LAS PRIMERAS HUELLAS

LOS ALLANAMIENTOS DIRIGIDOS POR EL CORONEL CARLOS ALFONSO VELASQUEZ AL CARTEL DE CALI EN 1994 PERMITIERON RECAUDAR LAS PRIMERAS PRUEBAS DEL PROCESO 8.000...

3 de junio de 1996

El primer golpe fuerte, aplicando estrategia de aproximación indirecta, se propinó el 18 de mayo en horas de la noche cuando se allanó el apartamento 101 del edificio Kris, localizado en la calle 18N Nº 9N-46, donde funcionaba un centro de comunicaciones y sistemas de la organización de José Santacruz Londoño. Allí se incautaron dos centrales de computadores, dos centrales sistematizadas de comunicaciones y un vehículo blindado. Por la importancia del material, esa misma noche fue trasladado a la Brigada de Inteligencia del Ejército en Bogotá. Y, ante la ausencia de técnicos para romper las claves de acceso a la información almacenada, que se preveía era de vital importancia tanto desde el punto de vista de inteligencia como jurídico, la Fiscalía envió lo incautado a Estados Unidos con el fin de que allí fuesen rotas las claves y así obtener la información para el correspondiente proceso. El vehículo blindado tenía papeles de propiedad a nombre del señor brigadier general (r) Jorge Salcedo Victoria, pero el carro era utilizado por su hijo Jorge Salcedo Cabrera, quien más adelante, según informaciones de prensa, se entregaría a las autoridades norteamericanas.
En la mañana siguiente hubo una inusual romería de abogados y gran cantidad de llamadas en la dirección regional de la Fiscalía de Cali, averiguando por el paradero del material incautado. Para el analista eso quiere decir: "Información muy importante hay almacenada en dichas centrales, pues la mafia está nerviosa", es decir, recibió un golpe sicológico.La telaraña de la red de seguridad y de inteligencia se fue armando cruzando la información de fuentes humanas con las de la parte técnica. Entre los campos que comprende la última jugó un papel muy importante la interceptación que se logró del beeper perteneciente al mayor retirado del Ejército Luis Mario Delvasto, quien en la organización se hacía llamar 'Pedro' o 'Arturo'.
Los primeros análisis de las interceptaciones concluyeron, entre otros aspectos, que 'Pedro' o 'Arturo' era un hombre muy importante en la organización y sus tareas estaban relacionadas principalmente con seguridad y manejo de penetraciones o infiltraciones en organizaciones de seguridad del Estado. De otra parte, las personas o alias que le colocaban mensajes, en una alta proporción, no suministraban teléfonos. Cuando lo hacían, salvo contadas excepciones, era porque éstos no eran los de su lugar habitual de trabajo o residencia sino alguno prestado, o porque la ubicación real del teléfono no correspondía a la dirección registrada oficialmente en la empresa de teléfonos. Finalmente, en un lapso de dos meses y medio, Miguel Rodríguez Orejuela sólo colocó o hizo colocar un mensaje que decía: "Comunicarse con don Manuel a la gerencia"; durante el mismo lapso los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez, probablemente con José Santacruz, estaban en Bogotá, y colocaron un mensaje así: "Comunicarse con los abuelos en Bogotá" (...)
En un partido
El 18 de junio en la noche se transmitía por televisión un partido de fútbol en el que jugaba Colombia en el marco del campeonato mundial. Conociendo la pasión de los hermanos Rodríguez Orejuela por este deporte, y debido a que uno de los agentes de inteligencia en una pasada por el sector de la casa la víspera había observado un pick-up cargado con algún material entrando por una de las puertas del muro, se concluyó en la siguiente hipótesis: "Posiblemente en la noche se realizaría una reunión para ver el partido, en la cual podría estar presente alguien importante en la red de seguridad y eventualmente uno de los hermanos Rodríguez".Se solicitó la orden de registro a la Fiscalía regional y se realizó la operación a la 9 p.m. Al entrar, se evidenció que se trataba de una gran mansión en remodelación, en ese momento con sólo un celador de la compañía de seguridad privada 'Hércules'. En la casa solía vivir Amparo Arbeláez, la segunda esposa de Miguel Rodríguez, con sus hijos María Fernanda, Juan Miguel y Carolina, y esporádicamente el capo. Sin embargo en un sector interior se encontró una oficina que resultó ser en la que con frecuencia laboraba la mujer que se identificaba como 'Ana' en los mensajes al beeper de 'Arturo'.Del material incautado en esta operación cabe resaltar una copia del proyecto Alfa de los laboratorios Kressfor S.A., enviada con oficio del 8 de junio de 1994 dirigida al 'Doctor M.R.O.' (Miguel Rodríguez Orejuela) en su condición de miembro de la junta directiva; cuatro libros obsequiados con dedicatoria al mismo por Matilde Espinosa, Fabio Lloreda Bonilla, Luis Carlos Pérez y Carlos Jiménez Gómez. El libro de éste último fue el que escribió respecto al caso del Palacio de Justicia. Finalmente, y lo más importante para la estrategia que se estaba ejecutando, se incautó una CPU de un computador en cuyos archivos, después de romper claves, se encontraron nóminas de empleados de la organización, entre los que se encontraban conductores, jardineros, miembros de la seguridad, etc. En estas nóminas se encontró el alias del mayor (r) Delvasto y los apellidos o alias de otros suboficiales retirados del Ejército, camuflados con el título de 'ingenieros'.
Analizados los archivos de la CPU de 'Ana' y cruzando la información con lo obtenido en los mensajes del beeper de 'Arturo' se llegó a la conclusión de que entre los miembros de la seguridad de Miguel Rodríguez jugaban un papel relativamente importante tres suboficiales retirados del Ejército: el cabo primero Jorge Flórez, el sargento primero Jorge Enrique Galíndez y el sargento primero Jesús Danilo Arcila G.Se procedió entonces, con el aval de la Fiscalía, a registrar simultáneamente las tres casas de habitación en la madrugada del 6 de julio. Además de unas pistolas decomisadas, lo más relevante para la estrategia en ejecución fue la incautación del memorando personal de Arcila. Analizado éste se pudo deducir que la empresa de seguridad privada 'Hércules' jugaba un papel importante en la seguridad de los capos y de las personas cercanas a ellos por 'negocios' o por ser familiares. Además se encontraron varios apellidos de personas con chulos al frente que indicaban, aparentemente, que se les había entregado 'algo'. De otra parte, aparecían anotaciones como "incluir en nómina" a X, Y y C apellidos.
Importante para el análisis que nos ocupa es resaltar que hacía más o menos 15 días se había recibido, de fuente humana, la información que a continuación se transcribe literalmente: "Un hombre vital en la estructura de la seguridad de Miguel Rodríguez es, al parecer, un oficial retirado del ejército chileno que se hace llamar 'Reagan'; toda persona que no pertenezca a la organización (de cualquier profesión u oficio) que quiera hablar con el capo, sea telefónica o personalmente, debe tener el visto bueno del chileno". Recibida esta información se revisaron todos los mensajes de beeper interceptados y ninguno aparecía enviado por 'Reagan'. Era necesario entonces esperar a que apareciera algún otro indicio para lograr identificar y ubicar a este hombre clave. A este hombre que, como se verá, resultó ser el mediador entre los capos, especialmente Miguel Rodríguez, y su centro de gravedad.
El 'norte' de la estrategia trazada se mantenía y se sabía en el CEC Ejército que íbamos sobre la ruta correcta. El 7 de julio se allanaron las oficinas ubicadas en la carrera 29 Nº 6-97, correspondientes a la compañía de seguridad Hércules Ltda. El cúmulo de indicios encontrados indicaban, sin lugar a dudas, que la compañía se dedicaba a la seguridad de las personas más allegadas a los hermanos Rodríguez Orejuela. Por esta razón se solicitó al Ministerio de Defensa la cancelación de su licencia de funcionamiento, solicitud que fue atendida después del correspondiente trámite administrativo. El CEC seguía golpeando la infraestructura de seguridad. (...)

Capturado Pallomari Entre los indicios encontrados en esta operación el más importante se obtuvo analizando detenidamente las diferentes actas de reunión mensual de la junta directiva. Entre los intervinientes unas veces aparecía 'Pedro' y otras 'Arturo'; además en unas aparecía 'Reagan' y en otras 'G. Pallomari'. Se concluyó entonces que así como los dos primeros alias correspondían al mayor (r) Delvasto, Pallomari y 'Reagan' eran también la misma persona. (...)Durante toda la tarde y buena parte de la noche de ese 7 de julio se hicieron intensas gestiones de análisis y búsqueda de indicios para establecer posibles ubicaciones de Pallomari. Así, por ejemplo, al beeper de Delvasto sólo había entrado un mensaje el 16 de abril que decía: "Favor llamar al señor Guillermo al 670142, 617835 o 617635". En ese entonces se había establecido que los números aparecían registrados a nombre de Guillermo Pallomari González en la Avenida 4ª Norte Nº 5-20, donde funcionaba la academia de computación 'Universal Link'; lo que en esa fecha no sabía es que Pallomari y 'Reagan' eran la misma persona. Ya con el nombre completo de la persona se pudo encontrar en los computadores de la empresa de teléfonos un número camuflado entre claves de acceso, que a nombre de Guillermo Pallomari aparecía ubicado en la Avenida 4ª Norte Nº 6-67, oficina 601.A las 9 a.m. del viernes 9 de julio de 1994 las fuerzas de la Agrupación de Fuerzas Especiales allanaban, acompañando a dos damas fiscales regionales delegadas, las direcciones antes citadas, separadas entre sí sólo por una cuadra. (...)
En la oficina 601 de la Avenida 4º Norte funcionaba la 'gerencia' de la aparente compañía 'Asesorías Contables y Financieras'. Guillermo Pallomari no pudo evitar un gesto de sorpresa cuando llegaron las tropas con la fiscal. Tenía tarjeta de identidad chilena y cédula de extranjería, pero no era, por lo menos no se pudo comprobar, oficial retirado del ejército de la nación de O'Higgins. Los documentos más importantes se encontraron en su maletín, no en el escritorio.
Nominas claves
Entre éstos se incautó una nómina de pago a por lo menos el 60 por ciento de la Policía Metropolitana de Cali. Esta se encontraba a punto de ser pagada, pues tenía anexo el cheque por el valor total y la tira de la sumadora que al totalizar arrojaba una suma cercana a los 20 millones de pesos. No se pudo determinar, en ese momento, si era quincenal o mensual, el hecho es que el oficial que recibía más dinero era un capitán de la Sijin con un millón de pesos, y el pago más bajo correspondía a un agente con cifras oscilantes entre 50.000 y 100.000 pesos. Curiosamente había un teniente coronel cuyo pago aparecía por 500.000 pesos. Es decir, la mafia pagaba en proporción directa con la información que podrían obtener y no por el grado del que intentaban, o venían sobornando. Al día siguiente se establecería que los apellidos con chulo encontrados en el memorando del sargento primero (r) Arcila eran en una alta proporción los mismos que aparecían en la nómina en manos de 'Reagan'.
También se encontraron otras nóminas de pago de personas de la organización delictiva. Volvieron a aparecer los mismos apellidos o alias que se encontraron en la CPU incautada a 'Ana' el 18 de junio. 'Reagan', además, tenía en su pequeña libreta de teléfonos números, alias y códigos de beeper muy importantes para la inteligencia. También, todos los vehículos y motos asignados tanto al componente del Ejército como al de la Policía se encontraban relacionados en una pequeña tarjeta.De otra parte, se encontró una considerable cantidad de cheques girados a personas como Eduardo Mestre, Alberto Giraldo, Guillermo Villa Alzate. De varios de esos cheques se analizó, desde el punto de vista de la inteligencia, que correspondían a algún tipo de nómina de personas pagas por el cartel, toda vez que en las chequeras las coletillas tenían registros de cheques girados en meses anteriores que coincidían con los encontrados en su valor y en que la fecha se encuadraba dentro de los 10 primeros días del mes.Fue en este allanamiento cuando se encontraron las chequeras y algunos cheques de las empresas de fachada 'Distribuidora Agrícola La Loma', 'Agropecuaria El Diamante', 'Export-Café' y 'Comercializadora Agrícola La Estrella'. Algunos de los cheques cancelaban cuentas de estadía de personalidades en el Hotel InterContinental de Cali. Varias coletillas aparecían con el beneficiario 'Eduardo Gutiérrez' por concepto de 'Champaña 1' y 'Champaña 2'. En fin, fue aquel viernes 8 de julio cuando se encontró la materia prima para que la Fiscalía posteriormente realizara unas detalladas inspecciones judiciales a toda la historia de todas esas cuentas corrientes, a los archivos del Hotel Inter-Continental, etc., etc. Es decir, fue cuando se encontró la 'materia prima" para que la Fiscalía iniciara a afectar seriamente el centro de gravedad del cartel de Cali, constituido por "personas con capacidad de ejercer influencia yo poder en altas esferas del Estado colombiano, comprometidas con la mafia".
Puesto en libertad
Ante ese cúmulo de documentos, la fiscal decidió tomar declaración juramentada a Pallomari en la oficina. Después de que se le explicaron los argumentos que sustentaban la decisión _los cuales demostraban que no se requería la presencia del abogado que 20 minutos después de iniciado el allanamiento apareció_ se le leyó la fórmula. Su respuesta iba a ser dada sin ponerse de pie; se le pidió en forma cortés pero firme que lo hiciera para responder "Sí juro". La primera pregunta fue, "¿Usted para quién trabaja?", su respuesta, "Para don Miguel Rodríguez Orejuela". Una de las preguntas finales fue, "¿Quién es o a quién corresponde el nombre Gildardo que aparece en su libreta con unos números de 'beeper' y teléfonos?", su respuesta, "Corresponden a don Gilberto Rodríguez Orejuela".
Las últimas respuestas de la declaración de 'Reagan' fueron dadas en las oficinas de la Fiscalía de Cali. ¿Por qué? Ante la negativa de la fiscal para que fuera asistido por su defensor, inició un 'hostigamiento' jurídico que no permitió terminar la diligencia en las oficinas de 'Asesorías Contables y Financieras'. Procuraduría, Defensoría del Pueblo y otros abogados insistían en asistir o estar presentes en la diligencia. Debido a ese asedio, a las 4 p.m. se decidió trasladarlo a la Dirección Regional de la Fiscalía, en ese entonces a cargo del doctor Felipe López (q.e.p.d.).Aproximadamente a las 7 p.m. el comandante y el segundo del comandante del Ejército del CEC se hicieron presentes en las oficinas del fiscal regional para enterarse de la decisión jurídica respecto a Guillermo Pallomari González. Se celebraba una reunión de fiscales a la que el director regional permitió el acceso. Se preguntó por la situación del retenido y la fiscal que estaba terminando la diligencia de la declaración juramentada fue llamada a la reunión donde manifestó "que a pesar de todas las respuestas a las preguntas detalladas que le había hecho, el Código de Procedimiento Penal no le daba margen para dejarlo en condición de detenido". (...)
Ante la tensión que se había suscitado, el doctor López me llevó al corredor contiguo y dijo: "Coronel, entienda por favor que por una parte el director tiene que respetar el criterio jurídico de los fiscales delegados, por otra, el Código de Procedimiento Penal está escrito como está. Recuerde las influencias que se percibieron públicamente en los debates para su aprobación". (...) Pallomari tuvo que ser puesto en libertad el sábado 9 de julio a las 10 a.m. De todas maneras, a la investigación abierta a raíz del allanamiento a la oficina de 'Reagan' le correspondió el número de radicación 8.000. (...)
Sólo después de investigar en la empresa de teléfonos y de hacer otros análisis se pudo, en la noche del 12 de julio, solicitar a la fiscal regional delegada para el CEC allanamiento y registro al apartamento 502 de la Avenida 2ª Norte Nº 4-38, donde se encontró que funcionaban las oficinas de la empresa Exposal Ltda. a nombre de Julián Murcillo Posada. También funcionaban allí Celular City Ltda., Servitalleres del Valle Ltda., J.J.A.R.O. Ltda. y Lubricom del Pacífico Ltda. El archivo de 1994 había sido evacuado. Sin embargo, en el del 93 _que se encontraba empacado en cajas de cartón listo para ser sacado_ y en papeles rotos hallados en el piso que se lograron reconstruir, se evidenciaron vínculos del señor Murcillo con Miguel Rodríguez Orejuela. (...)
Contraataque
Entre finales de julio, agosto, septiembre y octubre, los contraataques de la mafia no se hicieron esperar. Curiosamente también se realizaron mediante 'estrategia de aproximación indirecta'. Ratifica lo anterior, entre otros aspectos, el hecho de que un informante del componente de la Policía del CEC le manifestara a su comandante: "Don Gilberto dijo que ahora sí se iban a dar cuenta lo que era subir y bajar escaleras de edificios de la justicia". Además del escarnio público a que se vio sometido el comandante del componente del Ejército del CEC, efectivamente vino lo que se podría denominar 'guerra jurídica'.
Un alto porcentaje del tiempo disponible fue necesario emplearlo en idas a Bogotá y a juzgados de Cali. Por una parte respondiendo acciones de tutela formuladas por miembros de la 'organización' para ese entonces sin problemas jurídicos. También al comando del Ejército llegaron tres solicitudes de personas naturales y representantes legales de empresas, que recurriendo al derecho de petición solicitaban "Qué aspecto jurídico había contra ellas que sustentase los allanamientos que se habían solicitado y ejecutado sin haber encontrado nada comprometedor". (...)
Después del 20 de noviembre el comandante del Ejército del CEC continuó sus operaciones, utilizando en ocasiones estrategia de aproximación 'directa' y en otras 'indirecta'. De este último estilo cabe resaltar la captura del mayor (r) Delvasto y otros hombres a su órdenes. Con la caída de 'Arturo' y sus acompañantes, los capos también recibieron un golpe, que aunque no fue a su centro de gravedad sí lo fue muy cercano a ellos mismos. Ese golpe influyó en forma muy sensible para la posterior caída de Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela en operaciones de la Policía Nacional. (...) Lo sucedido en adelante es suficientemente conocido, y sobran por ahora los análisis.