La luz inútil María Gómez Lara (Bogotá) La soledad es estar ahora entero Arturo Carrera qué extraña completud ya sin relojesni calles cerradas qué extraña completud el aire abierto la sola luzla luz inútil al fin sin nudo ciego para qué ver si nada que alumbrarde este equilibrio hueco ningún nombreningún árbol ningún edificio torpe que vaya a derrumbarse para qué el estupor suspendidosi no hay dónde caer Cada latido… Yenny León (Medellín) Cada latidoes un autoataque:el corazón golpea contra el corazón con el árbolocurre algo distinto su corazón por encima del agua corrompidaes fuego meditativo hambre congelada.  Podría leer... Tania Ganitsky (Bogotá) Podría leer una hora más sobre Emily Dickinson, o quizá uno de sus poemas. Mejor trataré de olvidar uno para asombrarme de nuevo y hacerle miles de preguntas. ¿En qué aguas pescas las palabras? Mientras esperas a que muerdan el anzuelo, ¿te distraen las medusas que flotan alrededor? ¿Las muerdes tu primero? Empecé a escribir este poema para olvidar uno tuyo y el oleaje nos aproximó. Mira lo cerca que estamos: el barco averiado en que saliste a pensar se hunde justo aquí y no sé si nos salvamos.  Tarde de domingo en el Museo de Historia Natural  Gloria Susana Esquivel (Bogotá) Vi elefantes marinos meditando,                      suspendidos sobre el vidrio como monjas místicas Contemplé sus vientres como si de ellos se descolgara el cielo Vi mariposas convirtiéndose en orejas,libaban partículas tóxicas Mientras descamaban el contorno de sus alasun hombre cantaba:                                                                   las mariposas                                                                  son peligrosas                                                                  no te confundas                                                                  con su belleza Vi al sol morir por dentro,en esa explosión fui supernova extinta                                              Descreí ser 14% polvo de estrellas. Una anémona se extendió sobre las cabezasSus tentáculos, los noodles que comimos en un restaurante thai cerca del museo             El cielo, querido Frank, seguía despejado Mudanza Bibiana Bernal (Calarcá) De este ladono se oyen sollozosni pasos en la habitación.Por la ventana no entran ramas.En la pared no se estampan siluetas.A ninguna hora viene un perro a saludar.En esta cama no duerme un abismo.La luz no se apaga en mi rostro.Aquí, como allá, nadie dice mi nombre. del porno y las babosas Fátima Vélez (Manizales) no hay porno capaz de igualarel apareamiento de las babosas una afirmación sustentadaen no tener babas suficientespara hacerle saber al otroa los otroslas ganas que tenemos de que nos muerdan una orejaque nos metan la punta de la lenguaen orificios donde no cabríani el más extraviado de los hongos las babosas en cambioah, las babosassus falostranslúcidos nórdicos azulesaprietan retuercengiran blandos fecundossaboreándose como la luz en el colorse lanzan al vacíoen un salto tal vez mortaltal vez amortiguadopor los ángeles protectoresdel porno y las babosas Trazas el paisaje... Luz Andrea Castillo (San Andrés) Trazas el paisajehenchida haces la fazpero la nochela que te hace ilegiblesin una extremidadsin agua en qué llorarpero la nochela que te coge las manosy te borra lyrikline, una plataforma para escuchar poemas leídos por sus autores unos papás... María Paz Guerrero (Bogotá) unos papás le dan a su hija de 9 años una canasta con 120 huevos. esa hija la lleva en la silla de atrás y la aprieta con fuerza. esa hija tiene ganas de orinar. no soporta más. le quema. esos papás paran el carro. esa niña hace un movimiento brusco al salir y la canasta se resbala. 120 huevos desparramados por el piso. un mazacote de cáscaras yemas y polvo. así son las ideas.  Salta del níspero... Carolina Dávila (Bogotá) Salta del nísperal matorral observa desde abajo-con sus siete años y sus grandes ojos-el fruto luminoso y redondo antes de caerde estrellarsey no ser másquecáscara          y           pulpa            desparramada  A una sombra Lucía Estrada (Medellín) Sueño teñido por la locura: noticias de barcos perdiéndose en la lejanía, dolor de sal que habla a través de las bocas de las mujeres. En las manos de alguien leo su desamparo. Noticias ahora fragmentadas como antes lo estuvieron sus cuerpos. Reaparecen, nos miran. Todas las posibilidades del horror reunidas en el espasmo de saberlos vivos en algún lugar respirando un aire de ceniza que los lleva lejos, más lejos que la muerte. Alguien grita sus nombres, pero es a nosotros a quienes llaman.  Patria Camila Charry Noriega (Bogotá) El niño recoge espigas de sol.Vuelve sereno y cantando por el campo.Revienta sobre su cuerpo el fusil del asesino;lo embiste la noche.Vuelan por el aire sus ropas como banderasde una patria con cualquier nombre.  Una palabra brilla en mitad de la noche Catalina González Restrepo (Medellín) Después de tanta oscuridad en el mundoe imponentes rutinas diarias,algo nos llama. Más allá del laberinto escalonado,del recorrido incesante,nos espera la palabra.  Carta Sandra Uribe Pérez (Bogotá) Por medio de la presenteyo Dioscertifico que: Como pescadoNo hago las tareasNo manejo despacioDuermo cinco horasMe gusta BachNo tengo buena ortografíaSoy hateo La libertad Beatriz Vanegas Athías (Majagual) ¿Qué ocurre al llegar la nochey la sorda se acuesta boca arribay con la luz trocada en oscuridadmira hacia el techo renegrido? ¿Es el vacío?¿Es la nada?¿Es el infinito?¿Es la libertad? Pequeña canción coreana María Clemencia Sánchez (Itagüí) Seguirá el corazónLa senda infinita de la alegría,La brisa que trae el rumorDe la paz y el vuelo de la flor.Los campos, verdes y frescos,Verdes y nuevos,Alientan el rojo sol de mis pasos.Seguirá el corazónLa senda infinita de la alegríaLa senda infinita de la mañana.  Abisag Gloria Posada (Medellín) Mis dedos se deslizanpor mis cabelloscomo solían hacerlo en el agua Solo faltan en el cielolos pájaros del mar En los labios de la noche Yirama Castaño (Socorro) Hay algo ahí          en los labios de la nocheen la estela de sus horasen lo profundo de su cráter                                  que me llama Hay algo que se acerca          en la larga espera,                             una luz a la derivaaparece en la montaña Hay algo ahí que yo no veo          un poema                    un soplido                    una hebra de vida                    una pestaña. Nace un ‘fanzine‘ de poesía escrita por mujeres en Colombia