Incienso Gótico....el vuelo mítico de las apsaras…(en “El sueño de las escalinatas”).Jorge ZalameaTodo es escalinata.Siempre ascendemos sobre la piedra reluciente y sobre el mármol suave y el incienso. Todo es escalinata. De pronto sientes que te derrumbas, te desplomas, sientes que dejas la estación sin estar yendo a otro lugar sino en tí mismo. Pero no has descendido. Todo es escalinata. Estás ardiendo. Benares, enero 20 del 2000El caminanteOtros dirán por mí quien quise ser, yo solo sé decir que no lo fui Pero quiero explicarte, quise ser el que entraba y salía de las horas casi siempre de paso, el que cruzaba del éxtasis al vértigo y aquel que lo apuraba todo con delirio. El mismo que exprimía la vendimia, el jubiloso, en fin, agonizante cada vez que el terror sobrecogía un respiro, una flor, un elemento. Otros dirán por mí. Nunca lo supe.1979SeñalVan a cerrar el parque.En los estanques nacen de pronto amplias cavernas en donde un tenue palpitar de hojas denuncia los árboles en sombra. Una sangre débil de consistencia, una savia rosácea, se ha vertido sin descanso en ciertos rincones del bosque, sobre ciertos bancos. Van a cerrar el parque y la infancia de días impasibles y asoleados, se perderá para siempre en la irrescatable tiniebla. He alzado un brazo para impedirlo; ahora, más tarde, cuando ya nada puede hacerse.Intento llamar y una gasa funeral me ahoga todo sonido no dejando otra vida que esta de cada día usada y ajenaa la tensa vigilia de otros años.Extravío en ArgosAl fin y al cabo todo es muertemenos la muerte.Morimos hacia adentrosegún que ardan las brasas y la luna o vamos desplomándonos bloque a bloque cayendo como río que lava el lodo y echa a rodar el alma: otra vez sin saberse cuándo, donde, como avalancha ardiendo piedras germinando. Al fin y al cabo todo es muertemenos la muerte. El mirto llora un llanto verdey el olivar aceite y grito las mujeres del Argos con las manos abiertas a la luna de Epidaurus. Y yo me voy huyendo, devorando las aceitunas del Peloponeso. Pero conviene precisar.No es lo mismo el corazón a la intemperie aunque no sea en Nauplia ni navegando. No es lo mismo salirse con la suya y mostrarles a todos una muerte sin sueño ni armadura. Todo el verdor, los médicos, Esculapio mismo que te arrulla.