Migración
Así se previene la discriminación contra la población venezolana en las ciudades colombianas
Luz Cristina Pinzón, directora de Desarrollo para Sudamérica de Fupad, detalla las estrategias que han funcionado para mejorar la convivencia entre colombianos y venezolanos. El valor de la solidaridad, la clave.
En varias ciudades del país la percepción de inseguridad se ha asociado al fenómeno de la migración venezolana, ¿qué opina de esta situación?
Luz Cristina Pinzón: Yo creo que el miedo hacia la población venezolana parte de que no conocemos al otro individuo y creemos que es malo sólo porque es venezolano. Si nos tomamos el trabajo de conocer quién es esa persona, de entender que al igual que nosotros son papás, mamás e hijos, vamos a comprender que también son seres humanos que están buscando una nueva oportunidad.
¿Qué significa para Colombia una integración completa y legal del migrante?
L.C.P.: El ejercicio de tener personas de otros países genera ganancias en la medida en que vienen a prestar su mano de obra, fortalecer procesos, desarrollar actividades que ya los colombianos no quieren hacer. Por ejemplo, hablando con una persona del Eje Cafetero, me decía que si no es por los venezolanos no se hubiesen salvado las cosechas de café, porque los colombianos ya no quieren trabajar en los cultivos. En ese orden de ideas, es más lo que ganamos que lo que pudiéramos tener en riesgo.
Lo más leído
¿Cómo hablarle a las empresas colombianas de los beneficios de la migración?
L.C.P.: No es muy difícil porque, precisamente, la razón de que muchos empresarios colombianos empleen venezolanos en el campo, por ejemplo, es porque los migrantes vienen a cubrir vacantes. Pero también debemos tener presente a los empresarios venezolanos que han venido a invertir en el país, que generan empleos, que permiten una economía mucho más activa.
¿Cómo logró Colombia convertirse en un referente mundial de ayuda humanitaria a población migrante?
L.C.P.: Yo creo que esa es una de las cosas que los colombianos no hemos identificado. La solidaridad es un aspecto muy importante en el mundo, está en el marco de los derechos humanos y deberíamos ser valiosos por el solo hecho de ser seres humanos. Colombia ha dado ejemplo de eso a través de la hermandad, de la generosidad, porque ha recibido a la población venezolana y les ha permitido integrarse social y laboralmente.
El hecho de que Colombia entregue un Estatuto Temporal de Permanencia bajo unas condiciones legales y brinde oportunidades es el mejor camino que puede tomar un país para integrar a la población venezolana. Somos un ejemplo frente al mundo, como lo dijo el director de Naciones Unidas y el director de ACNUR en una de las visitas que realizaron en el 2021.
¿Cuál ha sido el impacto del programa Integrando Horizontes de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos y FUPAD?
L.C.P.: El interés de ambas organizaciones es favorecer a estas poblaciones en el marco de los derechos humanos pero, ¿cómo ayudar a que se integren en la sociedad? Por un lado, el enfoque de derechos humanos se basa en la protección de la población venezolana, y la hemos trabajado de la mano de redes de personas y entidades como, por ejemplo, alcaldías y diferentes sectores del país, que entienden la situación de la población migrante y generan una gran articulación con el Gobierno.
Integrarlos socialmente tiene que ver con que se relacionen con sus vecinos, y para ello generamos unas acciones comunitarias que contribuyen a que la población migrante se conecte con las personas que los reciben. Y, por último, generamos empleo o incentivamos las capacidades, fortalecemos sus conocimientos laborales, y habilidades sociales y empresariales para que se puedan integrar al mercado laboral. Con este programa, FUPAD realiza prevención, protección, socialización, inclusión y, por supuesto, la incorporación socioeconómica para que esta población pueda tener permanencia pero de una manera regulada.
¿Cómo luchar contra la xenofobia que existe hacia esta población?
L.C.P.: FUPAD ha venido trabajando en ello. El valor de una persona no debería estar medido por su nacionalidad. Dicen por ahí, “hoy por ti mañana por mí”. Con la campaña “Ser pana es ser parce”, se busca sensibilizar al maestro, al papá, a la mamá, al tendero, al empresario, a la persona de la calle, para que comprendan que el venezolano es una persona igual a nosotros, que merece oportunidad y respeto. Partiendo de esto buscamos generar conciencia social y responsabilidad social. Este trabajo lo hacemos desde ciudades como Bogotá, Bucaramanga y Cartagena, entre otras regiones del país.