MEDIOAMBIENTE

No frenar la deforestación en Amazonia sería "un suicidio", alerta la ONU

El científico brasileño Carlos Nobre, uno de los más respetados del mundo por su conocimiento en la mayor selva tropical advirtió en la ONU que la Amazonia se está convirtiendo en una sabana.

22 de septiembre de 2019
Los incendios en Brasil van de la mano con la deforestación. Foto: GreenPeace | Foto: GREENPEACE

La Amazonia se está convirtiendo en una sabana, y no combatir a fondo la deforestación "será un suicidio", advirtió el domingo en la ONU el científico brasileño Carlos Nobre, uno de los expertos en la mayor selva tropical más respetados del mundo.

"Hay indicios de que el proceso de ‘sabanización‘ ya comenzó" en más de la mitad de la selva, dijo Nobre, investigador del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad Federal de Sao Paulo.

"¿Se puede revertir? Creo que sí. Pero si continúa la deforestación, si sigue sin control, tenemos un enorme riesgo de perder la Amazonia. Sería un suicidio", subrayó.

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Nobre, de 68 años, destacó que la capacidad de la Amazonia de absorber carbono es todavía positiva "pero está disminuyendo".

También dijo que la estación seca es cada vez más larga en un 60% de la Amazonia, y que hay una mayor tendencia de mortalidad de los árbores que precisan más humedad.

 "Potencia de la biodiversidad"

"Todos estos factores son señales precursoras de un punto de ruptura, por eso es importante alcanzar una deforestación cero. Ya no vale más la pena hablar de deforestación legal o ilegal, tiene que ser cero y hay que restaurar una gran área de selva", aseguró.

Según cifras oficiales, la deforestación de la Amazonía brasileña prácticamente se duplicó entre enero y agosto, pasando de 3.336,7 km2 en ese periodo de 2018 a 6.404,4 km2 este año, el equivalente a 640.000 canchas de fútbol.

Si la sabana se establece en 50% o 60% de Brasil, el proceso "es irreversible", dijo Nobre en el evento "Amazonia Posible", celebrado en la ONU, que promueve un nuevo modelo de desarrollo empresarial que respete la biodiversidad. Recuperar la selva llevaría siglos o un milenio.

"Es ahora que tenemos que cambiar. No tenemos más tiempo que perder", advirtió.

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Nobre recordó que dos hectáreas de la Amazonia contienen más especies que toda Europa, y que un solo árbol amazónico tiene más especies de hormigas que varios países europeos.

"Nosotros queremos convertirnos en una potencia militar, pero el mayor potencial de Brasil es ser una potencia ambiental, de la biodiversidad", afirmó.

Brasil, que posee un 60% de la Amazonia, se comprometió en el Acuerdo de París firmado en 2015 a restaurar 12 millones de hectáreas de selva.

"Ecosuicida"

Durante el diálogo "Amazonia Posible", dos jóvenes protestaron cuando el ministro de Medio Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, tomó la palabra.

Los jóvenes, que llevaban tapabocas donde se leían las palabras "Eco" y "Suicida" y agitaron un cartel que decía "Salles", protestaron silenciosamente la política ambiental del gobierno brasileño, escéptico sobre el cambio climático y que ha revertido varias medidas de protección ambiental.

Brasil intenta convencer al mundo de que tiene bajo control la situación en la Amazonia, pero la deforestación se ha disparado, al igual que los incendios forestales, y provocaron en agosto una crisis internacional.

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El secretario general de la ONU y varios líderes, incluidos los de Francia, Alemania, Colombia, Chile, celebrarán una reunión para discutir la situación en la Amazonia el lunes, antes del inicio de la cumbre del clima de la ONU, a la cual el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, no asistirá.

El canciller brasileño, Ernesto Araujo, negó recientemente en Washington que exista una emergencia climática y dijo que algunos países buscan restringir la soberanía de Brasil promoviendo el "climatismo". 

"La presión internacional es esencial" para frenar la deforestación, opinó Nobre. "Y que no se compren productos que vengan de la Amazonia y no tengan certificado" de sustentabilidad, acotó.

Nobre estima que el gobierno tiene que tener tolerancia cero con la deforestación -que es un 90% ilegal-, pero la industria del agronegocio, también en gran parte responsable al talar la selva para vender madera, plantar cultivos o para el pastoreo de ganado, debe cambiar su modelo económico.

El cultivo de cacao, açaí y castaña en la Amazonia ocupa solo 4.000 km2 y genera 7.000 millones de reales (USD 1.686 millones), afirmó Nobre, mientras la actividad pecuaria y el cultivo de soja en cinco estados amazónicos brasileños ocupa 240.000 km2 y genera 14.000 millones de reales (USD 3.373 millones).

"Falta valor agregado, desarrollar el país, volverlo a industrializar (...) desarrollar miles de bioindustrias" que puedan generar desarrollo económico respetando el medio ambiente y sacando de la pobreza a millones de habitantes de la Amazonia, sostuvo el experto.