MEDIOAMBIENTE

Frenar la deforestación: principal reto ambiental de Colombia en 2021

La decisión del Gobierno de reducir los gases de efecto invernadero en 51% a 2030, impone grandes desafíos en los que el país debe trabajar desde ya. Fomentar la agricultura sostenible, avanzar en la transición energética y en la movilidad sostenible, será determinante.

27 de enero de 2021
Deforestación
No hay cifras claras de cuál fue el comportamiento de la deforestación en 2020. Foto: Jhon Barros - Colombia hoy. | Foto: Jhon Barros

Este es un año de grandes expectativas en materia medioambiental. Los compromisos adquiridos por el Gobierno ante la comunidad internacional de reducir en 51 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero a 2030, imponen retos en los que se debe empezar a trabajar desde ya si se quiere lograr el objetivo.

Si bien hay optimismo, el camino por recorrer no será fácil y el Ejecutivo debe definir de manera clara no solo las metas, sino las estrategias por utilizar para lograr su propósito. Así lo considera, Manuel Rodríguez, exministro de Ambiente de Colombia y presidente del Foro Nacional Ambiental, para quien la agenda en torno a esta materia es muy clara.

"El presidente comprometió a Colombia a bajar las emisiones de gases de efecto invernadero en 51% a 2030. Hasta ahora no ha habido en el pasado una política ambiental tan ambiciosa en el país y por eso los retos no son menores", dijo.

En su concepto, se trata de una propuesta que es transversal a todos los campos de la actividad económica y que están relacionados con el medioambiente. Para Rodríguez, uno de los mayores esfuerzos se debe centrar en frenar la deforestación a cero y a la vez implementar un gran programa de reforestación que permita restaurar ecosistemas rocosos.

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Por ahora no se sabe a ciencia cierta cuál es la realidad del país en materia de deforestación. El Ministerio de Ambiente habla de una reducción cercana al 10% en 2018 y de algo más de 19%, en 2019; sin embargo, hay incertidumbre en torno a lo sucedido en 2020. La información oficial del primer trimestre del año pasado, dada a conocer por el Ideam, indica que se deforestaron cerca de 64.000 hectáreas de bosque en la región amazónica, siendo Meta, con 24.288 hectáreas, Guaviare, con 14.417, y Caquetá, con 25.064, los departamentos más críticos. 

Frenar la tala de bosques es uno de los mayores retos que tiene el país. Foto: Cormacarena

La misma entidad informó que para los meses de abril, mayo y junio este flagelo se redujo considerablemente, sin dar datos exactos de hectáreas afectadas, mientras que en un comunicado, el Ministerio de Ambiente dijo que en ese mismo lapso, los focos de deforestación en el país habían pasado de 12 a tres y que no se habían registrado focos durante ese periodo en Meta, Guaviare y Caquetá. 

Lo cierto es que sin que se conozcan cifras oficiales de lo ocurrido a lo largo del año pasado, la deforestación es el mayor reto y desafío que tiene el Gobierno. Camilo Prieto, director del Movimiento Ambientalista Colombiano, indica que la prioridad debe ser el control de la tala de bosques, pues esto no solo afecta los ecosistemas, sino que está alterando el balance de los gases de efecto invernadero, lo que va en contra de las metas de reducción de emisiones propuesta por el Ejecutivo. 

Agricultura sostenible

De la misma forma, se debe trabajar en una transformación de la agricultura, pues es de recordar que la emisión de gases de efecto invernadero en el país en más de 55% dependen de la deforestación y de las prácticas agrícolas. Para Rodríguez, en Colombia, la actividad ganadera se debe transformar en sistemas silvopastoriles.

La agenda también incluye metas más ambiciosas sobre la conversión de Colombia hacia energías no convencionales soportadas en alternativas de generación solar y eólica.

De igual forma, se requiere una política fuerte en relación con el cambio en los sistemas de transporte. El país debe aumentar el número de vehículos cero emisiones y para ello se deben generar incentivos y beneficios, tales como: la deducción al impuesto de vehículos, generación de descuentos en tarifas para la realización de trámites de registro inicial, la revisión técnico-mecánica y de emisiones contaminantes, así como en las primas de los seguros obligatorios, entre otros aspectos, que incentiven a los colombianos a adquirir este tipo de vehículos. Sin embargo, aquí se deben impulsar también los proyectos de renovación de flotas de servicio público hacia esa misma meta. 

El país debe adoptar políticas que incentiven la compra de carros eléctricos. 

A juicio del exministro, el gobierno también debe lograr una concertación con el sector privado y trabajar en normas que apunten a que el sector productivo genere menos emisiones. 

Destinación de recursos

Pero no se trata solo de definir la agenda y determinar las estrategias para sacarla adelante. El Gobierno tiene que establecer el monto de los recursos que se requerirán para sacar adelante la iniciativa y definir de dónde saldrán. "Este es un tema que no se les puede dejar a los otros gobiernos, se debe prever cómo se va a hacer", asegura Manuel Rodríguez.

"Tengo la impresión que algunos sectores no son lo suficientemente conscientes de las implicaciones del compromiso adquirido por el Presidente. Sin duda, se debe aplaudir el compromido del Gobierno, pero no basta con eso, se requiere una detallada desagregación de las metas en los diferentes sectores, de los recursos económicos que se deben involucrar y de las estrategias", considera Rodríguez. 

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El tema de la reforestación también será determinante. Para Elsa Matilde Escobar, ambientalista y exdirectora de la Fundación Natura, la restauración ecológica es clave y, por ello, es muy importante que se trabaje en el logro del objetivo de sembrar los 180 millones de árboles que se propuso el Gobierno. "Aún no es claro si se logrará la meta en el año y medio que le queda", dice. 

Protección a los defensores ambientales

Adicional a estos aspectos, hay otro que Camilo Prieto considera imperativo y es que Colombia ratifique el Acuerdo de Escazú. En su concepto, esta será una herramienta determinante para frenar el asesinato de los líderes ambientales en el país. Recuerda que Colombia está catalogado como el más peligroso para quienes se dedican a proteger los recursos naturales. 

Colombia es el país más peligroso del mundo para quienes se decican a proteger los recursos naturales. Foto: Mauricio Ochoa Suárez

Según la ONG británica Global Witness, en 2019 fueron asesinados en el territorio nacional 64 defensores de la tierra y del medioambiente, de los 212 que perdieron la vida en el mundo. En 2018, de acuerdo con la misma organización, el país fue segundo en este deshonroso escalafón.

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Elsa Matilde Escobar también considera que uno de los mayores retos desde el punto de vista de país es acabar con la corrupción, lograr una sociedad más equitativa, más resiliente y abrirle las puertas de la participación de las mujeres. "Es importante visibilizar el gran esfuerzo que hacen la mujeres rurales y también desde las organizaciones no gubernamentales y desde el Gobierno en la lucha por proteger la biodiversidad y contra el cambio climático".

En su opinión, si no se logra la equidad no se puede hablar de un desarrollo sostenible. "No puede haber un desarrollo sostenible si el país sigue siendo corrupto y uno de los más inequitativos del mundo, porque la sostenibilidad tiene que ver con el buen vivir", concluye.