MEDIOAMBIENTE
Crisis climática: la respuesta está en la naturaleza
Comunidades locales de Colombia comparten las soluciones que están implementado para afrontar la crisis climática y construir un futuro resiliente y en paz en Nueva York, en el marco de la Cumbre del Clima.
Este domingo, 22 de septiembre, tres mujeres colombianas estarán en Nueva York, en el marco de la Cumbre del Clima, presentando sus emprendimientos basados en la naturaleza para afrontar la crisis climática. El evento Forests4Peace contará con la participación del Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible Ricardo Lozano, el Alto Consejero para la Estabilización y Consolidación Emilio Archila y la Representante Residente del PNUD en Colombia Jessica Faieta.
Forests4Peace destacará el poder de la naturaleza para solucionar la crisis climática y el trabajo de las comunidades locales para construir paz en las regiones con mayor biodiversidad de Colombia.
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Carmen Rodríguez, Raquel Espinosa y Jennifer Martínez representan tres iniciativas que contribuyen a cambiar la forma cómo vivimos y enfrentar la crisis climática, con el apoyo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la cooperación internacional y la institucionalidad ambiental nacional, regional y local.
Estas tres mujeres están vinculadas a tres proyectos que estas organizaciones promueven:
Amazonía Sostenible para la Paz
Raquel Espinosa hace parte de este proyecto. Esta mujer caqueteña de 38 años es madre de tres hijos y orgullosa abuela de un niño de 4 años. Raquel y su familia han vivido las inclemencias de la guerra, pero, a pesar de ello, junto con 60 mujeres más en la Asociación Ambiental de Mujeres Trabajadoras por el Desarrollo del Yarí (AAMPY) construyen alternativas de buen vivir para sus familias y comunidades, reparando los daños ambientales causados en el pasado.
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Raquel cómo su comunidad está restaurando el bosque y creando un corredor biológico que protege los bosques y las especies que los habitan, y garantiza el agua, una solución basada en la naturaleza que les permite adaptarse a los retos de la crisis climática y construir una Amazonía Sostenible.
A la fecha, Amazonia sostenibla para la paz desarrolla junto con organizaciones locales campesinas y de pueblos indígenas Paisajes productivos sostenibles, que permiten reconectar parches de bosques amazónicos en las Sabanas del Yarí (Caquetá y Meta) y en La Perla Amazónica en el Putumayo, con la perspectiva de fortalecimiento comunitario, uso sostenible y encadenamiento inclusivo de productos de la biodiversidad.
En mayo de este 2019 con el liderazgo del MADS se suscribió el Pacto Amazónico por los Bosques y el Clima, del cual este proyecto es dinamizador en las líneas de formación, planificación y seguimiento y monitoreo. En términos de planificación, actualmente se formulan los Planes Integrales de Gestión de Cambio Climático de los departamentos de Caquetá, Putumayo, Amazonas, Vaupés y Guaviare con el compromiso de las Corporaciones autónomas, el Instituto Sinchi y las gobernaciones de la región.
Amazonía Sostenible para Paz construye Paisajes Sostenibles productivos en dos áreas, la primera en los Llanos del Yarí de 72.000 hectáreas aproximadamente y la segunda en La Perla Amazónica de 22.000 hectáreas.
En este espacio están dos organizaciones locales campesinas, la primera AAMPY del Yarí, de la que hace parte Raquel y 260 familias, y alrededor de 1.300 personas. La segunda en Putumayo articula 520 familias y cerca de 2.600 personas. Así mismo, apoya la construcción de cinco planes integrales de gestión de cambio climático departamentales.
Ambientes para la paz
Es una iniciativa financiada por el gobierno de Noruega, e implementada por el MADS, el Consejo Noruego de Refugiados (NRC), PNUD y las FARC-EP. Esta iniciativa busca sentar las bases de un desarrollo y un manejo sostenible de los territorios que fueron afectados por el conflicto y que coinciden con algunos de los lugares más biodiversos de Colombia.
Con enfoque de reincorporación, se impulsan iniciativas de formación ambiental para comunidades locales y población de excombatientes de las FARC– EP, al igual que la implementación de alternativas productivas y de conservación que aporten al desarrollo sostenible, a la construcción de paz territorial y al buen vivir de las comunidades en los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR).
El proyecto ha logrado diseñar iniciativas de turismo comunitario y de naturaleza en la región, articuladas a otros proyectos productivos sostenibles (granjas demostrativas, cultivos adaptados al clima, viveros comunitarios), que además de mejorar la resiliencia y la adaptación de las comunidades al cambio climático, contribuyen a la prevención de la deforestación y facilitan la reconciliación social. Una de estas iniciativas es Paraísos Ocultos, una ruta turística de naturaleza diseñada y puesta en marcha por las comunidades y reincorporados de las FARC, en los municipios de Mesetas y La Uribe en el departamento del Meta.
La implementación del proyecto Ambientes por la paz, cuyo enfoque de reincorporación impulsa programas de formación e iniciativas ambientales para comunidades locales y población de excombatientes de las FARC: 180 personas de las FARC-EP y comunidades locales recibieron una formación técnica titulada en agroecología, operación turística local, administración de empresas de economía solidaria. 180 más, fueron formadas y participaron en procesos de investigación-acción-participación; 570 personas participaron en cursos de formación complementaria para el fortalecimiento de la autogestión territorial: cooperativismo, rescate acuático y manejo de alturas, inglés, entre otros; 1.500 personas resultaron beneficiadas por iniciativas ambientales; 9 iniciativas son de carácter asociativo o cooperativo solidario, que promueven el desarrollo local sostenible (Turismo comunitario de naturaleza, sistema agroforestal de cacao adaptado al clima, granja autosostenible con sistemas silvopastoriles); y, 1.200 personas capacitadas para la construcción de agendas ambientales y rutas de resolución de conflictos ambientales. 3 sistemas de monitoreo comunitario, validados con apoyo del IDEAM y Sinchi, y 180 estudiantes implementando campañas de prevención y promoción para la protección ambiental.
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De este proyecto hace parte Jennifer Martínez, quien vive en la vereda San Miguel en Mesetas. A sus 36 años ya es una líder comunitaria de la Asociación Ascagroam. Su pasión por el trabajo comunitario la heredó de su madre, una mujer campesina emprendedora y luchadora. Jennifer y su comunidad trabajan por defender su territorio y mantener los bosques que les dan la vida.
Hoy, su pasión por los viajes la ha convertido en una mujer emprendedora que hacer parte de Catypsa, la agencia de viajes conformada por comunidades locales y en proceso de reincorporación que le muestra al mundo los paraísos que alguna vez estuvieron ocultos por la guerra.
Jennifer compartirá cómo las comunidades locales y en proceso de reincorporación trabajan juntas para proteger este territorio al que todos llaman hogar. A través de una iniciativa de turismo comunitario de naturaleza se ponen de acuerdo para conservar los atractivos del destino y protegerlos de la crisis climática y la deforestación, mientras construyen alternativas para un mejor vivir.
Uso sostenible y conservación de la Biodiversidad en Ecosistemas Secos
Carmen Rodríguez es de los Montes de María tiene 43 años, está casada y tiene tres hijos. Hace 30 años vive en San Jacinto, Bolívar. Carmen salió de su pueblo para estudiar una técnica en atención a la primera infancia, pero su verdadera pasión es trabajar por la comunidad. Como líder de Asomudemepaz promueva iniciativas para que las mujeres de su comunidad, usando la ciencia, la innovación y el conocimiento tradicional, traigan de regreso las semillas que por años alimentaron a los montemarianos, y mostrárselas al mundo.
Carmen compartirá en Nueva York cómo la recuperación y protección de las semillas nativas los está preparando para enfrentar la crisis climática, convirtiéndolos en una oportunidad para proteger los ecosistemas secos mientras mejoran sus medios de vida a través de la venta de sus excedentes a los restaurantes más exclusivos de Colombia, en una iniciativa llamada Producto de la Paz.
Ella hace parte de las más de 2.000 personas (495 familias) se han fortalecido en el mejoramiento de prácticas ambientales y de desarrollo sostenible, mediante su participación en procesos de gobernanza asociados a dos Estrategias Complementarias de Conservación del Bosque Seco, que articulan tres nuevas organizaciones ambientales con enfoque de género, siete organizaciones de productores fortalecidas, dos comunidades indígenas y seis juntas de acción comunal, cuatro grupos de mujeres líderes en la conservación, 200 niños guardabosquecitos con conocimiento sobre sus recursos naturales y 14 brigadas comunitarias conformadas para la prevención y atención de incendios forestales.
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Este proyecto contribuye a la reducción de la tendencia de procesos de deforestación y desertificación del bosque seco para asegurar el flujo se servicios ecosistémicos mediante la conservación de la biodiversidad, el manejo sostenible del suelo y la fijación de carbono en ecosistemas de la región Caribe y Andina de Colombia. Con financiación del GEF, ha impulsado espacios de diálogo y articulación entre los diferentes actores a nivel territorial, facilitado la suscripción de acuerdos como prácticas democráticas para la construcción conjunta de objetivos, estrategias y prioridades frente a la conservación y uso sostenible del bosque seco.