De Safo a Mujeres al borde

L, es por lesbiana

La profesora Carmen Millán esboza en citas y fragmentos una posible historia social del lesbianismo, el último gran tabú de nuestros tiempos.

Carmen Millán.
19 de julio de 2013
.

Diccionario de uso – Lenguaje corriente

L - primera letra de la sigla LGBTI, que corresponde al plural del sustantivo lesbiana.

Lesbiana - de Lesbos. Dícese de una mujer que ama a otra mujer. Por Safo y su escuela femenina en Lesbos.

Lesbos - Isla localizada en el mar Egeo, cuya capital es Mitilene.

264 fragmentos según las ediciones contemporáneas. Sesenta y tres renglones aparentemente íntegros, veintiuna estrofas completas. Tan solo cuatro de esos fragmentos podrían considerarse un poema. Así resume Ruthann Robson la obra de Safo, poeta nacida en Lesbos en fecha incierta, entre el 630 y el 612 a.C. Eso es todo lo que nos queda de Safo: fragmentos, representaciones artísticas, referencias a la escuela para mujeres que mantuvo en Lesbos, y el gentilicio que comienza con L, primera letra de una sigla que identifica el movimiento de liberación LGBTI.

Pero no es en una isla griega donde encontraremos la expresión de diversidades que cuestionan a la heterosexualidad como única forma de habitar el mundo.

Diccionario de uso – Lenguaje incluyente para enseñar a la juventud

Las lesbianas son mujeres que aman mujeres. Las lesbianas sienten atracción sexual por otras mujeres y esos sentimientos son normales y naturales para ellas. Las lesbianas se sienten emocional y espiritualmente más cerca de las mujeres y prefieren mantener relaciones íntimas con las mujeres. Los expertos estiman que una de cada diez personas es gay o lesbiana. Entre las lesbianas hay maestras, doctoras, abogadas, obreras, policías, políticas, ministras, artistas de cine, cantantes, madres, monjas, choferes de camión, modelos, novelistas… Muchas mujeres en la historia eran lesbianas. Las lesbianas son negras, blancas, asiáticas, hispánicas, indígenas. Pueden ser católicas, judías, protestantes o budistas. Las lesbianas pueden ser ricas, pobres, pertenecer a la clase obrera, a la clase media, pueden ser viejas o jóvenes. Hay lesbianas que viven casadas con hombres. Hay lesbianas en situación de discapacidad”.
Advocates for Youth. Rights, Respect, Responsibility

Berlín. Hotel Prinz Albrecht. 9 de octubre de 1904. “¿Qué interés tiene el movimiento de las mujeres en resolver el problema de la homosexualida‘‘ se pregunta Anna Rüling, en su discurso pronunciado en el marco de la asamblea anual del Comité Científico y Humanitario, presidido por Magnus Hirschfeld. El Comité ha sido considerado un espacio fundacional en la historia del movimiento LGBTI, y Anna Rüling pionera en la visibilización del amor lésbico. Para ella “la posición y participación de mujeres homosexuales en el movimiento de mujeres tiene que ver con un problema muy importante: la igualdad legal de quienes integran un matrimonio”.

Christiane Leidinger afirma, sin embargo, que es Johanna Elberskirchen (1864 -1943) la primera mujer que hizo de su orientación sexual una afirmación política, cuando en un texto de 1903 afirmó: “Si nosotras las mujeres del movimiento de emancipación somos homosexuales, este es un asunto que debe ser permitido. Somos homosexuales por derecho”.

Traer estos nombres sirve para crear descriptores que permitan a quienes se interesen, entrar en blogs, wikis y demás mecanismos que van archivando aportes a las genealogías de la diferencia. Las viñetas que incluyo a continuación son tan solo pretexto para citar a creadoras y activistas, de quienes hemos aprendido que el poder de nombrar (se) les pertenece a ellas, les debe pertenecer.

Locura muy grande

“12 de enero, primera noche sola. 14 de enero, Gabriela rumbo a Chile.” Doris Dana, 1957

Gabriela Mistral

Gabriela Mistral falleció el 10 de enero de 1957 en el hospital de Hampstead (Nueva York), a los sesenta y siete años. Doris Dana era su compañera desde 1947 y fue designada por Mistral como su albacea literaria. Aunque objeto de rumores, la profundidad de la relación entre Mistral, la primera persona proveniente de un país latinoamericano galardonada con el Premio Nobel de Literatura (1951) y una escritora treinta años menor, solo ha venido a conocerse en fecha relativamente reciente. Al morir, Doris Dana en 2006, dejó a su sobrina Doris Atkinson el legado de Mistral y esta lo donó en diciembre de 2007 a la Dirección de Bibliotecas, Archivos de Chile (DIBAM), con el compromiso por parte del gobierno chileno de ponerlo en público conocimiento. 

‘‘Yo quiero verte luz mía, claridad de mis ojos, único gozo mío, sostén de mi torpeza y mi invalidez y mi sonambulismo. Tú eres mi único apoyo en este mundo y mi única razón de vivir. Óyelo, óyelo, no me falles (…) Te beso, te espero, te busco y te tengo...” Tu Gabriela (1949)

Pablo Zegers, director del Archivo del Escritor compiló en el libro Niña errante, doscientas cincuenta cartas dirigidas por Gabriela Mistral a Doris Dana, en algunas de las cuales el yo que firma y se afirma es masculino. A lápiz, sin fecha, las cartas de Mistral han corroborado lo que ya en 2000 señala la investigadora puertorriqueña Licia Fiol Matta: Mistral no es la mujer perfecta de la versión oficial, la que las campañas educativas del momento quisieron mostrar, pero tampoco es la lesbiana subversiva que sería analizable desde la lecturas queer. Diamela Eltitt escribe:

“He pensado en Gabriela Mistral ya instalada en la plenitud de su propia poesía post Nobel escribiendo cartas de amor a Doris Dana… Escribiendo cartas de amor masculinas, escribiendo, para decirlo de alguna manera, como un hombre, cartas de amor. Pero escribiendo o describiendo sin cesar, en la frontera de su amor de hombre, su salud de mujer”.

Para María Elena Wood directora de la película Locas mujeres (2011) en la cual hace uso del archivo abierto por Doris Atkinson no hizo pública su orientación sexual porque “debía cuidar sus fuentes de trabajo, si ella generaba cualquier escándalo podía perderlas. Hay una opción drástica, también puede que haya sido una opción íntima”.

“Tal vez fue locura muy grande entrar en esta pasión. Cuando examino los primeros hechos, yo sé que la culpa fue enteramente mía. Yo creí que lo que saltaba de tu mirada era a[mor] y yo he visto después que tú miras así a mucha gente. Loco fui, insensato: como un niño, D[oris], como un niño”. (1949)

Jane Addams

Jane Adams (1860-1935), premio nobel de Paz 1931 y su pareja Mary Rozet Smith, estuvieron juntas durante más de treinta años. Hull House, el lugar creado por Adams, ahora museo en Chicago, estuvo un año indagando qué información debía acompañar el retrato de Mary Rozet Smith, ese que Jane Adams siempre llevaba consigo en todos los viajes que hizo sin ella. Desde Europa le escribe:

“Debes saber, mi querida, cómo te extraño todo el tiempo… Tiene mucho sentido el hábito que tienen los casados de mantenerse juntos”. (1902)

El artículo del Chicago Magazine que da cuenta del debate se titula “¿Amigas con beneficios? quizá una propuesta. Las parejas Gabriela Mistral y Jane Adams, dos mujeres premio nobel, lograron a través de sus testamentos, disponer de sus bienes en beneficio de sus parejas. Hace apenas unas semanas, otra pareja logró el reconocimiento que hoy celebran las personas LGBTI en los Estados Unidos y miran con esperanza en otros países.

Medianamente ricas y extremadamente felices.

United States Vs. Windsor: Thea Spayer y Edith Windsor se casaron en Canadá en 2007, después de haber convivido durante cuarenta años. Su historia de amor, convivencia y cuidado mutuo ha sido contada en reportajes, programas de televisión y en la película Edie & Thea: A Very Long Engagement (2009) donde puede verse a las contrayentes pronunciando sus votos: “En pobreza y en riqueza, en salud y en enfermedad”. Thea lo hace desde su silla de ruedas en la que debe desplazarse a causa de una esclerosis múltiple que la aquejaba desde 1977. En la sección “matrimonios” de las páginas sociales del New York Times del 27 de mayo de 2007 se anuncia la boda de las dos profesionales que comparten su alegría con los lectores. Esa alegría que exhiben muchos matrimonios igualitarios o same-sex marriages.

Thea Spayer y Edith Windsor

Thea murió en el 2009, legando todos sus bienes a Edith, su viuda. Sin embargo, de acuerdo con la Ley de Defensa del Matrimonio (Defense of Marriage Act – DOMA), Edith no podía reclamar la exención de impuestos correspondiente a su estatus de cónyuge superviviente, pues en DOMA el matrimonio solamente se reconoce como institución entre un hombre y una mujer.

“Ella era muy bella. Era alegre y nunca dejó de serlo”. Edith sobre Thea (2013)

En su decisión del 26 de junio de 2013, la Corte Suprema de los Estados Unidos declaró la inconstitucionalidad de la sección 3 de DOMA por violar los derechos protegidos por la V Enmienda, redefiniendo así lo que se considera legalmente un matrimonio.

“Nunca lo soñamos. Nunca esperábamos que se legalizara el matrimonio, ni siquiera hace diez años. Tampoco creí ver un papel que dijese ‘Windsor versus the United States of America.’ La lucha es muy dura –nos pasamos la vida saliendo del clóset, en diferentes circunstancias. Y sin embargo nunca estamos del todo fuera. Se necesitan muchas agallas para ponerse de pie y dejar que todo el mundo sepa –y sobre todo gente a la que uno le ha mentido toda la vida– que uno no es solamente una lesbiana, sino una lesbiana luchando contra los Estados Unidos.” Edith (2011).

Tu deseo es tu revolución


“A mí no me iban para nada los vestiditos rosados, a mí me iban como las pantalonetas. Yo me creía un superhéroe, y como no tenía senos era muy fácil, me dejaba en calzones me ponía un cinturón gruesísimo, me ponía una bayetilla de esas rojas, que en ese momento me quedaban como la capa de supermán. Yo era supermán, nunca súper ellas porque me parecían que eran débiles. Yo siempre salvaba a la princesa, para mí era lo máximo, mi identidad, lo mejor que podía tener.”

Memorias de niñas raras (Documental, 2006. Fragmento del relato de la infancia de Claudia).

Mujeres al borde es un colectivo colombiano de producción audiovisual, con amplia proyección en América Latina. Sus propuestas circulan en las redes sociales, a veces se articulan a través de ellas. La versatilidad de su trabajo es producto no solo de la creatividad de quienes integran el colectivo sino del uso inteligente del crowd sourcing, acciones de flash mob, agencia cultural y trabajo comunitario. Mujeres al borde ha incursionado en la producción audiovisual desde el 2001, en la producción teatral desde el 2005, en la producción radial mediante Podcasts, en la producción editorial y el trabajo educativo a través de sus escuelas (teatro y audiovisual).

“¿Dónde están nuestros cuerpos cuando hacemos activismo, producción cultural y práctica política? ¿Desde dónde hablamos, desde dónde miramos y pensamos, desde dónde creamos y actuamos? ¿Importan los lugares que ocupan nuestros cuerpos, nuestro deseo, nuestras sexualidades, nuestras memorias, en el momento de producir significados con los que quisiéramos transformar el mundo? Y si es así, ¿es necesario hacer visible ese lugar y nuestros desplazamientos por múltiples lugares en aquello que producimos. Ana Lucía Ramírez (2010)

Reunidos en las series documentales Artivismos y Guaia: Reencuentra tu naturaleza, los trabajos de Mujeres al borde se han presentado en diversos países y en Colombia han sido seleccionados dentro de la muestra documental del Ciclo Rosa.

En la producción teatral, la experiencia iniciada en 2005, la iniciativa Queer Teatro Las Aficionadas cuenta con obras presentadas en teatros y calles de Bogotá, algunas de las cuales han hecho parte de campañas educativas de la Alcaldía Mayor de Bogotá.

Ese “estar al borde”, en el borde, desde el borde, admite múltiples lecturas y escrituras posibles: es un cruce de caminos, una frontera múltiple, ese lugar que no es aquí ni allá y al tiempo es aquí y allá, esta imagen evoca la visión doble de Gloria Anzaldúa sobre la frontera: como muro que divide y puente que une. (Prieto, 154) También es el margen, lo que está descentrado, lo que no hace parte del “centro”, lo que ha sido mirado en menos y puesto a un lado, al borde, lo “marginal”, lo “periférico”.

Ana Lucía Ramírez Mateus y Claudia Patricia Corredor, fundadoras de Mujeres al borde iniciaron, quizá sin saberlo, un laboratorio de producción y gestión (agenciamiento) que en una semana está haciendo un taller de guion y producción en Asunción (Paraguay), otra, presentando una muestra de cine en Ibagué y a la siguiente en Santiago de Chile. Mujeres al borde mantiene un trabajo sostenido de creación e intervención social, alimentado por discusiones teóricas que se enriquecen no sólo en ámbitos académicos sino en la vivencia y la itinerancia.

Disentimos del binarismo de género, es decir, no queremos ser ni hombres ni mujeres si eso nos oprime, si eso nos obliga a tener roles, como tú decías, no nos trajeron, nosotras vinimos porque quisimos…así es la gente que trabaja con nosotras.“

Solamente nosotras, con nuestras voces, podemos contar nuestras historias”. Claudia Corredor (2012)

“Mi amor, soy una mujer internacional, bien, chévere, y si me toca mostrar mi cara a mi familia, no me importa porque me conocen como soy, mundial, internacional y pornográfica”.

Instrucciones para perder la vergüenza
(Documental, 2005. Fragmento de una entrevista realizada a una mujer trans participante de la marcha de la ciudadanía LGBT en Bogotá.)

“El camino no es tan difícil a la larga, tiene uno que soportar la discriminación y la homofobia, pero eso se hace a un lado cuando uno está seguro de sus sentimientos y de su pareja, cuando uno atraviesa la puerta de su casa encuentra el paraíso.”

Amaos los unos a los otros
(Documental. Amparo y Amanda, pareja de mujeres con 29 años de convivencia en Bogotá).

El archivo que se abre para contarnos historias. El archivo que se hace como ejercicio de memoria. Las viñetas presentadas para Arcadia, son apenas apuntes para el gran archivo de inclusión ciudadana que la diversidad sexual nos reta a construir. Tal como señalara la Corte Constitucional en 2011: “...[d]eclarar que la dignidad humana representa el primer fundamento del Estado social de derecho implica consecuencias jurídicas a favor de la persona, como también deberes positivos y de abstención para el Estado a quien corresponde velar porque ella cuente con condiciones inmateriales y materiales adecuadas para el desarrollo de su proyecto de vida…”. Es evidente que la opción y la identidad sexual hacen parte de las condiciones inmateriales integrantes de la dignidad humana. 

Noticias relacionadas

Noticias Destacadas

Un ángel en caída libre

Hernán D. Caro. Berlín.

L, es por lesbiana

Carmen Millán.