TASAS DE INTERÉS
Los reproches al Banco de la República por seguir subiendo tasas
No solo fue el presidente, ya son varios los representantes empresariales que están pidiendo una pausa ¿Por qué?
Varios representantes gremiales están pidiendo al Banco de la República que detenga el alza en las tasas de interés pues temen que sus ventas se reduzcan y la economía se desacelere.
La tasa de referencia en Colombia ha subido sin pausa desde septiembre de 2014, con lo que ya casi se completan dos años de ‘apretón’. Actualmente están en 7.75%, su nivel más alto desde 2009. La subida busca controlar las expectativas de inflación para que los precios vuelvan a estar bajo control.
La lista de ‘reproches’ al Emisor por parte de los empresarios incluye el miedo a que los consumidores se desanimen o a que la inversión privada sufra.
“Una tasa demasiado alta conduce a que todos los sectores aumenten el precio de sus productos y servicios para asumir el costo financiero que se genera por los intereses desbordados”, expresó Luis Aurelio Díaz, gerente de la constructoa Oikos.
Por su parte el presidente de la Andi, Bruce McMaster, lleva varias semanas saliendo a la prensa a decir que las tasas han llegado demasiado alto. Para el presidente de Fenalco, Guillermo Botero, la subida de las tasas de interés hará que los colombianos ‘guarden’ la tarjeta de crédito en la mesita de noche y las ventas del comercio pueden verse afectadas. Finalmente el presidente de la SAC, Rafael Mejía, señala que las elevadas tasas van a restringir el acceso al crédito para los campesinos.
¿Qué tanta razón tienen?
Seguir o no con los incrementos de tasas es la discusión más importante al interior de la Junta Directiva del Banco de la República.
De hecho, las últimas subidas de tasas no han contado con el apoyo de todos los integrantes del directorio y en la última sesión la opción de ‘pausa’ obtuvo tres votos.
Los directores que votaron por mantener estables las tasas argumentaron que el nivel de los tipos de interés ya era “alto” en julio y que la economía probablemente va a recibir nuevos golpes en el futuro: la reforma tributaria, el recorte al presupuesto y el bajo crecimiento de los socios comerciales.
Sin embargo, con una inflación disparada y las expectativas fuera de la meta, la mayoría de los codirectores prefirió seguir la senda de los incrementos. La inflación subió al 8.67% gracias a los precios de los alimentos pero también a los bienes regulados y a los no transables. Por su parte las expectativas de inflación a un año subieron a 4,61%.
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Se espera que en el segundo semestre del año los precios de la comida se normalicen y la bomba inflacionaria comience a ceder.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, es el principal impulsor de esta teoría y ha estado visitando centrales de abasto para demostrar que el suministro de alimentos ya se recuperó del paro camionero.
“Nosotros creemos que con la tasa de interés actual se ha cumplido el cometido de la política monetaria, asegurar que el próximo año la inflación vuelva a estar en el rango meta entre el 2% y 4%”, dijo Cárdenas.