Artesanos de La Chamba preservan un oficio ancestral con más de 300 años de historia
Diana Avilés, una de las artesanas de la vereda La Chamba, heredó de sus padres y abuelos la vocación por este tradicional oficio. Junto con su esposo y sus hijos fabrica y comercializa las artesanías en distintas ciudades de Colombia e incluso en otros países.
Foto: Juan Carlos Sierra - SEMANA /
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Artesanos de La Chamba preservan un oficio ancestral con más de 300 años de historia
La Superintendencia de Industria y Comercio en Bogotá le otorgó la denominación de origen a la cerámica negra de La Chamba, que poco a poco se ha posicionado como un atractivo turístico. Actualmente los viajeros pueden vivir la experiencia de crear una artesanía desde el primer paso que es recolectar la materia prima hasta la cocción final de la pieza.
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Los tradicionales tiestos, platos, bandejas, jarrones y otros elementos de barro negro se fabrican a mano, se pulen y barnizan con barro rojo para posteriormente entrar al horno durante varios minutos.
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Cada año los artesanos de La Chamba celebran el Festival del Barro y premian a las jóvenes que demuestren una mayor agilidad en la creación de piezas de calidad. Gracias a estrategias como estas se ha logrado dar a conocer esta tradición y atraído empresarios y emprendedores que han impulsado la comercialización de las piezas.
Foto: Juan Carlos Sierra - SEMANA /
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