Aerolíneas
¿Por qué están quebrando las aerolíneas europeas?
En 18 meses, al menos diez compañías tuvieron que cerrar en Europa, según la Asociación Internacional de Transportes Aéreo (IATA).
Las recientes quiebras de compañías aéreas europeas como las francesas Aigle Azur y XL Airways o la eslovena Adria Airways demuestran, según los expertos, la debilidad de un mercado europeo donde la guerra de precios está haciendo caer a las más vulnerables. En 18 meses, al menos diez compañías tuvieron que cerrar en Europa, según la Asociación Internacional de Transportes Aéreo (Iata). "Nuestra industria es frágil, no somos una industria con márgenes importantes. Estamos expuestos a muchos riesgos, incluidos riesgos financieros y económicos", explicó hace una semana a los medios Alexandre de Juniac, el director general de la organización.
De Juniac aseguró también que existe un contexto de "ralentización de la demanda y de aumento de costes" del funcionamiento del sector aéreo. El lunes Adria Airways, la única compañía aérea de Eslovenia, con dificultades financieras desde hacía semanas, anunció su quiebra. En Francia, Aigle Azur, que existía desde 1946, cerró definitivamente por falta de inversores y XL Airways, una compañía de bajo coste nacida en 1995, interrumpió sus vuelos el lunes.
Un avión de la compañía Adria Airways permanece en las pistas del aeropuerto de Liubliana, el pasado 24 de septiembre, día en que la compañía eslovena suspendió todos sus vuelos. Foto: AFP/Archivos / Jure Makovec
En febrero también dejaron de funcionar la compañía alemana Germania y la islandesa WOW Air, que cerró en marzo. La danesa Primera Air y la chipriota Cobalt Air cerraron en 2018. En Alemania, Air Berlin fue absorbida por Eurowings, la compañía de bajo coste de Lufthansa y, en Italia, Alitalia tiene muchas dificultades y sigue buscando inversores.
"Hipercompetencia"
El transporte aéreo vive "un contexto de hipercompetencia", explica a la AFP Mathieu Blondel, un experto en transporte aéreo de la consultora Arthur D. Little. "Además de la competencia feroz entre ellas, las compañías aéreas no están en posición de fuerza para optimizar sus costes", indica el experto. En un estudio publicado hace un año, la consultora Oliver Wyman destacaba las dificultades del sector en Europa, donde las empresas no logran "reproducir las economías de escala de las grandes compañías estadounidenses".
En América del Norte, la consolidación del sector fue súbita, con la quiebra de unas 20 compañías entre 2000 y 2008, víctimas del estallido de la burbuja de internet, de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y más tarde de la crisis financiera mundial, recordó Oliver Wyman.
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Tres aviones de la compañía XL Airways permanecen estacionados en las pistas del aeropuerto de Mánchester, el 12 de septiembre del año 2008 en la ciudad inglesa. Foto: AFP/Archivos / Paul Ellis
En Francia, los profesionales del sector denuncian "el peso de los impuestos y de las contribuciones sociales, muy superiores a la media europea". Para mantenerse en un mercado muy competitivo, los transportistas necesitan, según Mathieu Blondel, cumplir al menos tres de cuatro requisitos: ser ágiles, tener el tamaño suficiente para hacer economías de escala, tener una cuota de mercado importante en su red de trayectos y apoyarse en una marca fuerte.
Según el experto, las tres últimas quiebras, de Aigle Azur, XL Airways y Adria Airways, se explican por uno o varios problemas a la vez, como el hecho de que sus flotas eran pequeñas y costosas o que su tamaño no era lo suficientemente grande. "En el sector aéreo hay relativamente pocas barreras de entrada (...) lo que hace que haya muchas quiebras", explica a la AFP Paul Chiambaretto, profesor de la Montpellier Business School.
"Con la presión sobre el medio ambiente y las tensiones sobre los intercambios internacionales, la industria de las compañías aéreas tiene dudas sobre el crecimiento de la demanda", apunta Blondel, que pide la transformación y la consolidación del sector. Por el momento la Iata sigue augurando un crecimiento importante del número de pasajeros, que debería alcanzar los 8.200 millones de personas en 2037.