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¿Donald Trump es realmente bueno para los negocios?
Pese a que suele presumir de su éxito, la trayectoria empresarial del candidato republicano en las elecciones presidenciales de Estados Unidos muestra resultados mixtos y no ha estado exenta de polémicas.
"Yo soy muy rico" es una de las frases que más ha repetido durante el último año el candidato a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano, Donald Trump.
El magnate inmobiliario ha basado gran parte de su oferta electoral para llegar a la Casa Blanca en la idea de que es un empresario exitoso y que eso puede trasladarlo a la economía y al manejo del gobierno de EE.UU.
"Soy candidato a la presidencia en un país que, en esencia, está en la bancarrota y necesita de un hombre de negocios exitoso", dijo en una entrevista con la revista Rolling Stone.
Este discurso, sin embargo, ha sido puesto en duda recientemente por dos de los 10 hombres más ricos del mundo: Warren Buffet, quien ocupa el tercer lugar en la lista de los mayores multimillonarios del mundo, y Michael Bloomberg, quien aparece en el octavo puesto en esa misma lista en la que Donald Trump aparece en la casilla 324.
Hace unas semanas, durante un mitin en apoyo a la candidata presidencial del Partido Demócrata, Hillary Clinton, Buffet recordó los problemas financieros que se produjeron cuando Trump creó en 1995 la empresa Trump Hotels & Casino Resorts, que cotizaba en bolsa.
"Esa fue la única vez que Donald Trump acudió a los estadounidenses y dijo ‘soy un ganador, inviertan en mi compañía‘… Durante los siguientes 10 años, la empresa perdió dinero año tras año. Él obtuvo US$44 millones en compensación.La gente que creyó (en él) terminó perdiendo 90 céntimos por cada dólar", dijo Buffet.
El millonario hacía referencia a la compañía que luego se transformó en Trump Entertainment Resorts, la cual ha sufrido dos de las cuatro declaraciones de bancarrota hechas por las empresas de Trump desde 1991.
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A finales de julio, durante la Convención Nacional Demócrata, Bloomberg también cuestionó la trayectoria empresarial del aspirante republicano.
"A lo largo de su carrera, Trump ha dejado un bien documento historial de quiebras, miles de pleitos legales, accionistas molestos, contratistas que se sienten engañados y clientes desilusionados que se sienten estafados", dijo.
"Trump dice que quiere llevar a la Nación como lleva sus negocios. ¡Dios nos ayude!", agregó Bloomberg.
Buena fortuna
Pero, ¿cuán exitoso ha sido como empresario Donald Trump?
Según su equipo de campaña, la fortuna del magnate inmobiliario alcanza losUS$10.000 millones.
Esa cifra no coincide con las estimaciones de la lista de millonarios de la revista Forbes, que le atribuye US$4.500 millones, ni con el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, que calcula su patrimonio en unos US$2.900 millones.
No se trata en ningún caso de montos despreciables. Sin embargo, hay quienes consideran que la fortuna del candidato republicano debería ser mucho mayor.
Un análisis hecho por la agencia de noticias Associated Press (AP), sobre la base de datos de Forbes, estima que desde 1988 hasta la actualidad Trump ha cuadruplicado su fortuna, al pasar de US$1.000 millones a US$4.000 millones.
Es una ganancia importante que, sin embargo, parece pequeña al ver lo que ha logrado hacer con su fortuna Bill Gates, que pasó en el mismo periodo de US$1.000 a US$80.000 millones, o el propio Warren Buffet, cuya riqueza se incrementó de US$2.500 millones a US$68.000 millones.
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Según ese análisis de AP, si Trump simplemente hubiera invertido todo su dinero en un fondo de inversiones como el S&P500 en 1988, ahora su fortuna sería de US$13.000 millones. Sin haber tenido que mover un dedo.
"Trump no lo ha hecho ni remotamente tan bien como otros magnates estadounidenses o, incluso, como un típico jubilado de clase media que haya seguido buenos consejos financieros, según muestra el análisis de los números de las últimas cuatro décadas", escribió Max Ehrenfreund en un análisis sobre la fortuna de Trump en The Washington Post.
"Él es un multimillonario a pesar de su pobre desempeño debido a que, cuando empezó su carrera, su padre ya había construido un colosal imperio de bienes raíces. Además, la riqueza que Donald Trump ha acumulado desde entonces ha sido, en ocasiones, a expensas de los contribuyentes o de los bancos e inversionistas que le han prestado dinero", agregó.
Ayuda familiar
La herencia y la ayuda de su padre, Fred Trump, tiene un papel relevante en el origen de la riqueza del candidato republicano.
El propio Trump así lo ha admitió durante un mitin en octubre, en el que reveló que su padre le hizo un "pequeño préstamo" de US$1 millón para que empezara a trabajar.
Según Zoe Thomas, de la sección de Economía de la BBC, Trump no sólo obtuvo sus recursos sino también su forma de hacer negocios de su padre, quien se hizo millonario construyendo viviendas para trabajadores de bajos recursos en Nueva York.
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Gwenda Blair, biógrafa de Donald Trump y autora del libro "Los Trump", cree probable que la decisión del ahora candidato republicano de pasar de hacer viviendas económicas a construir torres de lujo en Manhattan también haya sido influida por su padre.
"Donald Trump dependía de los recursos de su padre. Le necesitaba para que le sirviera de fiador y dependía de sus conexiones políticas y con el sector financiero", expuso Blair.
Una marca reconocida
En lo que sí ha sido muy exitoso Trump es en haber hecho de su nombre una marca reconocida.
"Él se presenta como un magnate de los bienes raíces, pero el grueso de sus ganancias procede del valor de su marca, que él comenzó a construir en la década de 1980", dice Zoe Thomas de la BBC.
Desde joven el ahora candidato republicano fue incrementando su presencia en los medios de comunicación.
En 1987 su celebridad aumentó gracias a la publicación de su libro "El arte de la negociación" y luego su fama se hizo aún mayor tras su participación durante 14 temporadas en "El Aprendiz" (The Apprentice), un reality show de televisión muy popular en EE.UU.
En la década de 1980, la Organización Trump comenzó a vender licencias para el uso de su nombre a compañías de diversos sectores, por lo que su presencia se multiplicó en productos tan diversos como corbatas, agua embotellada, carne y edificios.
Gracias a esa estrategia, el magnate obtiene notoriedad e ingresos por permitir que, por ejemplo, hoteles o compañías de alimentación, que en realidad no le pertenecen, usen su nombre.
La entrada de Trump en la carrera presidencial parece haber beneficiado también a sus negocios, a juzgar por el incremento de los ingresos de sus empresas enUS$190 millones, registrado entre enero de 2015 y mayo de 2016.
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Sin embargo, esa cercanía entre Trump y su marca entraña a la vez una oportunidad y un riesgo pues probablemente la marcha de los negocios resultará afectada por el desenlace de la carrera presidencial.