EMPRENDIMIENTO
Harland Sanders, el histórico coronel que fundó KFC a los 62 años
El emprendimiento no tiene edad y eso lo prueba la historia inspiradora del coronel Sanders, quien a los 62 años fundó una de las franquicias de comida rápida más grandes del mundo.
Harland Sanders, más conocido como el Coronel Sanders, es uno de los íconos más reconocidos en la historia de la comida rápida. Su rostro, que ahora es sinónimo de pollo frito en Estados Unidos y el mundo en general, ha sido parte de la marca KFC desde su creación.
Sin embargo, muchos no saben de su historia y todo lo que tuvo que vivir antes de convertirse en millonario a los 62 años de edad.
Sanders nació el 9 de septiembre de 1890 en una granja en Henryville, Indiana. Su padre murió cuando tenía 5 años, por lo que desde temprana edad cuidó a sus hermanos y aprendió a hacer las tareas del hogar y a cocinar, mientras su madre trabajaba en una fábrica local. Fue durante esta época que Sanders empezó a desarrollar sus habilidades culinarias.
A los 10 años empezó a trabajar en una granja local y a los 12 decidió dejar de estudiar y se mudó a la casa de sus tíos en el condado de Clark, debido a la mala relación que tenía con su padrastro.
Durante los siguientes 28 años de su vida, Sanders trabajó en diferentes empleos en todo el sur de Estados Unidos. Entre ellos, estuvo en el Ejército, trabajó como conductor de tranvía, bombero, vendedor de seguros, secretario, vendedor de llantas, operador de ferry, abogado, e incluso un breve período como partero.
A medida que avanzaba su juventud, se hizo cada vez menos probable que Sanders lograra el éxito.
En 1908, se casó con Josephine King, con quien tuvo 3 hijos. Sin embargo, el matrimonio no prosperó y se divorciaron en 1947 debido a su incapacidad de mantener un trabajo estable.
En 1949 se volvió a casar con Claudia Leddington, con quien permaneció hasta su muerte en 1980.
Empezó a tener éxito…
A los 40 años de edad el coronel Sanders dirigió una gasolinera en Corbin, Kentucky. Para generar más ingresos, comenzó a cocinar y vender comidas para los viajeros ??que se detenían en la estación.
Su comida, que consistía en pollo frito, jamón, habichuelas, quimbombó y galletas, se volvió popular en la zona, a tal punto que el gobernador de Kentucky, Ruby Laffoon, lo nombro ‘Coronel de Kentucky’.
Esta popularidad hizo que cada vez más personas visitaran la estación de gasolina, por lo que el lugar ya no era lo suficientemente grande para abastecer la demanda por su comida. Así, Sanders tomó la decisión de abrir su primer restaurante.
Para ese entonces, el coronel había comenzado a perfeccionar la receta de pollo, que constaba de 11 hierbas y especias y que patentó en 1940. Además, en 1939 desarrolló un método para cocinar el pollo en una olla a presión que reducía la grasa y conservaba el sabor, la humedad y la textura sin sacrificar el tiempo de cocción.
Después de una mala racha, tomó la decisión
A sus 50 años, el coronel Sanders tuvo un golpe de mala suerte que puso en riesgo el éxito que finalmente había conseguido. La construcción de la interestatal 75 redujo el tráfico regular que había frente a su restaurante, por lo que comenzó a tener pérdidas y mayores deudas.
Este hecho hizo que Sanders tomara la decisión de subastar su restaurante en 1956, asumiendo pérdidas en la venta.
Para ganarse la vida, viajó por el país, ofreciendo su receta de pollo a cambio de 4 centavos por cada pollo vendido. El primer franquiciado de Sanders fue Pete Harman, un amigo de Salt Lake City, que había experimentado un auge en las ventas desde que comenzó a servir pollo elaborado con el método y la receta de Sanders.
Gracias a las ventas generadas por su receta, en 1952 (a los 62 años) logró reunir el dinero suficiente para abrir otro restaurante en la ciudad de Salt Lake City. Esta vez lo llamó Kentucky Fried Chicken (KFC).
Desde ese entonces la marca tomó popularidad alrededor del país. Para 1974 ya tenía 600 establecimientos con su producto en Estados Unidos y Canadá. Ese mismo año, Sanders vendió sus acciones de la compañía por 2 millones de dólares.
La empresa le ofreció un salario vitalicio de 40.000 dólares anuales, que después aumentó a 200.000 dólares, con la condición de que siguiera siendo embajador y relacionista público de KFC.
El Coronel Sanders falleció a los 90 años debido a una leucemia aguda. Sin embargo, los nuevos propietarios de la marca mantuvieron su rostro como imagen representativa de KFC en su honor.
Su historia es una muestra de perseverancia y esfuerzo. A pesar de las adversidades, y sin importar la edad, el coronel Sanders persiguió su sueño hasta posicionar KFC como una de las marcas de comida rápida más grandes y reconocidas en el mundo.