ACTUALIDAD

Plásticos de un solo uso quedaron vetados en Boyacá

La utilización de ese material, así como del icopor, quedó prohibido en los procesos de contratación que adelante desde ahora la Gobernación de Boyacá. Este es el primer gobierno departamental en implementar esta medida en Colombia.

2 de julio de 2019
En un acto protocolario realizado en el Lago de Tota, el gobernador Carlos Amaya dio a conocer el decreto que prohíbe los plásticos de un solo uso en la gobernación. Foto: Prensa/Gobernación de Boyacá | Foto: Prensa Gobernación de Boyacá

Pitillos, botellas, vasos, platos y cubiertos elaborados en plásticos o icopor no podrán volver a ser utilizados en ningún evento que organice la Gobernación de Boyacá a partir de ahora.  

Carlos Amaya, mandatario de ese departamento, firmó un decreto por medio del cual prohibió el uso de esos materiales en los procesos de contratación que desarrolle la administración. 

A partir de hoy todas las botellas, vasos, platos y envases de un solo uso serán remplazados por materiales biodegradables o envases que permitan ser reutilizados, y no volveremos a usar plástico en ningún evento”, afirmó Amaya. 

Le puede interesar: Colombia da un paso hacia la prohibición de los plásticos de un solo uso

A orillas del lago de Tota, el gobernador destacó que ese departamento es pionero en la búsqueda de un modelo de desarrollo consciente y sostenible. "Por eso, hoy anunciamos con orgullo que seremos el primer departamento en prohibir la utilización del plástico de un solo uso no biodegradable y del poliestireno expandido en todos los procesos de contratación", dijo.

El mandatario recalcó que esta acción se sumaba a las que había venido desarrollando el gobierno departamental en la protección medioambiental, que incluyen la campaña ‘Más fibra, menos plástico‘, a través de la cual se insta a la ciudadanía a dejar a un lado el uso de las bolsas y utilizar el tradicional canasto, o la utilización de pocillos de cerámica en dependencias de la administración seccional.

De igual manera, subrayó el hecho de que todo el gabinete departamental haya empezado a utilizar termos de acero inoxidable, al igual que instalación de máquinas dispensadoras de agua en las instalaciones de la Gobernación, con el fin de reducir al máximo la compra de botellas plásticas.

“El plástico se ha convertido en una crisis ambiental, de salud y ética sin precedentes que nos obliga a actuar ya, y en Boyacá no nos falta ni el coraje ni la voluntad para tomar las decisiones necesarias para la preservación de la vida”, comentó Amaya. 

Le sugerimos: Inicia el fin de los plásticos de un solo uso: 170 países acuerdan reducir su consumo

Actualmente cursa en el Congreso un proyecto de ley que también busca prohibir el uso de plástico de un solo uso. 

“Muchas veces lo único que falta para avanzar hacia un mundo sostenible es la voluntad política. Boyacá es un departamento campesino y un departamento verde, comprometido como ningún otro con la sostenibilidad y el respeto por el medioambiente. Hemos denunciado el ‘fracking‘; hemos defendido nuestra agua y nuestros tesoros naturales; y hemos protegido y promovido los saberes y la identidad campesina de la que tanto tenemos que aprender aún”, señaló Amaya.

En las instalaciones la Gobernación de Boyacá se generan aproximadamente 1.140 kg/mes de residuos, de los cuales 74,38 kg/mes (7 %) es de plásticos y 961 kg/mes (84 %) es de residuos ordinarios, entre los cuales se depositan desechables de comidas.

Puede leer: ¿Cómo quedan los proyectos ambientalistas que cursan en el Congreso?

Con esta medida, el gobierno departamental dejará de usar cerca de 900 kilos de plástico de un solo uso al año, lo que equivale a dejar de arrojar al planeta nueve toneladas en los próximos diez años. Sin embargo, lo que es más relevante de la medida, es que llama la atención a las instituciones públicas y privadas sobre el uso de este material.

En el departamento de Boyacá, entre el 16 % y el 20 % de los residuos sólidos que se depositan en rellenos sanitarios corresponden a este tipo de plástico, residuos que tardarán hasta 1.000 años en degradarse.