¿Cómo se construye un asesino?

Existe un nuevo fenómeno cultural: las series documentales que exploran con minucia crímenes particulares. El podcast Serial, sobre el asesinato de la adolescente Hae Min Lee, y el programa de HBO The Jinx, basado en la vida del millonario y presunto asesino, Robert Durst, han sido vistos por millones de personas. Y ahora Netflix se montó en la ola con quizá su proyecto más trascendental hasta la fecha:

Making a Murderer, la trágica historia de Steven Avery, un campesino de Wisconsin que, después de pasar 18 años en prisión por un crimen que no cometió, fue acusado junto a su sobrino de asesinar, violar y mutilar a la fotógrafa Teresa Halbach.

La serie, el resultado de un espectacular trabajo periodístico de diez años realizado por dos exalumnas de la Universidad de Columbia, no solo pone en evidencia la fragilidad del sistema de justicia estadounidense, sino que además expone la cotidianidad de una familia desahuciada y criminalizada, víctima de un señalamiento que, a pesar de la indignación, ocurre con frecuencia alrededor del mundo.