REGIONES
La inversión en los Llanos colombianos crece al ritmo de joropo
Nuevas inversiones en agroindustria, comercio y construcción mantienen el ritmo de crecimiento y empleo en la región llanera. Panorama.
No todos los malos presagios sobre el desempeño de la economía llanera, a raíz de la caída de los precios internacionales del petróleo y la menor inversión de las empresas del sector, se están cumpliendo. A juzgar por el crecimiento que registran en la región sectores como la construcción, el comercio y la agroindustria, ya varias de esas amenazas parecen estar conjurándose.
Ni la reducción en los giros de regalías para la región –cercano a 28% este año– ni las menores inversiones de las empresas petroleras que allí operan han cambiado el signo positivo a la actividad productiva en el Llano.
La inauguración del nuevo centro comercial Primavera Urbana de Villavicencio –a comienzos de julio–, con una inversión cercana a los $300.000 millones; la llegada de constructoras como Prabyc y Amarilo –que construirá una ciudadela con 8.000 viviendas– y la próxima puesta en operación de la nueva planta de sacrificio de La Fazenda, en Puerto Gaitán, hacen parte de una nueva ola de proyectos productivos que están dinamizando la economía.
Clara Leticia Serrano, directora de Asorinoquia, asegura que los nuevos proyectos de empresarios y gobierno regional para ‘despetrolizar’ la economía llanera están comenzando a dar buenos frutos “y eso se nota en la dinámica empresarial en lo corrido del año”.
Cifras de la Cámara de Comercio de Villavicencio indican que en el primer trimestre el número de empresas matriculadas creció 28%, mientras que el capital de estas nuevas empresas aumentó 66,9%. En este informe se destacan las nuevas inversiones en proyectos agroindustriales, con una variación de 172,7%; construcción, con 37,7%; educación, con 3.156%, y hoteleros, con 222%.
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Jorge Andrés Arango, director de evolución empresarial de la Cámara de Comercio de Villavicencio, asegura que, aunque la región ha sido golpeada por la desaceleración de los negocios petroleros –cuyo principal impacto se nota en el desempleo–, las nuevas apuestas “se convierten en una buena alternativa para el departamento y en fuente de ingresos importante para dinamizar otras áreas”.
Tres sectores protagonizan el nuevo amanecer llanero: comercio, construcción y agroindustria. Por el lado del comercio, la ola de crecimiento arrancó en agosto del año pasado con la puesta en marcha de Viva Villavicencio, el centro comercial en el que se asociaron Almacenes Éxito y Conconcreto para construir un proyecto de 131.000 m2 de área construida y 145 locales comerciales, incluido un hipermercado Éxito como almacén ancla. En este centro comercial se invirtieron $230.000 millones y en su operación se generan más de 1.200 empleos para la región.
Primavera Urbana, que se inauguró a comienzos de julio, es otra de las grandes inversiones. Camilo Manrique, su gerente, explica que en este centro comercial se invirtieron más de $280.000 millones y cuenta con 175 locales comerciales –en los tres primeros pisos– y 240 oficinas. Además de contar con marcas que por primera vez llegan a la capital del Meta, contará con almacenes ancla como Falabella y Carulla.
Miryam Barbosa, directora de Fenalco regional, destaca que la apertura de los nuevos centros comerciales genera una nueva dinámica comercial y, de paso, se convierte en una alternativa para los habitantes de los ocho departamentos llaneros que tienen en Villavicencio su puerta de entrada.
Aunque la directora de Fenalco reconoce que el comercio se ha visto afectado en la región y sus tasas de crecimiento se alejan del 11% que se registró entre 2011 y 2014, se mantiene en 4,5% al cierre del primer semestre, lo que aún anima a los empresarios locales.
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La construcción también se mueve en los llanos. Además de los nuevos centros comerciales, dos proyectos están concentrando la atención: por un lado Centro Torre 33, con 240 oficinas y locales comerciales; y, por el otro, La Vorágine, que ofrece locales comerciales y consultorios.
Sandra Celis, directora de Camacol Meta, destaca que en el segundo trimestre de este año la venta de vivienda nueva tuvo su mejor registro de los últimos cuatro años. Aunque reconoce que la desaceleración del negocio petrolero ha impactado la vivienda de estratos 5 y 6, destaca el fuerte movimiento en la construcción de vivienda para estratos 2, 3 y 4, que concentra el interés de los llaneros.
Además de firmas locales como el Grupo BGR, Hexágonos del Llano, Santa Lucía Inversiones, Construcorp y otras que adelantan proyectos no solo en Villavicencio sino en Restrepo y Acacías, firmas de Bogotá como Prabyc y Amarilo han decidido desarrollar complejos habitacionales de gran magnitud.
Mientras Prabyc construye 48 apartamentos en el condominio Le Club y levantó otras 78 unidades en Montebello, Amarilo avanza con varios proyectos; por un lado, Hacienda Rosa Blanca, de vivienda de interés social, en asocio con Construcorp, levanta 17 torres de apartamentos en el proyecto Llano Alto y además se hizo a un lote de 104 hectáreas donde planea desarrollar una ciudadela de 8.000 viviendas que contará con comercio, zonas para colegios y servicios de salud y recreación, entre otros.
En el tema agroindustrial, La Fazenda, una de las pioneras en el desarrollo de proyectos agroalimentarios en el Llano, avanza en la construcción de su planta de sacrificio de porcinos que, según su gerente, Jaime Liévano, inicialmente arrancará con 240 cerdos por hora y podría llegar a 10.000 en un día. Esta inversión se estima que supera los $30.000 millones.
El director de evolución empresarial de la Cámara de Comercio de Villavicencio, Jorge Andrés Arango, destaca además los proyectos de biocombustibles que se desarrollan en la región, comenzando por la planta de Aceites Manuelita en el municipio de San Carlos de Garagoa, que opera desde junio de 2009 y genera unos 5.512 empleos directos; la planta La Paz, que se desarrolla en el mismo municipio y tendrá capacidad de 70.000 toneladas de biodiesel por año; así como la planta El Alcaraván, que construye Bioenergy en Puerto López.
También señala que “en la región se están abriendo nuevos caminos para los bionegocios, de manera que existen varias empresas que están adelantando proyectos importantes en temas de alimentación, cosmética y salud”.
Para Camilo Manrique, gerente de Primavera Urbana, la urgencia que vieron los empresarios de la región por ‘despetrolizar’ la economía llanera los ha llevado a ser mucho más ingeniosos e innovadores y a poner en práctica aquello de que cada crisis trae su propia oportunidad.