“Quieren dejar la puerta abierta para ir por los jefes”: exguerrilleros sobre anuncio de Duque

Pondores ha sido el único Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) que ha visitado el presidente Iván Duque. Lo hizo el 13 de octubre de 2018 y en su declaración manifestó : “Vamos a cumplirles a los que genuinamente están realizando su proceso de reincorporación con verdad y no repetición”.

En esa ocasión, el mandatario aceptó contestarles las preguntas a los excombatientes y no solo los tranquilizó con su compromiso de cumplir el acuerdo, sino que les hizo ofrecimientos que crearon expectativas en los reincorporados. Dicho encuentro, que incluyó conversaciones con dirigentes de la Farc, le dio un nuevo aliento a un proceso que para muchos iba en caída libre.

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Todos en Pondores recordaban esas promesas -que hoy parecen rotas- y por eso mismo les cayó como un baldado de agua fría la alocución presidencial de este domingo, en la que el jefe de Estado objetó, aduciendo razones de inconveniencia, seis de los 159 artículos de la ley estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y anunció que el gobierno, además, presentará una reforma constitucional al Acto Legislativo 01 de 2017 que creó la JEP.

SEMANA estuvo en Pondores y presenció el inconformismo e inquietud que generaron las palabras de Duque entre los excombatientes que con su presencia en el ETCR refrendan el compromiso asumido con los acuerdos de paz firmados en el Teatro Colón y en La Habana.

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Pocas horas antes de la alocución y en medio de la incertidumbre, el líder de la Farc Milton de Jesús Toncel Redondo, conocido como Joaquín Gómez, hipotetizó que “si el presidente objeta la JEP, columna vertebral de los acuerdos de paz, pues prácticamente se puede acabar con el proceso”.

“Hay un interés en acabar con la JEP, porque en ella hay que decir verdades. Le han limado las aristas más cortantes que afectarían a terceros implicados en el conflicto como financiadores, grandes empresarios o terratenientes. Por ello el fiscal (Néstor Humberto Martínez) impulsó quitarle la parte que decía que debían presentarse obligatoriamente aquellos que hayan tenido que ver directa o indirectamente con el conflicto”, añadió.

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“Duque necesitaba mostrar algo y lo mejor que hay en materia de reincorporación es este espacio, esa es una de las lecturas que se le pueden hacer a su visita. Estaba en un momento político en el que tenia que hacer, tras su posesión, los primeros movimientos”, dijo por su parte Juan Hermilo Cabrera Díaz, Bertulfo Álvarez, uno de los líderes mas veteranos de la exguerrilla, sobre la aparente dicotomía entre la visita presidencial de agosto y las objeciones que el mandatario se prestaba a anunciar. Ni Gómez ni Álvarez quisieron pronunciarse posteriormente.

Discurso

A las ocho de la noche los pocos televisores que hay en Pondores se sintonizaron para ver la alocución presidencial. Los improvisados anfitriones disponían de sillas plásticas para quien quisiera ver y otros se conformaban con atisbar desde la puerta.

Algunos la oyeron en silencio, otros buscaban saber qué significaban las palabras pronunciadas desde la Casa de Nariño. Los reincorporados, que fueron prolijos en contar sus experiencias en épocas de guerra, prefirieron no hablar de sus temores con lo que está por venir. Es evidente que sintieron las palabras de Duque como un golpe a su actual modo de vida y a su convicción en el proceso.

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“Podremos reformar y diseñar una Jurisdicción Especial para la Paz que asegure a todos los colombianos genuina verdad, genuina justicia, genuina reparación y genuina no repetición”, fueron de las últimas palabras del discurso de Duque. “Por qué no dice que lo genuino son los acuerdos”, alcanzó a musitar en reclamo Bertulfo Álvarez, mientras agachaba la cabeza y se la tomaba con la mano.

Bertulfo Álvarez durante la alocución presidencial sobre la JEP. Charlie Cordero / SEMANA

“Lo que quieren es dejar la puerta abierta para ir por los jefes”, interpretó, al finalizar de la intervención, Omar, quien usó su nombre de militancia y evitó dar el propio. La frase reflejó la molestia que permanecía soterrada entre los excombatientes ante la ambigüedad del Gobierno frente a lo pactado.

“No le han podido comprobar nada a Santrich, porque no ha hecho nada de lo que le acusan. Quieren extraditarlo como sea”, dijo por su parte una mujer que se identificó como Tatiana, en un breve análisis del referente por el que se dieron al menos dos de las objeciones. Otro más —que prefirió el anonimato— dedujo que el tema de la JEP y el endurecimiento del discurso de Duque tiene que ver con concesiones a las bases del Centro Democrático y subir en la favorabilidad de las encuestas.

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En medio del sopor de la noche del domingo, antes de irse a dormir, algunos formaron breves corrillos que veían con desconfianza la intromisión de periodistas extraños. Sin embargo este lunes madrugaron a sus tareas cotidianas con las que refrendan que ya no quieren más guerra.