Literatura

Elicura Chihuailaf: la voz mapuche que por primera vez ganó el Premio Nacional de Literatura en Chile

El reconocido poeta Elicura Chihuailaf obtuvo el máximo galardón literario del país en momentos de máxima tensión entre el Estado y el movimiento indígena.

Andrea Aguilar Córdoba - Agencia Anadolu
23 de septiembre de 2020
Elicura Chihuailaf, primer poeta mapuche en ganar el Premio Nacional de Literatura en Chile. (Crédito obligatorio: Cortesía Universidad de La Frontera)
Elicura Chihuailaf, primer poeta mapuche en ganar el Premio Nacional de Literatura en Chile. (Crédito obligatorio: Cortesía Universidad de La Frontera) | Foto: Cortesía Universidad de La Frontera)

“La poesía es el hondo susurro de los asesinados, el rumor de hojas en el otoño, la tristeza por el muchacho que conserva la lengua pero ha perdido el alma”. Este fragmento de su poema ‘La llave que nadie ha perdido’ refleja la nostalgia que ha cargado durante décadas el escritor mapuche más conocido de Chile.

Después de haber sido nominado en tres ocasiones al premio más importante de la literatura chilena, Chihuilaf se llevó, finalmente, el pasado 1 de septiembre, el galardón que lo encontró lejos de su país, cumpliendo compromisos literarios en España, de donde no ha podido devolverse a causa de la pandemia.

“Cuando se me avisó que había recaído en mí el Premio Nacional de Literatura pensé en mi familia, en mis antepasados. Nada comienza consigo mismo porque, cuando cada ser humano habla a través de su pensamiento o de su voz, está hablando la cultura a la cual pertenece”, señala a la Agencia Anadolu desde Asturias.

Este poeta mapuche es el primer indígena en obtener el máximo reconocimiento de las letras chilenas que se entrega desde 1942, y que se han llevado escritores como los premios Nobel de literatura Pablo Neruda y Gabriela Mistral.

“Lo relevante es que este galardón máximo de la literatura recae por primera vez en un ser originario, aunque hay que recordar que todos pertenecemos a una cultura nativa. Es eso, sentir la responsabilidad de subrayar la memoria del pueblo al cual pertenezco”, señala Chihuailaf.

El pueblo del que habla es el mismo que lleva siglos enfrentado al Estado chileno en reclamo de respeto a sus territorios. Una demanda que en los últimos meses se ha traducido en tensión política, huelgas de hambre y violentos enfrentamientos en la Araucanía, al sur del país.

“La violencia la instaló el Estado, que usurpó un territorio, que declaró que Chile es un país de blancos en el que se borra la pluriculturalidad y no se acepta. Nosotros consideramos a todos los seres que están en la naturaleza como parte de un gran libro”, argumenta el poeta, quien fue nominado por la Pontificia Universidad Católica y la Universidad de La Frontera, además de por decenas de académicos, artistas y escritores.

Quienes apoyaron su candidatura coinciden en que la poesía de Elicura Chihuailaf retrata las luchas del pueblo mapuche desde una ternura y un amor único por la naturaleza que describe con maestría y conocimiento.

“Saca el alma del Wallmapu. Tiene además una producción que la considero autónoma. Está muy arraigada en las luchas de un pueblo. Él enarbola una suerte de grito emocional de lo que ha sucedido con el pueblo mapuche y el modo en el que nos han aplastado en Chile”, señaló a la Agencia Anadolu María Emilia Tijoux, doctora en Sociología de la Universidad de Chile.

Un premio en medio del conflicto

Wallmapu es el nombre que los mapuches le dan al territorio que han habitado desde hace siglos en Chile y que ha inspirado a Chihuailaf por más de 40 años. Ha escrito 15 obras literarias, traducidas a más de 20 idiomas que le han valido varios reconocimientos internacionales, entre ellos, ser incluido en la Lista de Honor del Ibby (International Board on Books for Young People) y ser postulado al Premio Educación para la Paz de la Unesco.

“Él representa la riqueza de la cultura mapuche que ha sido amenazada, sometida e invisibilizada. Nos enseña otras formas de relacionarnos entre nosotros, con la naturaleza, con el pasado, con la memoria. Además de ser una poesía muy bella, un objeto estético muy potente, nos hace crecer espiritualmente, que es algo que se necesita mucho siempre”, señaló Paula Miranda, académica de la Facultad de Letras de la Universidad Católica a la Agencia Anadolu.

El Premio Nacional de Literatura para Elicura Chihualif llega en momentos en los que crece la tensión en la región de la Araucanía, luego de que ocho presos mapuches iniciaran una huelga de hambre que duró más de cuatro meses para exigirle al Estado chileno ser liberados por razones humanitarias y por la pandemia.

“El Estado de Chile se instaló usurpando nuestro territorio. La violencia no ha cesado en 200 años, pero tiene momentos más complejos, como ahora, donde hay hermanos nuestros en huelga de hambre. Eso es violencia. Y la respuesta de nuestra gente ha sido simplemente defender”, señaló Chihuailaf.

Sin embargo, para el poeta de 68 años, este premio, que por primera vez se le entrega a un escritor indígena en Chile, llega para establecer un diálogo entre los pueblos originarios y el Estado, en el que finalmente sean las palabras las que triunfen sobre la violencia. “Siempre he sentido que, cuando hablo o escribo, está la memoria de mi gente, están sus sueños, su relación con la naturaleza. Por eso la palabra ternura es la que más se ajusta a esta lucha”.

Estos son algunos de sus poemas más conocidos:

La llave que nadie ha perdido (1995)

La poesía no sirve para nada

me dicen

Y en el bosque los árboles

se acarician con sus raíces azules

y agitan sus ramas el aire

saludando con pájaros

la Cruz del Sur

La poesía es el hondo susurro

de los asesinados

el rumor de hojas en el otoño

la tristeza por el muchacho

que conserva la lengua

pero ha perdido el alma

La poesía, la poesía, es un gesto

un sueño, el paisaje

tus ojos y mis ojos muchacha

oídos corazón, la misma música


Y no digo más, porque nadie encontrará

la llave que nadie ha perdido

Y poesía es el canto de mis Antepasados

el día de invierno que arde

y apaga

esta melancolía tan personal


Piedra (2008)

Las piedras tienen espíritu

dice nuestra Gente

por eso no hay que olvidarse

de Conversar con ellas

Hay piedras positivas

que las Machi / los Machi ponen

-para que dancen-

en sus Kultrun

Y hay piedras negativas

que brillan como vidrios

y sólo dan sombras de luz


Círculo (2008)

Somos aprendices

en este mundo de lo visible

e ignorantes de la energía

que nos habita y nos mueve

y prosigue

invisible

su viaje en un círculo

que se abre y se cierra

en dos puntos que lo unen

Su origen y reencuentro

en el Azul


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