Entrevista
Alcalde de Sincelejo asegura que son la ciudad más segura de la Costa: “Los delitos se redujeron 90%”
Yahir Fernando Acuña destacó la caída de los comportamientos criminales durante los primeros meses de 2024 y la reducción de más del 60 % de los homicidios.
“Echar pa’lante la ciudad” es lo que Yahir Fernando Acuña espera lograr en este cuatrienio como alcalde de Sincelejo. Reconoce que llegó a una ciudad afectada por la inseguridad y el desempleo, y por eso planea enfocar una buena parte de su gestión en mejorar ambos indicadores.
Entre sus propósitos está mejorar la percepción de inseguridad y que el centro de la capital de Sucre sea nuevamente un espacio público transitable, porque el exceso de motos ha dificultado la movilidad en la zona.
“Esta es una ciudad de calles pequeñas, como se concibió en la época colonial. El tránsito de motocicletas hizo muy compleja la movilidad en el corazón del departamento. La gente reclama la recuperación y modernización del centro histórico y estamos muy comprometidos”, señaló Acuña.
SEMANA: ¿Cómo está hoy Sincelejo?
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Yahir Fernando Acuña (Y. A.): Un reto hace más interesante una oportunidad, y al llegar a la Alcaldía de Sincelejo me encontré con todos los retos que necesitaba para poder echar para adelante este territorio, y hemos visto avances.
En 2023 esta fue una de las ciudades que reportó un mayor índice de inseguridad, y en los dos primeros meses de gobierno logramos una reducción del 90 % de los comportamientos criminales y del 60 % de los homicidios. Gracias a eso, hoy somos la ciudad capital de la Costa más segura; no lo decimos nosotros, sino las estadísticas oficiales de la Policía Nacional.
SEMANA: ¿Cómo lo lograron?
Y. A.: Conformamos un bloque de búsqueda especializado contra el multicrimen, especialmente contra bandas o franquicias criminales de todas las denominaciones, llámense Rastrojos Costeños, Clan del Golfo o Norteños. Porque el conflicto pasó de la lucha armada en las montañas, en nuestros territorios rurales, al control de las rentas criminales en lo urbano, es decir, el conflicto se urbanizó.
Esto es algo que venimos advirtiendo desde principios del año 2000. Ese bloque de búsqueda exige la concurrencia interinstitucional con la participación de Ejército, Policía, Fiscalía, las judicaturas, incluso las entidades sociales. Cada martes, todos estos actores concurren a una mesa ampliada de seguridad. De esta forma, se han incrementado las capturas, la judicialización, los allanamientos en la cárcel, y estamos combatiendo la extorsión.
A la par, avanzamos en la instalación de alarmas y cámaras comunitarias, botones de pánico, y delimitamos un área de movilidad restringida y concertada, con el fin de que el centro de la ciudad no tenga tantas motos y de esta forma aumentar la percepción de seguridad.
Cuando llegamos, había 14 cámaras, hoy hay 300 y la meta es llegar a 400. El plan incluye mejorar la malla vial para hacer la ciudad transitable, recuperar los parques e iluminar Sincelejo, porque la percepción de inseguridad de la ciudadanía también está asociada a la ausencia de luz. A esto responde la inversión en 8.000 luminarias blancas.
SEMANA: ¿Cómo tomaron los motociclistas y mototaxistas esta medida?
Y. A.: Lo que resultó de esto habla de nuestros avances. Les dijimos que la ciudad requería de ellos, y que esto significaba salir del centro y aceptaron. La escucha activa es fundamental, porque termina generando este tipo de procesos de concertación que, en últimas, se traducen en beneficios para toda la comunidad. A la par, queremos que vuelva el transporte público, porque la ciudad se mueve en moto debido a que el transporte público es reducido.
SEMANA: ¿Para cuándo estiman incorporar el nuevo sistema de transporte público?
Y. A.: La idea nuestra es que a más tardar el 31 de diciembre tengamos escogido el operador del nuevo sistema de transporte y, adicionalmente, los primeros buses; tomando en cuenta las altas temperaturas en Sincelejo, nos gustaría que fueran climatizados. Con esta medida queremos mejorar la disponibilidad y transitar hacia la movilidad eléctrica.
SEMANA: La violencia histórica y la pobreza siguen haciendo mella en las nuevas generaciones. ¿Cuál es la estrategia de pacificación con los jóvenes?
Y. A.: Con más de 500 jóvenes de la zona sur de la ciudad establecimos un pacto de no agresión. También estamos trabajando con muchachos de la zona norte. Este es un proceso simbólico en el que ellos entregan sus armas, con un llamado a “no más guerra”. Parte de la labor incluye incrementar su participación en actividades deportivas, educativas e iniciarlos en la vida laboral. Con sus líderes también tenemos mesas de trabajo cada viernes, para hacerle seguimiento al proceso del pacto. La meta es que podamos construir juntos un territorio de paz, que al final es lo que todo el mundo quiere.
SEMANA: La generación de empleo es determinante para mejorar la seguridad, ¿qué está pasando en este sentido en Sincelejo?
Y. A.: Todos los proyectos que tenemos para los próximos años implican nuevas oportunidades laborales, porque en esta ciudad el 70 % de la gente vive del rebusque. Por eso, en una iniciativa articulada con la Asociación de Comerciantes Unidos de Sucre y la Cámara de Comercio, vamos a firmar un convenio para contribuir a la formalización de micro y medianos empresarios.
Sin embargo, en esta ciudad, para garantizar la empleabilidad es fundamental aumentar la seguridad y la percepción de seguridad, porque, por ejemplo, si el empresario se siente seguro, va a abrir hasta más tarde. Esto necesariamente se va a traducir en más turnos de trabajo y mayor consumo, pues la gente va a salir más. También, con miras a atender este flagelo, vamos a darles continuidad a las políticas de microcrédito y de bancas comunales, para estimular la economía de subsistencia.
Como parte de la recuperación de parques, incorporamos en el mercado laboral a 65 mujeres que llevaban 30 años como trabajadoras sexuales. Hoy están desarrollando actividades productivas: como parte del Programa de Alimentación Escolar (PAE), 600 mujeres, en su mayoría madres cabeza de familia, y unos 100 auxiliares administrativos, laborarán en los colegios. Estamos hablando de gente de los barrios con pocas oportunidades que ahora van a percibir un salario e incluso prestaciones.
SEMANA: Sincelejo es punto de partida de otros destinos turísticos en Sucre, que por su naturaleza atraen visitantes con estancias más largas que las que se planifican en la capital. ¿Cuál es el plan para que no sea un lugar de paso?
Y. A.: Queremos tener el monumento más alto de la Costa colombiana, en honor a la fandanguera; una obra única en el país, que además de despertar el interés de los visitantes, llenará de orgullo al sincelejano. Adicionalmente, al tener un centro más seguro, seguramente más personas van a sentirse interesadas en recorrer la ciudad, conocer su gente, la gastronomía y el comercio. También queremos construir un centro de convenciones, una central de transportes y una villa olímpica.
Recuperar la seguridad va a contribuir a que la gente venga a la ciudad, disfrute de nuestra gastronomía que es extraordinaria; de nuestra artesanía, influenciada por el mestizaje de los afros, los indígenas, la cultura española, los árabes. Somos multiculturales y pluriétnicos, y eso está reflejado en todas nuestras expresiones. Tenemos que aprender a contar nuestra historia desde nuestros balcones y enamorar a la gente para que se anime a conocer nuestro centro histórico, uno de los más bonitos de la Costa colombiana. Es importante vendernos, promocionarnos.
SEMANA: El agua es una problemática recurrente en la región. ¿Tienen un plan para mejorar el acceso?
Y. A.: Primero hay que canalizar arroyos de la ciudad, pero ya tenemos un plan de inversiones cercano a los 60 mil millones de pesos con el operador para llevar el servicio de agua potable ininterrumpido a la zona sur de la ciudad, donde se concentra un gran porcentaje de personas en situación de desplazamiento: hoy tenemos 16 invasiones.
Además, cuando llegamos, solo había tres carrotanques disponibles para responder en emergencias, pero logramos acelerar gestiones y ahora hay disponibles 13 carrotanques, porque aquí todavía hay corregimientos a los que en pleno siglo XXI no les llega el agua.
SEMANA: Para avanzar en todo esto es clave la articulación con el sector privado y el Gobierno nacional. ¿Cómo van en esta tarea?
Y. A.: Yo creo que hay voluntad de parte de todos; vemos disposición. Por ejemplo, el Gobierno anunció inversiones importantes para el territorio en vivienda y la construcción de un acueducto. Nosotros esperamos que haga su mejor esfuerzo para cumplir.
Por otra parte, la instalación de las cámaras del centro histórico y las alarmas fue posible gracias a la iniciativa privada. Es claro que sin ellos no podemos llegar a ser una ciudad echada para delante. Hay que tener muy en cuenta que somos el principal receptor de población desplazada del país, entonces requerimos mayores recursos y acompañamiento de cada uno de los niveles de gobierno.
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