En el ojo del huracán: Graves acusaciones contra James Franco y Robert de Niro

Este viernes Robert de Niro y James Franco, dos de los actores más reconocidos de Hollywood, se despertaron en medio de una tormenta judicial. 

De Niro, quien actualmente anda promocionando Joker y  The Irishman, la película de Martin Scorsese para Netflix en la que aparece junto a Joe Pesci y Al Pacino, está en problemas por culpa de Graham Chase Robinson, una ex empleada de su productora a la que el propio actor había demandado hace un mes porque supuestamente se la pasaba viendo Netflix en el sitio de trabajo.

Pero ahora, Robinson contraatacó y dice que De Niro la maltrataba y la discriminaba en el trabajo por el solo hecho de ser mujer. Según ella, el actor la insultaba, la trataba mal, le ponía hacer labores domésticas y la llamaba ‘perra’, ‘coño’ (haciendo referencia a que era un órgano sexual femenino) y mocosa. 

Además, dice que trataba mucho mejor a los hombres y que hacía chistes sexistas en frente de todos los empleados. “Robert De Niro es alguien que se ha aferrado a las viejas costumbres -dice la demanda-. No acepta la idea de que los hombres deben tratar a las mujeres como iguales y no le importa que la discriminación de género en el lugar de trabajo viole la ley”.

Según los abogados de Robinson  ella renunció a su trabajo y amenazó a De Niro con denunciarlo por acoso laboral, y en respuesta, el actor se adelantó y la demandó por supuestamente gastar la mayoría de horas de la oficina viendo Netflix.

Ambas demandas siguen su curso y las cortes tendrán que determinar quién es el culpable.

El caso de James Franco

El caso de Franco parece mucho más grave. Ya en 2018, cuando asistió a los Globos de Oro con un pin de ‘Time’s Up’, la campaña contra el abuso sexual en Hollywood, varias actrices lo habían acusado de hipócrita. 

Unos días después cinco mujeres que habían sido sus alumnas en un curso de actuación dijeron que el las presionaba a desnudarse para darles papeles importantes. 

Pero ahora, dos nuevas mujeres lo demandaron y sus acusaciones van más allá: dicen que él se aprovechó sexualmente de ellas cuando estuvieron en su curso de actuación y que el taller siempre se desarrolló en medio de un “un ambiente de acoso y explotación sexual tanto dentro como fuera de las clases”.

Según ellas, el actor solía darles lecciones para filmar escenas sexuales que consistían en simular una relación íntima de una forma que “iba mucho más allá de los estándares de la industria”, y alguna vez habría llegado a filmar una orgía en la que él les practicaba sexo oral a varias mujeres.

Por eso, las mujeres no solo piden una indemnización, sino que también exigen que les devuelvan cualquier tipo de material fílmico que esté en manos de la escuela de Franco. 

Hasta ahora, el actor no se ha pronunciado sobre las fuertes acusaciones.