ENTREVISTA

“Trump no podrá devolver al mundo al siglo XIX”

La presidenta de la junta directiva de la Agencia Francesa de Desarrollo, Laurence Tubiana, dice que a pesar de las señales negativas, el presidente estadounidense no detendrá la agenda global del cambio climático.

3 de febrero de 2017
Laurence Tubiana durante la pasado COP 22 (Foto cortesía: Photo by IISD/ENB / Kiara Worth)

Laurence Tubiana es una de las expertas mundiales del cambio climático. Como presidenta de la junta directiva de la Agencia Francesa para el Desarrollo, jugó un papel protagónico en las negociaciones de la Cop 21 que culminaron en un histórico acuerdo para la humanidad. La economista estuvo de paso por Bogotá durante el lanzamiento de la Misión de Crecimiento Verde y Semana Sostenible aprovechó para preguntarle por sus impresiones sobre esta nueva estrategia que está implementando el gobierno colombiano y sobre los temores que surgieron por cuenta del ascenso de Trump al puesto más poderoso del mundo.

SEMANA SOSTENIBLE: ¿Qué le llamo la atención de la Misión de Crecimiento Verde?

LAURENCE TUBIANA: Estoy muy impresionada porque me parece súper importante que esta iniciativa surge del centro del aparato del gobierno, no es algo de un ministerio sectorial. Eso me parece una condición de éxito que pocos países tienen, incluso si lo comparo con Francia. Hay una visión de largo plazo muy consistente, que involucra los impactos económicos, sociales y ambientales y que usa de forma muy inteligente la comparación internacional. Después de lo que pasó en 2015, con los Objetivos del Desarrollo Sostenible y la Cop 21, Colombia es uno de los primeros países en lanzarse a esta visión. Otra cosa que me interesó es la identificación de los aliados. Si se identifican los agentes de cambio positivo y las políticas se elaboran para ayudar a esta gente, pues tienen un factor de multiplicación increíble, porque el gobierno no lo va a hacer todo.

S.S.: La visión parece muy interesante, pero ¿cómo pasar de la teoría a la práctica?

L.T.: Una vez que se difunde y se comunica sobre esta visión, es importante que la gente se acostumbre al mensaje y lo discuta en un debate social y político. Hay que hacer políticas comprensivas, como las reformas tributarias, que no se pueden hacer por sector porque sería incoherente. También hay que tener un sistema bancario que responda a positivamente al crecimiento verde financiando los proyectos que le apuestan a eso. Pero después es necesario trabajar sector por sector y diseñar esas estrategias, incluso con los actores, sobre qué les parece posible lograr y cuáles son los obstáculos para hacerlo. No se pueden pedir cosas que resulten imposibles, pero las cosas a las que se comprometen sí hay que cumplirlas. En ese sentido, sirve mucho la comparación internacional: cuando te dicen que algo no se puede hacer, hay que mirar a los lados para ver las experiencias de los demás.

S.S.: ¿Cuál es el interés de la Agencia de Desarrollo de Francia en apoyar esta Misión de Crecimiento Verde?

L.T.: Para nosotros tiene un carácter ejemplar. Es interesante mencionar que en el top 5 de inversión de la Agencia, Colombia es el cuarto país en importancia. Eso es totalmente inusual porque nosotros trabajamos en África y con países con los que hemos tenido relaciones más largas. ¿Por qué Colombia? Porque es el país donde hubo más discusiones de política pública en forma ordenada y es acá donde finalmente podremos demostrar que es posible cambiar. Si tenemos éxito, esto será un valor de ejemplo para otros países en desarrollo. Hay un mandato de la Agencia para trabajar sobre estos sectores de bienes comunes globales, donde países de ingreso medio pueden empujar la transformación de la economía internacional. Financiar a Colombia y tratar de convencer a otros de financiarla es una forma de avanzar en la agenda de los bienes comunes. Entonces que Colombia triunfe es importante porque hay que demostrarles a los otros que sí es una posibilidad, porque francamente unos países siempre piensan que no va a ser posible.

S.S.: Lo cierto es que con el ascenso de Trump, ese ambiente de incredulidad va a aumentar…

L.T.: El acuerdo de París es muy importante, pero como no hay un gobierno mundial no va a haber sanciones a quienes lo incumplan. Entonces la única posibilidad de tener este acuerdo fuerte es que cada uno vea que es su interés implementarlo. No sé qué vamos a hacer con esta administración, las señales no son muy positivas, pero ves a muchos países que dicen que de todas formas es necesario cambiar. Ya no es posible crecer destruyendo los recursos naturales. Eso funcionó hasta un punto, pero ya no. Son cosas muy evidentes. Este episodio de Trump puede no durar mucho. Estuve en Davos con el Presidente chino y afirmó que están firmes en el propósito de lograr las transformaciones. Soy optimista, el tren ya se fue de la estación, ya no lo pueden parar. El mundo se embarcó en esa dirección y ya no sirve para nada mirar al siglo XIX.

S.S.: Este año hay elecciones en Francia, ¿va a variar mucho la postura del país sobre el cambio climático dependiendo del resultado?

L.T.: Mi respuesta es ambivalente. Por un lado, pensaba que el cambio climático era importante, que era algo que le interesaba a la derecha y a la izquierda. He hecho muchas audiencias en el parlamento y veo que los diputados por igual lo aceptan mucho. Sin embargo, cuando pasas a la implementación hay muchas versiones diferentes. Por el otro, me pone triste que en la campaña presidencial este tema no ha aparecido hasta ahora. Está llegando muy lentamente con un candidato del partido socialista que propuso la reforma ecológica como algo importante. Vamos a ver cómo reaccionan los otros. A pesar de que el medioambiente está entre las preocupaciones de la gente, en la cultura política francesa todavía las cuestiones importantes son económicas en forma tradicional, los temas de presupuesto, la reforma tributaria, la regulación del mercado de trabajo, el seguro social, los inmigrantes. Esas son las cuestiones importantes, las otras todavía no y los políticos saben responder a eso, pero las soluciones no son obvias ni evidentes. Aunque en Francia la gente está convencida de que hay que hacer algo por el ambiente, todavía no hay una agenda política integrada como la tienen ustedes.