"Llevaba 20 horas de muerta cuando la encontraron": tío de Laura Cristina Ovalle Quintero

Un comunicado de la Embajada colombiana y la difusión de la prensa hizo que la familia Ovalle Quintero se enterara de la violenta muerte de Laura Cristina. La fotografía de su pasaporte y el número de cédula fueron los elementos que le confirmaron a Óscar Fernando Quintero que aquella víctima de feminicidio era su sobrina. 

"A ella le destrozaron la cabeza. El golpe fue en la frente, en la sien. Pensaban que ella estaba en coma y resultó que llevaba 20 horas de muerta cuando la encontraron", dijo el tío de la joven a SEMANA.

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El hombre se refiere a que una empleada doméstica fue la primera persona que encontró a Laura Cristina. Ella creyó, en un principio, que la ibaguereña estaba inconsciente cuando la vio tirada en el pasillo del apartamento. Sin embargo, minutos después la mujer se percató de que los golpes fueron fatales y se comunicó con la Policía mexicana para informar sobre el crimen a la 8:30 a.m del martes.

Laura Cristina Ovalle Quintero estaba semidesnuda, tenía un fuerte golpe en la cabeza y a su alrededor había varias manchas de sangre. Incluso, cerca al comedor de la vivienda, quedaron marcadas las huellas de la persona que posiblemente asesinó a la mujer de 31 años, procedente de Ibagué, Tolima.

Foto: Las huellas del presunto agresor quedaron plasmadas en el piso del apartamento de Laura.

Otro caso de feminicidio en México

"Mi sobrina era una persona con muchas ideales, planes, con muchas ganas de alcanzar el mundo y de consolidar su familia”, recuerda Oscar. Con ese objetivo, Laura había comprado tiquetes de avión para viajar hacia Medellín el mismo lunes, 19 de agosto, a visitar a sus padres y de paso sorprender a su pequeña hija.

“La niña vive con el papá y va a cumplir seis años. Ella viajaba a celebrarle el cumpleaños”, menciona Oscar. Además, él comenta que Laura tenía planeado permanecer una semana en Colombia y luego devolverse con sus padres al país azteca para vivir en el apartamento que tenía en el edificio Grand Tower, ubicado en la colonia Ampliación Granada.

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Cuando la señora Liliana Quintero se enteró de la muerte de su única hija, ella y su esposo adelantaron la fecha del viaje para viajar a México en la noche del miércoles y reclamar el cuerpo de Laura. Aunque la Cancillería tiene conocimiento del caso y está pendiente de la investigación, es la familia la encargada de tramitar la repatriación del cadáver.

Oscar quiere que la población mexicana y colombiana se sensibilice sobre los feminicidios que ocurren a diario, pero que se quedan en las estadísticas de ambos países. "Solamente una persona sádica, un asesino a suelto, puedo haberle hecho eso, por eso no puede quedar impune”, señala.

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La Procuraduría mexicana adelanta la investigación del caso y está recolectando las grabaciones del C5, el sistema de cámaras de la Ciudad de México que están dispuesto en la vía pública.