LISTA CAPRICHOSA
Mis antologías poéticas favoritas
Tal vez porque soy un cantautor elijo mis canciones favoritas pensando en el valor poético de sus letras y escojo mis poemas preferidos, en gran parte, por su musicalidad. No digo que una buena letra de canción tenga que ser poética, o que toda buena poesía pueda cantarse. Nada de eso. Solo creo que los caprichos tienen su explicación y que, en el caso de esta lista, el capricho se explica porque los poemas que incluyen las antologías elegidas refuerzan mi convicción de que los mejores versos son los que más cerca están del terreno original de la poesía: la oralidad. Amo estas colecciones porque cuando leo sus poemas siento que los canto.
1. Error de magia, Carilda Oliver Labra. Editorial Letras Cubanas (2000)
De todas las recopilaciones que conozco de Carilda Oliver esta es, sin duda, la más completa y rigurosa. Leer la selección hecha por Mayra Hernández es entender por qué Carilda dominó el parnaso de la poesía cubana durante la segunda mitad del siglo xx y las dos primeras décadas del xxi, hasta su muerte en 2018. El texto es un recorrido por los más brillantes momentos de la poesía de la matancera, una poesía radicalmente femenina, anclada en las formas clásicas (sin el menor signo de anquilosamiento) y rebosante de sensualidad.
2. Ómnibus de poesía mexicana, Siglo Veintiuno Editores (1991)
Lo más leído
El esfuerzo de Gabriel Zaid por reunir en un tomo una muestra representativa de la poesía mexicana es, como poco, épico. Esta peculiar selección posee singularidades que la convirtieron en una de mis favoritas desde que llegó a mis manos por primera vez. Dedica un apartado extenso y fascinante a la poesía prehispánica traducida de lenguas como el huichol, el lacandón, el otomí o el náhuatl, entre muchas otras; incluye, en un acierto que me resulta irresistible, letras de corridos y cantos populares anónimos; y da cuenta, cómo no, de la poesía mexicana en español, desde el fértil barroco novohispano hasta el siglo xx. Una proeza fantástica.
3. Poesía (1980-2005), Luis García Montero. Tusquets Editores (2006)
Algo de la obra de Luis García Montero me ha resultado fascinante desde que la conocí: su delicioso equilibrio entre lo clásico y lo contemporáneo. “Desconfío del poeta que se dedica solamente a la retórica manifiesta, pero desconfío también del que es incapaz de improvisar un soneto o de escribir endecasílabos sin contar con los dedos. La técnica no lo es todo, pero uno está perdido sin la técnica”. Estas líneas, que pueden leerse en el último capítulo de esta compilación, dan cuenta del talante poético del actual director del Instituto Cervantes: el de un creador que revisa el hoy con los pies puestos en el pasado. Esta cuidada edición recoge lo mejor de la obra escrita durante veinticinco años por quien, habiendo sido candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid por Izquierda Unida, escribe: “Intuyo que con la vanguardia ha pasado en poesía como con el comunismo en la política: su influjo más fértil se ha producido en los países donde no ha llegado a gobernar”.
4. William Shakespeare. Sonetos, Versión de William Ospina. Navona Editorial (2016)
En la que considero la más brillante de las (no pocas) traducciones al español de los sonetos de Shakespeare, William Ospina acude a un “truco” maravilloso que le permite verter del inglés al español el mensaje poético de Shakespeare sin sacrificar los dos elementos que definen la forma del soneto: la isometría de los versos y la rima consonante. ¿El truco?: traducir los versos originales (decámetros para ellos, endecasílabos para nosotros) a versos alejandrinos (de catorce sílabas) con el objetivo de poder trasladar los mensajes de un idioma en el que abundan los monosílabos a uno en el que las palabras suelen ser más extensas. El resultado es una exquisita traducción que, sin alterar la médula de los poemas, conserva un elemento sin el cual el soneto clásico deja de serlo: la musicalidad derivada de su estructura.
5. Antología de la poesía satírica española, Espasa-Calpe (2003)
Si se trata de sacudirle a la poesía la tradicional y prejuiciosa imagen de oficio encorsetado y soporífero, esta antología de Antonio Martínez Sarrión resulta de invaluable ayuda. Se trata de un minucioso viaje por algunas de las más explosivas piezas de la lírica española. Desde los divertidos duelos poéticos de Góngora y Quevedo hasta las suculentas diatribas antifranquistas de los poetas posrepublicanos, esta recopilación nos recuerda que la poesía puede ser, al tiempo que gruesa y movilizadora, deliciosa y bebible.
*Pala (Carlos Palacio) es músico, médico y filólogo. Ha publicado dos libros de poemas y recibió este año el Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández en España. Recientemente presentó El siglo del Loro, su noveno disco de estudio, esta vez acompañado por Jorge Drexler, Juanes, Pedro Guerra, Rozalén, Marta Gómez, El Kanka, entre otros artistas. Allí rinde tributo a la décima como forma clásica de la poesía y le da vitalidad contemporánea.