CRISIS EN PERÚ
Disolución del Congreso del Perú: ¿Qué desafíos económicos afronta el país sudamericano?
Generar confianza entre los actores económicos y definir las medidas para reducir el déficit fiscal son algunos de los retos que tiene el Gobierno de Martín Vizcarra. Un Análisis del periodista peruano Hugo Flores.
La disolución del Congreso de la República del Perú ha sido uno de los momentos de convulsión política más relevantes del país sudamericano en años recientes. Aunque todavía la legalidad de la medida podría ser revisada por el Tribunal Constitucional (TC) de la nación andina, el Gobierno central, encabezado por el presidente Martín Vizcarra,sigue operando.
De hecho, el día de ayer, presentó a su nuevo gabinete de ministros, entre los que figura Maria Antonieta Alva, nueva titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Si bien la turbulencia política bajaría revoluciones al menos durante las siguientes semanas, el país tiene varios desafíos económicos que superar.
Según los expertos, una primera acción que debe priorizar el Poder Ejecutivo es dar señales de que el modelo económico no se cambiará. En ese punto ya se ha avanzado, debido a que el presidente del Consejo de Ministros, Vicente Zeballos, aseguró que el Gobierno no tiene la intención de modificar la política económica.
Para Guillermo Dulanto, docente de la Universidad de Piura (Udep), es igual de importante que la nueva ministra de Economía, aparte de dar un mensaje claro sobre el tema anterior, indique cuál será su política económica con respecto, principalmente, al déficit fiscal. “No es que el Perú esté en la peor posición comparado con otros países de la región, pero el Gobierno se fijó como meta llegar al 2021 con un déficit fiscal de 1%, algo que ahora ya parece casi imposible”, señala el catedrático.
De acuerdo con Alonso Segura, extitular del MEF, otro desafío es hacer que el aparato público siga funcionando, especialmente el vinculado con el Gobierno central. Igual de relevante, según Segura, es “aterrizar las expectativas” de los inversionistas privados, ya que ellos tienen un papel clave en la generación de empleo.
Para Segura, es fundamental que el Gobierno aclare o defina las decisiones políticas que tomaría en el mediano plazo, como el posible adelanto de elecciones generales (una propuesta sigue en la agenda del Poder Ejecutivo, según declaró Vizcarra hace unos días), ya que ello permitiría aminorar la incertidumbre. Asimismo, el exministro señala que el pronunciamiento del TC sobre la constitucionalidad de la disolución debería darse lo antes posible.
Pensando en el mediano y largo plazo, Dulanto sostiene que es necesario iniciar un proceso de reforma integral del Estado peruano, ya que ahora, tal como está, no funciona en lo absoluto. “Sin embargo, soy muy escéptico en este último punto, ya que ni el Ejecutivo ni el Congreso, durante estos años, mostraron interés por un tema que es clave en el desarrollo de la sociedad”, opina.
El hecho de que el Poder Ejecutivo tenga facultades para legislar -ante la ausencia del Congreso- le proporciona un mayor margen de maniobra económico. “Es una oportunidad de oro para sacar adelante reformas que consideren necesarias”, dice el extitular del MEF. Es crucial, sin embargo, que exista mucho criterio y transparencia sobre los proyectos. “Tienen que ser juiciosos”, afirma Segura.
Plaza atractiva
Pese a la coyuntura política, diversos expertos consideran que el Perú todavía es una plaza atractiva para las inversiones. “Lo positivo en el Perú es que la crisis política vivida los últimos años ha afectado en menor medida el desempeño económico. La plaza peruana sigue siendo uno de los top picks regionales. Continúan entrando muchos capitales extranjeros -por ejemplo, de Chile- aprovechando la estabilidad macroeconómica”, dice Jorge Ramos, CEO de BBVA Bolsa, una casa de bolsa que opera en el país andino.
Según Ramos, lo ocurrido en los últimos días era un desenlace que, lejos de ser una sorpresa para los inversionistas bursátiles, era algo que el mercado estaba esperando y que ya venía siendo descontado. “Sí creemos que habrá un último coletazo de volatilidad generado por algunos inversionistas más conservadores. Sin embargo, consideramos que podemos estar ya cerca de un punto de inflexión y, por lo tanto, del rebote del mercado”, dice el ejecutivo.
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Aunque la economía podría desacelerarse (algunos analistas proyectan un crecimiento de solo 2% para este año y ya no de 2,5%), existe consenso entre los especialistas que el performance peruano destacará respecto al de otros países de la región en 2019. Sin duda, proyecciones positivas que no deberían provocar que el Gobierno se descuide en frentes como la inversión pública (su gran talón de Aquiles) o el equilibrio fiscal.