los quesos de búfala de Piccola Italia ya se pueden conseguir en los supermercados de la Costa Atlántica y, próximamente, en el resto del país.
Además, desde un principio importaron sus hornos con base de piedra, lo que les permitió asegurar el proceso ancestral y darle a la masa de la pizza la crocancia exacta de la típica receta italiana.
La fórmula del éxito de Piccola Italia
La pizzería más popular de Montería, perfecta para aquellos que tienen debilidad por la gastronomía italiana, cuenta actualmente con tres puntos en esa ciudad. No obstante, la empresa quiere dar a conocer su concepto tradicional italiano en otras partes del país.
Fue así como decidieron poner en marcha su plan de expansión en plena pandemia y, teniendo en cuenta el auge de los domicilios y del comercio electrónico, le apostaron a aterrizar en Bogotá, una ciudad reconocida como uno de los centros gastronómicos más importantes y diversos de Latinoamérica.
Su plan de crecimiento comenzó con el montaje de una cocina oculta en el Parque de la 93, una zona con una cobertura estratégica, ideal para atender domicilios propios y a través de la plataforma de Rappi; desde la calle 82 hasta la calle 116 y desde la carrera 5 hasta la autopista norte.
Así es como, a pesar del golpe que ha sufrido la industria de los restaurantes durante la pandemia, Piccola Italia se ha posicionado con su plato estrella: la tradicional pizza italiana, una comida que, a propósito, es uno de los productos más demandados en las plataformas de comercio electrónico del país. Según Katia Rodríguez, su éxito se debe a que los clientes de estas aplicaciones son esencialmente nativos digitales, que buscan probar opciones nuevas.
Como parte de su plan de expansión, su estrategia a mediano plazo, después de la acogida que ha logrado la pizzería a través de los domicilios, se basa en abrir próximamente un punto de venta con atención presencial en Bogotá, llegar a Barranquilla y al centro histórico de Cartagena.