GRUPO RÍO BOGOTÁ
IGAC estudiará 180.000 hectáreas de páramos de Cundinamarca y Boyacá
Cumpliendo con los protocolos de bioseguridad, profesionales de la entidad analizarán los suelos de páramos del centro del país. Estos insumos arrojarán las zonas más afectadas por las actividades agropecuarias.
* Este es un contenido periodístico de la Alianza Grupo Río Bogotá: un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola, el Banco de Bogotá del Grupo Aval, el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA para posicionar en la agenda nacional la importancia y potencial de la cuenca del río Bogotá y sensibilizar a los ciudadanos en torno a la recuperación y cuidado del río más importante de la sabana.
La cuarentena por la pandemia del coronavirus también causó estragos en los diferentes estudios que adelanta el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) para conocer el estado actual de los suelos del país.
El estudio de suelos proyectado en más de 180.000 hectáreas de páramos en los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, suscrito entre el IGAC y la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), fue uno de los perjudicados, ya que los profesionales no podían salir a campo debido a las medidas estrictas para controlar la propagación de la covid-19.
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Luego de una suspensión de actividades por más de 130 días, expertos de la entidad se preparan para tomar las muestras de suelos en las zonas paramunas de estos departamentos, empezando por aproximadamente 60.000 hectáreas en los páramos de Guerrero y Guargua en Cundinamarca.
El estudio del IGAC arrojará qué tan afectados están los páramos por las actividades agropecuarias. Foto: IGAC.
“Ya tenemos listos todos los protocolos de bioseguridad para garantizar la integridad de nuestros profesionales en el retorno a las labores en campo. Solo estamos a la espera del visto bueno por parte de las autoridades municipales para el ingreso a la zona”, dijo Napoleón Ordóñez, subdirector de Agrología del IGAC.
Estos estudios de suelos permitirán identificar las áreas que presentan buen estado ambiental, aquellas que son destinadas para la agricultura y la ganadería y las zonas que están siendo afectadas por la actividad agropecuaria.
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Según Ordóñez, con los resultados de este estudio, realizado a partir de la comparación de imágenes y mapas, la CAR tendrá la capacidad de evidenciar los cambios que han sufrido las zonas de páramo en sus usos y coberturas.
La vocación del suelo en los páramos prohibe las actividades agropecuarias. Foto: IGAC.
“Estos insumos arrojarán la afectación a los suelos de estos ecosistemas desde 2011 hasta la fecha, evidencias técnicas con las que la CAR podrá tomar las medidas necesarias para retomar la verdadera vocación de los suelos”, indicó el experto.
El IGAC espera entregarle los resultados del estudio de suelos a la CAR en el primer trimestre de 2021, “un documento técnico con mapas de las coberturas y de los usos del suelo que se convertirá en una hoja de ruta para la protección y conservación de estos importantes ecosistemas”, expresó Ordóñez.
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La entidad agrológica de Colombia también realiza un estudio multitemporal de coberturas y uso de la tierra a escala 1:10.000 en los complejos de páramos Altiplano Cundiboyacense, Iguaque-Merchán, Chingaza, Cruz Verde-Sumapaz, Rabanal-Río Bogotá, Guerrero, Guargua y Laguna Verde, los cuales permitirán conocer en detalle la evolución y el estado de sus suelos.
Los frailejones son las mayores fábricas de agua en los páramos. Foto: IGAC.
Cuenca paramuna
En las más de 580.000 hectáreas que conforman la cuenca del río Bogotá, hacen presencia ecosistemas de páramo como Guerrero, Altiplano Cundiboyacense, Chingaza, Rabanal - río Bogotá, Sumapaz-Cruz Verde, Laguna Verde y Bejucales, territorios ubicados entre los 3.300 y 4.100 metros sobre el nivel del mar.
El río Bogotá nace en lo más alto del páramo de Guacheneque, un colchón de frailejones y musgos de 3.640 hectáreas en el municipio de Villapinzón. Con sus primeras gotas conforma las lagunas de Guacheneque y el Mapa, antiguos sitios de pagamento de los muiscas.
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El Mapa, una de las lagunas que conforma el río Bogotá en su nacimiento en el páramo de Guacheneque. Foto: IGAC.
Guacheneque hace parte del complejo de páramo Rabanal - río Bogotá, un vasto territorio de 24.650 hectáreas que abarca 13 municipios en Cundinamarca y Boyacá donde se han registrado 57 especies de aves, armadillos, faras, águila de páramo, borugos y venados.
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La flora de Guacheneque está representada en frailejones plateado, liso y repollo, además de musgos, varias orquídeas y una especie llamada huesito de páramo. Sumapaz, el páramo más grande del mundo, también hace parte de la cuenca del río Bogotá.
El páramo de Sumapaz, el más grande del mundo, hace parte de la cuenca del río Bogotá. Foto: Jhon Barros.