Así ha sido el impacto de la inteligencia artificial en el sector energético y de telecomunicaciones

¿Qué papel juega la tecnología en el sector de la energía y las telecomunicaciones?

Olga Lucía López: Las nuevas tecnologías tienen un potencial enorme en la industria de la energía, especialmente la inteligencia artificial, ya que permiten hacer la red más observable, medible y controlable. Así mismo nos permite anticiparnos a situaciones de falla y gestionar los recursos energéticos de manera más eficiente para garantizar la continuidad de las operaciones y atender la demanda de manera confiable. En cuanto a las vías, la tecnología se puede reflejar en las tendencias y desarrollos actuales, como la movilidad eléctrica, la automatización de vehículos autónomos, y todo el tema de gestión de tráfico inteligente, que se caracteriza por la presencia de sensores en las carreteras para hacer un monitoreo en tiempo real, beneficiosos para la experiencia del usuario, y para hacer mantenimientos a infraestructuras. Por otro lado, desde la línea de telecomunicaciones y con la llegada de la 5G, podemos agilizar procesos de manera eficaz en línea con la transformación digital que estamos viendo en el mundo. De hecho, se eliminarán barreras y más personas podrán tener acceso a la información.

¿De qué manera la inteligencia artificial ayuda a mejorar el servicio de electricidad en el país?

O.L.L: La inteligencia artificial nos ha permitido potenciar toda la parte de transmisión de energía y contribuir a la eficiencia y calidad de electricidad. Además, nos ha ayudado a minimizar las intervenciones y mejorar el desempeño de los activos en las líneas de transmisión debido a que reducimos las reparaciones innecesarias, los costos de mantenimiento y las fallas de riesgo al anticiparnos a elementos que no hubiésemos detectado sin esta herramienta. En la actualidad necesitamos que la misma red trabaje de manera autónoma para tomar acciones inmediatas cuando existan fallas, sin ninguna intervención humana. En este orden de ideas, estamos aprovechando las innovaciones tecnológicas para demostrar nuestra capacidad de resiliencia, que se ve reflejada en un mejor desempeño y una mayor confiabilidad en los lugares en los que operamos en Latinoamérica.

¿Cuáles son esas herramientas de IA que están utilizando?

O.L.L: En ISA y sus empresas hemos declarado el tema digital y tecnológico como una palanca fundamental para ser más competitivos y generar más valor en el mercado. En esa línea podemos decir que la inteligencia artificial hoy es un motor para mejorar el desempeño en estos negocios, debido a que podemos tomar decisiones sustentadas en datos. Hemos incorporado agentes digitales que apoyan nuestros procesos, tenemos esquemas de monitoreo avanzado, utilizamos la ciberseguridad para las operaciones, y también sacamos provecho de la realidad virtual para hacer un soporte en tiempo real. Por ejemplo, para el mantenimiento en líneas de transmisión de energía, nuestros ingenieros tenían que colgarse en las líneas -expuestos a altos niveles de voltaje-, identificar las fallas y luego bajarse para hacer el respectivo análisis y registro. Ahora todo el proceso se hace con drones que son entrenados con inteligencia artificial para detectar las fallas y mandar al instante la información al sistema con las posibles soluciones.

Las nuevas tecnologías también han impactado la movilidad, ¿qué innovaciones para la gestión de las vías destacaría?

O.L.L: En este sector hemos tenido mayor impacto en Chile, allá tienen el concepto de “circular sin barreras y sin límites”, gracias al cual los carros pueden movilizarse por las vías con libertad. Es decir, en todas las vías tenemos sensores que van midiendo la velocidad del carro, y a medida que se acerca al peaje, el pago se hace automáticamente de manera electrónica. Adicionalmente, hay un sistema inteligente que procesa la información, y a la vez la articula con el Ministerio de Obras Públicas de Chile. Este sistema nos ha facilitado identificar cuáles son los sitios con mayor riesgo de accidentes, para así tomar acciones que permitan minimizarlos. En el caso de Colombia, por ejemplo, también estamos impulsando otro proyecto -con una de nuestras filiales- enfocado en poner la tecnología a disposición de las ciudades, para que estas sean más inteligentes y puedan identificar embotellamientos, señales de riesgo como accidentes, entre otros.

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