MEDIOAMBIENTE

Así son los juegos de poder en la Amazonia

Las políticas de Brasil frente al bosque tropical más grande del mundo causan dolores de cabeza en países como Alemania. Mientras, Berlín quiere incrementar el número de proyectos para proteger la región, Brasilia apunta en el sentido contrario. La falta de protección a los indígenas, punto clave en la disputa.

Alianza DW
16 de febrero de 2020
Indígenas brasileños protestan contra las políticas del presidente Jair Bolsonaro. Foto: AP

Desde el dramático aumento de la deforestación en la Amazonia brasileña, la disputa política sobre su protección también ha llegado a tocar hasta a la cooperación internacional alemana para el desarrollo. Mientras que los fondos para los proyectos de protección de los bosques en Brasil siguen en suspenso en el Ministerio de Medio Ambiente alemán, el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) está buscando nuevos socios.

Entre los candidatos se encuentran el Ministerio Público Federal (MPF) brasileño y el Instituto Internacional de Educación de Brasil (IEB), que invierte en la formación de líderes locales y en los estados de la región amazónica.

Disputa por las tierras de los agricultores

El BMZ confirmó la implementación de proyectos de desarrollo. "El ministerio quiere mantener el diálogo político sobre la protección de la Amazonia en Brasil y diversificar aún más la gama de socios en la cooperación. Además, estamos tratando de darle mayor énfasis a los temas de derechos humanos y a los derechos de los indígenas", explicó un portavoz.

Algunos proyectos a nivel estatal que expirarán este año no serán renovados. Entre ellos figura el programa Derecho de la Tierra en la Amazonia, que ha sido apoyado por el BMZ desde 2014 y que concluirá en abril de 2020. El programa apoyó la asignación de títulos de propiedad de la tierra a pequeños agricultores.

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La ayuda alemana destinada para la "protección y utilización sostenible de los bosques tropicales" en Brasil asciende a un total de 391 millones de euros. Según el BMZ, esto incluye los proyectos en curso y aquellos para los que ya se han presentado solicitudes.

Bolsonaro frena los proyectos

Tras la toma de mando del presidente brasileño Jair Bolsonaro en enero de 2019 y el aumento de los incendios forestales y la deforestación, la cooperación se atascó. En las negociaciones intergubernamentales celebradas en Bonn, Alemania, en noviembre de 2019, se acordó continuar con la cooperación a pesar de las diferencias políticas, incluso con la Fundación Nacional del Indio (Funai), autoridad brasileña para los derechos de los pueblos indígenas.

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En los últimos días, la Funai provocó nuevamente titulares negativos. La razón: el líder de la fundación, Marcelo Augusto Xavier, nombró al misionero evangélico Ricardo Lopes Dias como nuevo comisionado para los pueblos aislados. El nombramiento es polémico tanto a escala nacional como internacional.

El BMZ también criticó la decisión. "Nos reunimos tanto con la Funai como con el Ministerio de Justicia y expresamos nuestras preocupaciones. Abogamos para que la Funai incluya más a los representantes indígenas en sus proyectos", dijo un portavoz del ministerio.

Jair Bolsonaro- Präsident von Brasilien mit Hamilton Mourao (picture-alliance/AP/E. Peres)


El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, junto al Vicepresidente, Hamilton Mourao.

La fiscalía defiende a los pueblos indígenas

El Ministerio Público Federal (MPF) presentó una queja. El nombramiento del misionero ignora criterios técnicos y formales, y falta a la norma vigente desde 1980 que prohibe a personas que no son indígenas tener contacto con pueblos aislados.

Hasta ahora, el organismo público ha demostrado ser uno de los más firmes defensores de los derechos de los indígenas. Solamente en el estado brasileño de Pará, el MPF instruyó al poder judicial en 52 casos para prohibir la minería en las reservas indígenas. Según la constitución brasileña, las partes afectadas deben ser escuchadas y dar su consentimiento antes de que se conceda algún permiso.

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Ahora la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ) quiere participar en un proyecto del MPF, en el que la información sobre las zonas habitadas por los pueblos indígenas será registrada en una plataforma digital. De todos modos, ya existen proyectos para la protección y el uso sostenible de la Amazonía entre la GIZ y los estados brasileños. En las negociaciones intergubernamentales germano-brasileñas de noviembre de 2019, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil aprobó proyectos de este tipo con los estados federales.

Gerd Müller junto a integrantes de una comunidad indígena de Iranduba, en la Amazonía.


Gerd Müller, ministro de Desarrollo alemán visitando la comunidad indígena de Iranduba, en la Amazonia.

La retribución de los gobernadores

En 2019, tras una disputa con el Gobierno brasileño por el llamado Fondo Amazonía, los gobernadores de esa región acudieron a Alemania y Noruega, porque querían asegurarse de que continuara la financiación de importantes proyectos para su región.

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Estas negociaciones podrían llegar pronto a su fin. En el recientemente reactivado Consejo Nacional de la Amazonia no está representado ningún gobernador de los nueve estados de la región. El vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão, quien lidera el Consejo, dejó en claro por qué: "Necesitamos un mando. Todos los organismos gubernamentales deben coordinarse entre sí. En el tema Amazonía debemos hablar con una sola voz", sostuvo.