Bolsas plásticas

¿Para qué ha servido el impuesto de la bolsa plástica?

El impuesto al consumo que comenzó a regir desde el 1 de julio tiene satisfechos a unos pero descontentos a otros. Le contamos cómo funciona el tributo y cuáles son los reparos que hay frente a su regulación.

Katherinn Cuervo
30 de agosto de 2017
Getty Images - Cate Gillon | Foto: Getty Images - Cate Gillon

Como la gran mayoría de las noticias, solo se escucha el ruido de las decisiones estatales cuando hay coyuntura y uno u otro gremio o entidad sale a dar sus declaraciones al respecto y solo cuando se echa un vistazo de cómo van las cosas es que el tema se empieza a mover en las conversaciones de pasillo del trabajo, en la hora del almuerzo o en el café de la tarde para el receso.

Eso ocurre con el impuesto al consumo sobre las bolsas plásticas que comenzó a regir a partir del 1 de julio de 2017 y que ha despertado amores y odios en algunas minorías del país, unos a favor y unos encontra por la decisión que tomó el gobierno al legislarlo en la reforma tributaria de 2016Lo que sí es cierto es que es un hecho y gústele o no, en la actualidad los establecimientos como los supermercados o los grandes almacenes están cobrando o mejor recaudando los $20 por la bolsa plástica que lleve a su casa.

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Pero ¿por qué el impuesto? Bien, de acuerdo con el Ministerio de Ambiente, la medida se toma con el objetivo de desestimular el uso de la bolsa plástica en los puntos de pago, con lo cual se espera reducir los impactos ambientales asociados con los residuos generados por las bolsas después de que dejan de usarse”.

Al parecer las bolsas de plástico tienen un alto nivel de toxicidad, porque están compuestas de materiales derivados del petróleo como el polietileno, por tal razón pueden tardar hasta 300 años en descomponerse, esto quiere decir, que las bolsas que se usaron hace menos de una década todavía están en alguna parte del mundo, quizá fueron reutilizadas o simplemente están contaminando los ecosistemas naturales, como los animales del mar que mueren ahogados por enredarse en los plásticos o por comerlos al pensar que es comida para ellos. Es más, la contaminación llegaría a nosotros nuevamente al alimentarnos con alguno de estos animales que fueron pescados en el mar. 

El problema más que la producción de las bolsas ha sido su consumo y su uso irracional, según un estudio elaborado por Minambiente en promedio, cada persona usa 6 bolsas por semana. Esto equivale a 288 cada año, que multiplicadas por los 49 millones de habitantes de este país, da como resultado el uso y el desperdicio casi que inmediato de 14.000 millones de bolsas en ese periodo.

Por eso la importancia de crear una cultura frente al uso de este producto, y es que el tema ambiental con el plástico no comienza ni para con el impuesto, ya que incluso desde 2016 se expidió la resolución 668 del 28 de abril mediante el cual se reglamenta el uso racional de la bolsa plástica, en el que se aclara que: “las bolsas menores de 30x30 deben salir de circulación y deben contar con capacidad suficiente para soportar más peso, así como incluir mensajes alusivos al reciclaje y al cuidado del planeta, logrando disminuir de manera gradual el número de bolsas hasta alcanzar al menos el 60% en los próximos años”.

¿Qué dice el impuesto y cuáles pueden ser sus efectos?

Foto: Getty Images - Matt Cardy

Es en el artículo 512-15 de la reforma tributaria de 2016 se explican las características y detalles de este impuesto. Lo primero que reglamenta son las tarifas, advirtiendo que aumentará gradualmente $10 hasta el año 2020 comenzando desde $20 en 2017.

Por otro lado, es claro en citar que los responsables del impuesto son las personas naturales o jurídicas que pertenezcan al régimen común de IVA y que además que este impuesto en ningún caso puede tomarse como una deducción. Esto quiere decir, que el tendero de barrio que pertenezca al régimen simplificado y tenga ingresos anuales de $104 millones (3.500 UVT) de acuerdo con la DIAN, entidad encargada de recaudar el impuesto, no están obligados a cobrar ni a declarar este impuesto.

Mientras que, los grandes supermercados, grandes superficies, almacenes de comercio de prendas de vestir, calzado entre otros deberán declarar y cobrar el impuesto, y además deberán expedir en la factura el número de bolsas y el impuesto causado.

Las bolsas plásticas que no generan el impuesto son:

  1. Las que su finalidad no sea cargar o llevar productos adquiridos en el establecimiento que la entrega.
  2. Las que sean utilizadas como material de empaque de los productos pre-empacados. Como, por ejemplo, aquellas para las depositar las frutas en los supermercados.
  3. Las biodegradables certificadas como tal por el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, con base en la reglamentación que establezca el gobierno nacional.
  4. Las bolsas reutilizables, que, conforme a la reglamentación del gobierno nacional, posean unas características técnicas y mecánicas que permiten ser usadas varias veces, sin que para ello requieran procesos de transformación.

Sin embargo, Daniel Mitchell, el presidente de Acoplásticos, organización sin ánimo de lucro que reúne a las empresas de las cadenas productivas químicas, asegura que todavía falta reglamentación principalmente en tres ítems:

  1. La norma establece que hay unas bolsas reutilizables que no pagan la tarifa, en este momento está pendiente que el Ministerio de Ambiente explique qué considera que es una bolsa reutilizable.
  2. Cuáles son las bolsas que se consideran biodegradables o cómo certificarlas, puesto que estas bolsas tampoco pagan la tarifa.
  3. No se ha reglamentado cuáles serían las soluciones ambientales que pueden tener descuento de la tarifa (reducirlo a $15 a $10), si son aquellas que un 70% tienen componente de resina virgen y un 30% tiene material reciclado o recuperado, las que tienen beneficios en términos de CO2 o  tienen un mensaje alusivo a la recuperación y la separación de residuos en el hogar. 

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Mitchell además asegura que desde antes del impuesto, el uso de estos productos venía disminuyendo significativamente y esto por cuenta del menor consumo y las campañas ambientales, ya que, según cifras del mismo Acoplásticos, en 2017 ha caído 25% el uso de las bolsas plásticas.

¿Cómo se han visto afectados los productores?

Finanzas Personales habló con Andrés Mauricio Bedoya, jefe de producción de una microempresa que se llama Produbolsas y Rollos S.A.S, con 12 empleados y que lleva en la fabricación de bolsas plásticas cerca de 7 años.

Según cuenta, ellos sí se han visto afectados con la reglamentación del nuevo impuesto, ya que sus ventas se han reducido en aproximadamente el 50% y además afirma que otro factor que ha afectado a las empresas en general, es el IVA del 19%, ya que, la materia prima se puso más cara, lo cual hizo que aumentaran los precios, con la consecuencia que la gente ya no quiere comprar.  

Andrés explica que la razón principal de la caida en las ventas de la empresa, es que ellos le venden al tendero de barrio, a “las personas que tienen una tienda pequeña y que muchas veces ni siquiera pagan sus prestaciones sociales, estas personas dejaron de comprar por desinformación, porque piensan que ellos también deben recaudar el impuesto" y para evitar los procesos en la DIAN o con la gestión de esos $20 de más que pagaría cada cliente, pregieren no comprarlas o comprar menos.

Incluso, pone el ejemplo: “si antes una persona llevaba $500.000 en compras, hoy está comprando $100.000”.  Y es que si algo es cierto es que muchos supermercados o tiendas de barrio optan por poner un aviso en su establecimiento advirtiendo que no hay bolsas o que es preferible que traiga una propia.

Sin embargo, ante los números desalentadores, Produbolsas y Rollos S.A.S ha decidido nuevos planes para amortiguar la caída en las ventas, de acuerdo con Andres, la producción de la compañía está apuntando a la elaboración de los cubrevestidos que se utilizan en las lavanderías.

Pero, la insatisfacción no es solo de él, pues el presidente de la Cámara Colombiana del Plástico, Henry Alberto Duarte, aseguró en entrevista a El Tiempo que “las ventas están afectadas. Se bajaron entre 30% y 40%, solo por las decisiones y la mala información que recibe la gente”.

¿Cuál es su tarea como consumidor?

Foto: Getty Images - Cate Gillon

Mitchell asegura que “la culpa no es del plástico, es del consumidor. No es el producto es el uso que se le da”, ya que es tarea de la gente aprender a reutilizar y reciclar, que no tire las bolsas a los ríos o a las calles, que no use una bolsa por cada elemento que compra, básicamente que le baje al consumo.

Porque la solución no está en eliminar las bolsas o simplemente reemplazarlas por bolsas de tela, porque estas también tienen plástico, la idea es aprender a separar los elementos que van a la basura y ser consciente del uso del bolsa en el día a día, pues “incluso el algodón o el cartón pueden también llegar a afectar el medio ambiente” agrega Mitchell.

Es más, también los productores pueden tomar la labor de reutilizar o reciclar, según nos cuenta Bedoya, ellos lo hacen en un 10% con el proceso de peletización del troquel (las manijas) que sobran de las bolsas. "Lo que hacemos es derretir el plástico por la peletizadora para que quede nuevamente en pepas de polietileno y así poderlo reutilizar en la fabricación de otras bolsas".  

Finalmente, Mitchell agrega que la mejor idea es dar soluciones ambientales en el mercado de las bolsas, avanzar hacia una economía circular, que haya mayor cultura de separación de residuos en el hogar, para que los recicladores hagan bien su trabajo y además hayan unos centros de acopio efectivos.  

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Y si usted está interesado en comprar una bolsa reutilizable para evitar pagar el impuesto, aca le dejamos algunos costos:

  • D1: $1.350
  • Justo&Bueno: desde $950, también hay de $2.400 por mejores materiales y tamaño.
  • En mercado libre las puede encontrar desde $ 400 hasta $2.000
  • En las tiendas de barrio o almacenes en aproximadamente $2.000 o $ 3.500