MEDIO AMBIENTE
¿Sabe qué pasa con los dispositivos electrónicos que dejó de usar?
¿Se ha preguntado a dónde se van los aparatos electrónicos que ya no usa? Esos aparatos se están convirtiendo en un alarmante problema para el mundo.
Desde hace varios años, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), que es la agencia especializada de la Organización de las Naciones Unidas para la tecnología de la información y las comunicaciones, ha venido presentando The Global E-Waste Monitor, que evalúa los desechos electrónicos globales, políticas y estadísticas.
Esa basura tiene una particularidad frente al resto: muchos de los elementos con los que fabrican los aparatos electrónicos son sustancias tóxicas y que afectan gravemente el medio ambiente. En algunas ocasiones, son incluso una amenaza para la salud de los seres vivos.
El informe busca concientizar sobre el creciente problema mundial, del que hacen parte desde baterías, hasta celulares, computadores, televisores neveras y todo tipo de elementos electrónicos.
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El más reciente reporte muestra que en 2016, se generaron 44.700 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos, 3.300 millones de toneladas métricas (8 por ciento) más que en 2014. En 2016, solo alrededor del 20% de toda la basura electrónica fue reciclada.
Los expertos prevén un aumento adicional del 17% hasta 52.200 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos para el 2021.
Uno de los aspectos positivos del informe es que cada vez hay más países que legislan sobre la basura electrónica. En estos momentos, el 66% de la población mundial, asentada en 67 países, está cubierta por leyes nacionales de gestión de basura electrónica. En el 2014 ese porcentaje era de 44%.
Según la UIT, las políticas y la legislación nacionales sobre desechos electrónicos desempeñan un papel importante ya que establecen normas, directrices y obligaciones para regir las acciones de las partes interesadas que están asociadas con los desechos electrónicos.
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La evaluación también informa que las bajas tasas de reciclaje pueden tener un impacto económico negativo, ya que los desechos electrónicos contienen abundantes depósitos de oro, plata, cobre, platino, paladio y otros materiales recuperables de alto valor. Se estima que el valor de los materiales recuperables contenidos en los desechos electrónicos generados durante 2016 fue de US$55.000 millones, que es más que el Producto Interno Bruto de la mayoría de los países del mundo.
Reutilizar y reducir
Las personas pueden aportar desde su acción individual a este problema colectivo y así mitigar el daño. Algunas de las recomendaciones son tratar de disminuir cambiar frecuentemente de dispositivos si realmente no es necesario.
Otra de las alternativas es, cuando se pueda, es identificar las oportunidades en las que se puedan reutilizar aparatos electrónicos o adquirir productos reutilizados.
En Colombia un estudio realizado por el portal de clasificados OLX y la marca CO2 Cero, reportó que por la compra de artículos usados (no específicamente electrónicos), los colombianos lograron evitar la emisión de aproximadamente 258.591 toneladas de CO2e (unidad universal que mide el grado de liberación de gases efecto invernadero).
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Para el estudio se calcularon las emisiones de CO2e evitadas por la reutilización de los 11 artículos más vendidos en la plataforma OLX Colombia.
“No hay una conciencia real de como la reutilización de artículos como celulares, consolas, tablets y hasta camisetas y zapatos ayuda a evitar las emisiones de gases efecto invernadero y con ello, el avance del calentamiento global. La iniciativa de OLX de realizar este estudio fue precisamente demostrar que dándole continuidad al ciclo de vida de artículos usados se puede generar un impacto positivo, a gran escala”, afirmó Andrés Buitrago, gerente de OLX para el Norte de Latinoamérica.
De acuerdo con los resultados, las neveras usadas fueron los objetos que más significaron un ahorro en CO2e con un 63% (164.731 toneladas), dado el contenido de gases refrigerantes. Seguido de las consolas con un 17% (43.879 toneladas) y con un 6% televisores (15.243 toneladas) y portátiles (14.571). Bicicletas, zapatos y camisetas fueron evaluados y se encontró que con ellos también había un ahorro de emisiones de aproximadamente 9.408 toneladas.