Amazonas

La tasa de la discordia

A pesar de que no existe un consenso entre las entidades estatales y las entidades que velan por la conservación del Amazonas, la realidad es que desde el 2005 Colombia ha perdido miles de hectáreas en bosques por culpa de la deforestación y el panorama no parece mejorar.

14 de marzo de 2013
Durante la primera década del siglo XXI, se suprimieron cerca de 240.000 km2 de bosque en la región del Amazonas. | Foto: Archivo Semana

En la mesa de trabajo convocada por la alianza Amazonas 2030 para abarcar el tema de la deforestación en la región de la amazonia colombiana, la conclusión es que no se sabe realmente cuál es la tasa de deforestación, ya que tampoco es claro cuál es el área exacta que ocupa esta región del país.

Por un lado, el instituto Sinchi señala que la región del amazonas colombiano empieza desde la unión de la cordillera de los Andes con la cuenca amazónica, es decir, el pie de monte andino y donde nacen los ríos Putumayo y Caquetá, mientras que para el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), los límites de esta región se miden sólo cuando alcanza los 400 metros de altura.

De acuerdo con datos de Amazonas 2030 la región del Amazonas comprende seis departamentos completos (Amazonas, Putumayo, Caquetá, Guaviare, Vaupés y Guainía) más la superficie parcial de otros cuatro (Meta, Vichada, Cauca y Nariño), que con una extensión de 483.164 Km2 equivale al 42.3 por ciento del territorio continental colombiano y al 6,2 por ciento de toda la bioregión amazónica.

Por lo tanto, al no haber una definición clara de la extensión de tierra que tiene Colombia en esta zona, es consecuente que tampoco haya un acuerdo sobre cuál es la tasa real de deforestación. Según   Amazonas 2030, si bien el área total de bosques desaparecidos es mucho menor en Colombia que en Brasil, en términos porcentuales, el panorama no es muy distinto, pues durante el período del 2005-2010 la pérdida de bosques en Brasil correspondió al 1,7 por ciento, mientras que en el territorio nacional fue del 1,6 por ciento, de acuerdo al último informe presentado por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (Raisg). No obstante, para el Ideam la pérdida del bosque en esta región corresponde al 1 por ciento.

También resulta alarmante que el sensor del único aparato de medición, un satélite, está dañado y desde hace un tiempo no transmite imágenes con las que se puedan actualizar los mapas  para calcular la deforestación.

De esta manera, al no haber consensos sobre la información y cifras de la región amazónica, es muy difícil tomar decisiones acertadas. Así lo explica el director de la Fundación Gaia, Martín Von Hildebrand cuando afirma que “Sólo a partir de un manejo claro de la información será posible enfrentar las causas reales de la deforestación”.

A su vez José Yunis, representante de la ONG The Nature Conservancy (TNC) aseguró que “el hueco (refiriendose a la pérdida de bosque en el Amazonas) está ahí. Lo que hay que encontrar son las medidas para evitar que siga haciéndose más grande”.

El porqué de la deforestación

En la mesa también se presentó el atlas Amazonía bajo presión, realizado por la Raisg, el cual revela que durante la primera década del siglo XXI, se suprimieron cerca de 240.000 km2 de bosque, a causa de la ganadería extensiva y las actividades de explotación minera y petrolera en la zona.

Así, la advertencia fue clara. De continuar con este tipo de actividades en la amazonía para el año 2050, la mitad del bosque amazónico podría desaparecer.