SALUD

Ocho preguntas para conocer el linfoma

Este 15 de septiembre se celebra el Día Mundial del Linfoma y para conmemorarlo, SEMANA habló con una experta quien contó todo sobre este tipo de cáncer en la sangre.

15 de septiembre de 2017
| Foto: Archivo SEMANA

La palabra linfoma es más familiar para los colombianos luego de que el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, anunciara hace unos meses que padece este tipo de cáncer. Según datos del Instituto Nacional de Cancerología, la incidencia de este tumor estimada para Colombia es de 3000 nuevos casos cada año. Yolima Méndez, presidenta de la Fundación Colombiana de Leucemia y Linfoma, respondió ocho preguntas sobre este tipo de neoplasia, su tratamiento y pronóstico.

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1. ¿Qué es el linfoma?

Linfoma es un tipo de cáncer de la sangre que aparece por una proliferación anormal de células malignas, en particular, de un tipo llamado linfocitos que son los encargados de actuar contra las infecciones. “Estos se alteran y empiezan a reproducirse de manera descontrolada modificando la función normal del sistema inmunológico”, explica Méndez. Este tipo de tumor no sólido afecta el sistema linfático, que es el encargado de transportar los linfocitos por todo el cuerpo. “Es una patología supremamente amplia, con una clasificación muy compleja. Hace unos años se hablaba de 35 subtipos de linfoma, ahora se habla de más de 70”, dice Méndez. A su vez, la enfermedad se divide en dos grandes grupos: el linfoma de Hodgkin y el linfoma no Hodgkin.

2. ¿Cuál es la diferencia entre el linfoma de Hodgkin y el linfoma no Hodgkin?

La distinción radica en el tipo específico de linfocitos que participan en cada linfoma. Si se detecta la presencia de unas células llamadas Reed-Sternberg, se trata de un linfoma de Hodgkin. Si bajo el microscopio no se ve este tipo de organelos, entonces indica un linfoma no Hodgkin. Por su parte, explica Méndez, “El linfoma de Hodgkin se da más en personas jóvenes y el linfoma no Hodgkin es más común en personas mayores de 50 años. Este es el más frecuente de todos los linfomas y es el que tiene el ministro de Salud”.

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3. ¿Cuál es el pronóstico del linfoma del ministro?

“Es un cáncer muy tratable. Los pacientes tienen acceso a protocolos de tratamiento muy efectivos y se estima que más o menos el 50 por ciento de los diagnosticados con linfoma no Hodgkin pueden tener un muy buen resultado, incluso la cura del linfoma”, dice Méndez. Gaviria se ha sometido a un tratamiento tradicional de quimioterapia para manejar su cáncer. “Él tiene un protocolo de 6 ciclos con R-CHOP, en donde se combina un biológico con medicamentos de quimioterapia convencional. Eso es lo que se le está suministrando a todos los pacientes con ese diagnóstico en el país”, agrega la experta.

4. ¿Cómo se trata la enfermedad? ¿Qué es lo más novedoso?

Los linfomas son tumores con buen pronóstico que se pueden controlar de manera muy efectiva con medicamentos de quimioterapia que se han usado durante años. Algunos pacientes también requerirán radioterapia y un porcentaje menor podría necesitar un trasplante de médula ósea como opción de tratamiento. En cuanto a lo novedoso, Méndez explica que son los tratamientos conocidos como anticuerpos monoclonales, terapias biológicas o terapias blanco. “Este tipo de medicamentos innovadores, por lo general, se le suministran al paciente con otros medicamentos más tradicionales. Son protocolos que están dando muy buenos resultados en el control de la enfermedad”.

5. ¿Qué causa un linfoma?

Como sucede con muchos tipos de cáncer, aún no se conocen las causas que originan la neoplasia. Sin embargo, afirma Méndez, los linfomas se han relacionado con algunos virus, con bacterias y con un sistema inmunológico débil, “pero no podemos decir que son causas exactas porque hace falta mucha investigación en ese campo”, dice. Por su parte, algunos factores de riesgo que podrían incidir en la aparición de esta enfermedad: la edad y el género ya que es más común en hombres que en mujeres. También afecta más a personas de raza blanca, a quienes hayan estado permanentemente expuestos a radiación y ciertos productos químicos y a personas con un sistema autoinmune debilitado.

6. ¿Se puede prevenir?

No. Los tipos de cáncer en la sangre, a diferencia de muchos otros tumores como el de seno o próstata no se pueden prevenir. “Para las leucemias, el linfoma o el mieloma no existen pruebas de tamizaje, entonces es muy difícil prever que aparezcan”, dice Méndez y agrega que ahí radica la importancia de que las personas conozcan los síntomas. “Así pueden consultar de manera oportuna al médico y se puedan hacer diagnósticos más rápidos”, añade.

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7. ¿Cuáles son sus síntomas?

Los principales signos del linfoma son una fiebre persistente sin una causa muy clara. Sudoración abundante en las noches, que la persona tiene que cambiar las sabanas y la pijama. Fatiga, cansancio, pérdida de peso y la inflamación en los ganglios que se palpan en la zona del cuello, en la ingle o en las axilas. Esta inflamación por lo general no es dolorosa y va aumentando con el tiempo. “Es normal que los ganglios se inflamen cuando tenemos una infección porque los linfocitos corren allí a acumularse para defendernos. Pero la inflamación del linfoma es anormal, porque no cede, sino que permanece y al contrario de disminuir va aumentando”, explica la experta. De ahí la importancia de consultar si la inflamación en ganglios no cede luego de dos semanas.

8. ¿Cómo ha cambiado el panorama de los linfomas?

“Cada vez hay más sensibilización e información que permite tener más diagnósticos”, dice Méndez. La investigación en este campo está tan avanzada que como los medios diagnósticos son cada vez mejores, se puede llegar a la enfermedad a tiempo y lograr tasas de supervivencia a 5 años hasta del 90%. “Aún nos falta mucho. Una realidad en nuestro país es que se presentan muchos diagnósticos erróneos y principalmente en estos tipos de cáncer que la gente poco conoce”, concluye Méndez.