ENFOQUE

La revelación de Castilla

La sensación de de la próxima parada taurina en Medellín es Juan Pablo Correa Sánchez, un joven torero con una historia que vale la pena contar.

13 de febrero de 2016
| Foto: Verónica Sierra

Este domingo 14 de febrero, los asistentes a la plaza de La Macarena de Medellín verán a un torero con una historia particular, llamado Juan Pablo Correa Sánchez. Nació en 1994 en el hogar de un albañil y un ama de casa en el barrio Castilla, en la comuna noroccidental. De niño su papá le pidió acompañarlo a construir el palco de una pequeña plaza en un criadero de toros de lidia, y Juan Pablo quedó enganchado. Sin dinero entrenó en la Escuela Taurina de Antioquia bajo el amparo de José Fernando Arango, matador reconocido entre los aficionados paisas. Tanto talento vio Arango en el adolescente, por entonces conocido como Juan, el de Castilla, que le escribió una carta al maestro Fernando Botero para que auspiciara un viaje del joven a España. Botero les regaló pasajes y la manutención por un año. Juan de Castilla, como hoy se llama, vive desde entonces allá, precisamente en esa región. Este domingo tendrá su primera presentación en su ciudad natal, y muchos dicen que será la próxima revelación de la tauromaquia nacional.