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CIENCIA

El demonio de Tasmania contra las "superbacterias"

Investigadores de la Universidad de Sídney descubrieron que elementos presentes en la leche de la hembra del demonio de Tasmania pueden matar algunas bacterias resistentes a los antibióticos.

18 de octubre de 2016

La leche del diablo de Tasmania, marsupial que vive en una isla al sur de Australia, contiene proteínas que podrían ser utilizadas en la lucha contra las “superbacterias” resistentes a los antibióticos, anunciaron el martes investigadores australianos.

También conocidas con el nombre de bacterias antibiorresistentes, estas “superbacterias” son una preocupación importante en materia de salud pública pues amenazan con el aumento de infecciones mortales, pues los antibióticos utilizados para combatirlos son inoperantes.

Investigadores de la Universidad de Sídney descubrieron sin embargo péptidos -elementos de base de una proteína- presentes en la leche de la hembra del diablo de Tasmania que pueden matar algunas bacterias resistentes, entre las cuales el estafilococo dorado y los enterococos, responsables de infecciones nosocomiales graves. (Vea: Leche de cucaracha: ¿el alimento del futuro?)

Estos científicos se interesaron en los diablos de Tasmania porque estos marsupiales dan a luz crías cuyo sistema inmunitario es poco avanzado pero crecen en una bolsa llena de bacterias, algunas patógenas.

“La pregunta era: ¿Cómo estos pequeños pueden sobrevivir en un entorno sin sistema inmunitario maduro?”, subrayó a la AFP Emma Peel, quien cursa el doctorado en la Universidad de Sídney.

“Pensamos que esto estaba relacionado con un desarrollo importante de péptidos en los marsupiales”, añadió.

“Los marsupiales tienen más péptidos que los otros mamíferos”, afirmó la bióloga que participó en este estudio publicado en Scientific Reports, diario en línea del grupo Nature.

El estudio versó sobre el diablo de Tasmania, el wallaby de la isla Eugène y el opossum. Se están realizando pruebas sobre la leche del koala.

Los investigadores recrearon artificialmente un péptido llamado “catelicidina” tras haber extraído la secuencia correspondiente en el genoma del diablo de Tasmania, y descubrieron que podía “matar bacterias resistentes y otras bacterias”. (Vea: La Gran Barrera de Coral no está muerta, pero sí está muriendo)

Esperan que estos péptidos podrían ser utilizados para perfeccionar nuevos antibióticos que puedan ayudar a luchar contra las “superbacterias”.

Se considera que la resistencia a los antibióticos es responsable de 700.000 muertos por año en el mundo, de los cuales 23.000 en Estados Unidos y 13.000 en Francia.

Y el problema podría causar 10 millones de muertos por año de aquí a 2050, según un estudio británico reciente, o sea tantas víctimas como las causadas por el cáncer.

La emergencia de bacterias resistentes fue en principio limitada por la preparación de nuevos antibióticos, pero se asiste ahora a un estancamiento de la investigación y a la disminución del número de nuevas moléculas disponibles. A esto se suma que ninguna nueva clase de antibiótico ha llegado al mercado desde hace 30 años.