Kakito, el joven que fue capaz de unir a los hinchas del fútbol colombiano

Juan Camilo Laverde viajó a Lima con la ilusión de ver la clasificación de la Selección Colombia al Mundial de Rusia 2018. El joven de 17 años cumplió su cometido y pudo vivir el vibrante encuentro en el que la Selección ermpató con su similar de Perú y obtuvo el cupo a la cita mundialista desde la tribuna del Estadio Nacional.

Lo que no sabía el joven, conocido como Kakito, es que dos días después su destino iba a tener un desenlace fatal. Cuando caminaba en la madrugada del sábado 14 de octubre por el Puente Benavides con Panamericana Sur un vehículo lo atropelló causándole la muerte.

Según las autoridades peruanas el vehículo se dio a la fuga sin socorrer al colombiano que falleció por las heridas causadas por el atropellamiento. Dos compañeros de viaje avisaron a los padres de Juan Camilo que iniciaron el trámite para repatriarlo.

Juan padre viajo desde Mitú a Lima pidiendo plata prestada. Allí, además del dolor por la pérdida de su hijo, se encontró con la cruda realidad de que necesitaba aproximadamente 2.400 dólares para repatriarlo.

Al hombre acudió a la Embajada de Colombia en busca de ayuda pero allá le dijeron que debía esperar un estudio que podía tardar más de un mes para aprobarse. La única alternativa que encontró fue firmar un contrato con una empresa peruana que le djo que podía esperar hasta el viernes 20 de octubre para trasladar el cuerpo.

La historia se hizo viral en las redes sociales de los hinchas de Nacional a través de varias publicaciones en las que se explicaba la complicada situación de la familia del hincha fiel del equipo verdolaga.

Fue tanto el impacto que generó que no solo los hinchas de Nacional compartieron la historia sino que las redes de los hinchas de otros equipos también la difundieron con buena respuesta de los seguidores, que sin importar colores y camisetas, mostraron su interés de ayudar.

Martha Sonia Huertas, madre del niño, confirmó que se había cumplido el cometido de recaudar el dinero para traer el cuerpo y pidió que le permitieran hacer el velorio en familia pues la sala de velación es muy pequeña.

La lección que queda es que cuando los hinchas son capaces de olvidarse de los colores de los equipos pueden ser muy solidarios y que el fútbol es un motivo de unión frente a esta clase de tragedias.