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Mauricio Vanegas, gerente de Azul K. | Foto: fotografía: PILAR MEJÍA.

INDUSTRIA

Azul K: La empresa colombiana que compite con los grandes de los productos de aseo

Azul K, compañía colombiana productora de detergentes y jabones, proyecta crecer 5% en ventas este año, consolidar exportaciones a Centroamérica y fortalecerse en el negocio de maquila. Así lo hará.

1 de marzo de 2018

Pocas empresas de capital netamente colombiano se dan el lujo de competir y crecer en un mercado dominado por grandes multinacionales. Este es el caso de Azul K, compañía familiar dedicada a la elaboración de productos de aseo para el hogar, lavandería y cuidado personal, que por estos días celebra 60 años de operación, genera 700 empleos directos y vende más de $253.000 millones al año.

Sus primeros pasos en el negocio los dio por allá en los años 40, en la parte trasera de una cacharrería ubicada en San Victorino –en el centro de Bogotá– donde inició produciendo jabones de barra para lavar ropa. Operaba bajo el nombre de Laboratorios Azul K.

Sin embargo, en 1958 Germán Merino Visbal, un reconocido exportador de café –quien ya tenía una participación en la organización desde 1952– decidió adquirirla en su totalidad, pues no atravesaba por su mejor momento financiero. Fue en ese año que se constituyó la sociedad Azul K Ltda., la cual sigue en poder de la familia y hoy en manos de la tercera generación.

La empresa, que en los años 60 se trasladó a la Autopista Sur en el sector de La Sevillana, se pelea “codo a codo” un mercado que solo en la categoría de productos de lavandería –la más fuerte de la empresa– movió en 2017 más de US$529 millones y se proyecta que en 2022 alcance US$545 millones, según análisis de la consultora Euromonitor.

Específicamente en esta categoría el mercado es liderado por Unilever, que tiene una participación superior a 21%, seguido por Procter & Gamble, que posee cerca de 20%, Grasco Group, Colgate Palmolive y PQP. Azul K se ubica en el sexto lugar.

En este momento participa en el segmento de productos para el aseo de prendas, con marcas como Super riel y Coco, complementado con el detergente AK1 (líquido y en polvo); en aseo personal hace presencia con las marcas Carey y Lak y en aseo para el hogar Azul klean y crema lavaloza AK.

Su fortaleza son los productos de lavandería, y por ello incursionó a comienzos del presente siglo en los detergentes en polvo y posteriormente en los jabones líquidos, tanto para lavar ropa, como para el baño y lavar loza.

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Los productos de lavandería representan 55% de las ventas de la empresa; seguidos de los de cuidado personal, con 25%, y cuidado para el hogar aporta el restante porcentaje.

En esta última categoría, Azul K tiene presencia particularmente con productos para lavar loza, un negocio que, según Euromonitor, movió el año pasado US$91 millones y se espera que en 2022 la cifra alcance US$100 millones.

En este segmento, los principales competidores de la empresa colombiana son: Colgate Palmolive, Brinsa, Procter & Gamble, Beisbol de Colombia y Grasco Group, entre otros.

En los últimos años, los volúmenes de producción de la empresa han ido en aumento, gracias la puesta en funcionamiento de nuevas plantas y las inversiones en equipos de tecnología avanzada.

Actualmente, la capacidad para la fabricación de productos de lavandería es 3.000 kilos por hora; en detergentes alcanza 8.000 kilos por hora y en productor de tocador otros 3.000 kilos cada hora.

Produciendo para terceros

La maquila es una de las líneas de negocios de la empresa. Su gerente general, Mauricio Vanegas, dice que le han maquilado a grandes multinacionales, entre ellas Unilever, P&G, Johnson & Johnson, entre otras. En este momento, al igual como sucede con muchas empresas que están aprovechando el boom de los supermercados de descuento duro, le produce a D1 y a otras cadenas de supermercados regionales.

La elaboración de productos para terceros representa alrededor de 35% de las ventas de la empresa y el restante porcentaje corresponde a las marcas propias.

Si se suman las dos, es decir, el total de la producción, Azul K participa con 22% en el negocio de productos de aseo para el hogar, cuidado personal y lavandería a nivel nacional y, si se valoran solo las marcas propias, alcanza una tajada que se ubica entre 12% y 14%.

En este momento exporta a Perú productos que maquila para clientes de ese país y está iniciando operaciones a Centroamérica, específicamente Guatemala, con la marca propia Lak.

Los retos para la compañía no son menores y sus directivas lo tienen claro, por eso trabajan de la mano de los consumidores, con el fin de estar muy atentos a sus requerimientos, a sus cambios de hábito y a las necesidades de un mercado que, según la encuesta ?Global? de Nielsen sobre Origen de Marca, sigue prefiriendo a las empresas extranjeras.

Por ejemplo, en la categoría de productos para lavandería solo 32% de los encuestados dice comprar productos locales, mientras en productos de limpieza para el hogar el dato es de 34% y en cuidado personal el porcentaje es aún menor.

Innovación

Uno de los éxitos de la empresa, considera Vanegas, ha sido estar atenta y participar en todos los cambios que genera el mercado, además de imprimirle calidad a los productos.

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Explica que el departamento de mercadeo está en permanente contacto con los clientes, de quienes obtiene información clave para adelantar los procesos de investigación e innovación necesarios para mantenerse a la vanguardia en el desarrollo de fórmulas para la elaboración de los productos.

Otro de los aspectos que destaca el gerente de la empresa es el relacionado con los procesos logísticos que permiten que las cadenas de supermercados, ubicadas a los largo del territorio nacional, nunca se enfrenten a faltantes de producto.

Con bodegas regionales en Cali, Bucaramanga, Pereira, Antioquia y Barranquilla, desde donde atiende de forma directa a más de 70.000 clientes, Azul K –que en el pasado produjo las reconocidas marcas Dekol y Diablo Rojo– se ha consolidado como uno de los principales proveedores de los supermercados.

Por ahora, la empresa no tiene interés en un posible ingreso a nuevas categorías de productos como los blanqueadores, en la cual hizo presencia en el pasado, pero no descarta que a futuro esta posibilidad pueda ser analizada.

Así, compitiendo con grandes jugadores, la firma colombiana se sigue perfilando como una de las marcas preferidas en el gusto de los consumidores, de los cuales seguirá siendo un aliado, más ahora que estrena imagen.

Perspectivas positivas

Mauricio Vanegas, gerente de Azul K, espera que este año sea mejor que el anterior, a pesar de la incertidumbre que genera el tema electoral y la llegada de un nuevo gobierno. Destaca el repunte de los precios del petróleo y la revaluación que puede ayudar a que la economía se impulse. En 2017 la empresa creció 15% en ventas, a pesar del freno en el consumo.

Vanegas reconoce que con la reforma tributaria los consumidores se vieron muy golpeados, pero las estrategias de innovación y desarrollo de producto, así como el permanente contacto con los clientes, les permitieron sortear un año que no pintaba bien.

Para 2018 la proyección de crecimiento es más austera y se ubica entre 5% y 6%. En medio de la coyuntura, la firma realizó una inversión de $16.000 millones en equipos, lo que le permitió incrementar la capacidad para la producción de detergentes y, en general, de los productos de lavandería.

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