Sociedad
¡Agua para La Guajira! Comunidades indígenas y autoridades realizan el primer Círculo de la Palabra para mejorar el acceso a este recurso
A través de estos encuentros, que se enmarcan dentro del proyecto Guajira Azul, se buscan soluciones para evitar que más niños sigan falleciendo por causas asociadas a la ausencia de agua potable.
En el 2020, 65 niños y niñas fallecieron en La Guajira por causas prevenibles asociadas a la ausencia de agua potable. En los primeros cinco meses del 2021, según el Dane, habían muerto 18 menores de edad. Buscando soluciones que ayuden a evitar que se pierdan más vidas, en el municipio de Manaure se llevó a cabo el primer Círculo de la Palabra sobre el Agua entre la comunidad Wayuu de La Tuna, funcionarios locales y designados del Ministerio de Vivienda. Un esfuerzo que además busca garantizar un acceso más equitativo al agua potable en el departamento.
Esta actividad, basada en el sistema de principios, valores y tradiciones ancestrales, forma parte del proyecto Guajira Azul, el cual ha llevado piletas de agua potable a cuatro municipios: Manaure, Riohacha, Uribia y Maicao.
Durante el Círculo de la Palabra, autoridades tradicionales, líderes y lideresas, padres, madres y jóvenes del pueblo Wayuu lograron establecer un diálogo genuino, basado en la escucha atenta, respetuosa y empática y en el relacionamiento intercultural con las comunidades indígenas.
La autoridad tradicional de la Tuna, Carmen Barliza, quien dio la apertura al diálogo y abrió las llaves de agua potable de la pila pública para las familias beneficiarias, asegura que esta oportunidad les permite a ingenieros, técnicos y otros profesionales que hacen presencia en la zona reconocer la cosmovisión indígena y abrirse al conocimiento local para encontrar soluciones conjuntas que beneficien a la comunidad.
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Hilduara Barliza, líder de la comunidad y una de las mayores conocedoras del proyecto Guajira Azul, explica que las pilas que surten de agua a los habitantes han reducido la mortalidad infantil por desnutrición y las enfermedades digestivas.
Barliza asegura que ahora las 2.800 familias beneficiadas también se sienten incluidas en las decisiones, pues tienen la oportunidad de compartir sus conocimientos. “Las personas no dependen de un representante o de un líder para ser escuchados, son ellos quienes aceptan o rechazan las propuestas que se realizan para el territorio”, afirma Barliza.
Asimismo, Weildler Guerra, antropólogo y líder Wayuu, advierte que estos diálogos en comunidad convierten un encuentro de media hora en un diálogo persuasivo que utiliza la metodología indígena de manera constructiva: “Es importante escuchar muchas voces sobre un tema fundamental como el problema del agua en la población Wayuu. Un círculo permite que todas las voces estén a la misma altura, todos hablan con el tiempo que consideren hasta que el problema se haya tratado”.
El viceministro de Vivienda, José Luis Acero, puntualiza que “este será el primero de cuatro encuentros que se realizarán con las comunidades indígenas beneficiarias de las pilas públicas en los municipios de Maicao - Sararao, Riohacha - Romonero, Manaure”.