ORDEN PÚBLICO
Le cierran el cerco a ‘Chiquito malo’, mano derecha de ‘Otoniel’
La Policía dio de baja a tres hombres de seguridad de Jobanis de Jesús Ávila, el encargado de los negocios del narcotráfico en el Urabá antioqueño y chocoano.
Dar con el paradero de ‘Otoniel’, el jefe máximo de la banda criminal Clan Úsuga, es el principal objetivo de las autoridades. Desde el año pasado la Policía inició la Operación Agamenón, un gran despliegue para lograr la captura de este capo.
Pero conseguirlo no es fácil. Dairo Antonio Úsuga Guzmán tiene miles de hombres en el país que lo cuidan a él y su negocio de la droga. Delincuentes con los que se han enfrentado los uniformados de la Policía.
Y aunque capturarlo no es tarea sencilla, poco a poco desarticulan su gran red. Este jueves las autoridades le cerraron el cerco a uno de los seis grandes cabecillas del Clan Úsuga, Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias ‘Chiquito malo’. Él no solo es el hombre que sucedió al temido capo alias ‘Terra’, capturado en mayo de este año, sino también el encargado de los negocios del narcotráfico en el Urabá antioqueño y chocoano.
En un operativo de asalto e infiltración, comandos especiales de la institución llegaron a la vereda Manuel Cuello de Turbo (Antioquia), rodearon una vivienda donde se escondía el criminal y, sin pensarlo, se enfrentaron con los hombres del anillo de seguridad de ‘Chiquito malo’.
En el enfrentamiento fueron dados de baja tres delincuentes, uno de ellos sería alias ‘Mello’, el segundo de la estructura de 'Chiquito malo'. Otros cuatro fueron capturados y serán puestos a disposición de la Fiscalía, pues están vinculados al tráfico de estupefacientes, homicidios y extorsión.
En la operación contra alias 'Chiquito Malo', fueron incautadas nueve armas de fuego entre fusiles, ametralladoras y pistolas, un lanzagranadas, proveedores de diferentes cartuchos, granadas y equipos de comunicación.
Por ahora, la búsqueda de este narco continúa. Actualmente tiene una orden internacional de captura vigente y es pedido de extradición por la justicia de Estados Unidos. La Policía ofrece hasta 110 millones de pesos por alguna información que lleve a su paradero.