Cultura
Bogotá bailará al ritmo del Caribe. Regresa el festival internacional de danza con espectáculos gratuitos
Con más de 60 actividades gratuitas, distribuidas en ocho localidades, la capital celebrará la tradición cultural y artística de Colombia.
Todo comienza a la medianoche, con una leyenda. Un hombre vestido de nazareno, conocido como el animero, recorre las calles de un pueblo y ruega por las almas pecadoras. Detrás suyo, lo sigue una fila de ánimas perdidas que imploran por el perdón divino. Los vivos duermen y los muertos ahuyentan el silencio de la noche con lamentaciones y quejidos. Llueve. Entonces, al llegar a la esquina, el animero se arrodilla y recita una plegaria. Uno, dos padrenuestros.
Esta leyenda del folclor caribeño fue la inspiración principal para que la Corporación Cultural Atabaques de Cartagena (Bolívar) construyera su obra Animeros, una obra dancística que rememora a los personajes que intermedian entre vivos y muertos y que, además, inaugurará la edición 17 del Festival Danza en la Ciudad en Bogotá. Su recorrido iniciará en la Catedral Primada de Bogotá y finalizará en el Centro Nacional de las Artes Delia Zapata.
“Animeros habla sobre la relación de los vivos con las ánimas. Es un trabajo que respeta todas las creencias, para encontrarse con la ancestralidad y la memoria de los que hoy no están. No es una obra religiosa, pero sí es una obra para espacios no convencionales. Espacios de memoria histórica, por ejemplo. Es una obra que invita a la reflexión a través de la danza”, afirmó Wilfran Barrios, director de la corporación.
Del 19 al 29 de septiembre se realizará en Bogotá la edición 17 del Festival Danza en la Ciudad, un evento que desarrollará espectáculos de danza, videodanza, talleres y actividades de formación para todos los públicos. Serán más de 60 actividades programadas, distribuidas en ocho localidades de la ciudad. Las calles, los parques y espacios públicos serán el escenario para visibilizar al talento dancístico nacional.
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“Se trata de una edición especial del festival que se articula por primera vez con la Franja de Danza del Centro Nacional de las Artes, Festival Nodo. El propósito es celebrar conjuntamente el encuentro y disfrutar propuestas de danza nacionales e internacionales que activarán espacios como la Plaza de Bolívar. Una oportunidad para activar la vitalidad de los territorios corporales y espaciales de la danza”, explicaron desde Idartes (Instituto Distrital de las Artes).
Además, esta edición del festival contará con la presentación de obras nacionales e internacionales como El Bosque, una apuesta de la agrupación Marcat Dance Company de España que se presentará en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán el próximo 27 de septiembre. Un espectáculo sensorial que conectará a los espectadores con la naturaleza, las atmósferas y las energías.
Faizah Grootens será otra de las grandes apuestas internacionales para el festival. Oriunda de Curazao, esta agrupación presentará Corpus Criolla, una obra que explora la relación entre el vals y la danza afrocaribeña, abordando temáticas como la identidad, los estereotipos, el idealismo social, la tradición y el colonialismo. Esta presentación también formará parte del acto de apertura del festival el próximo 19 de septiembre.
Entre las demás actividades programadas para el festival sobresalen las Tomas Bailadas, un espacio itinerante que busca descentralizar la oferta dancística y fortalecer los procesos de formación de las nuevas generaciones.
“Se desarrollarán desde el 22 de septiembre en la plazoleta del Centro Comercial Ciudad Tunal y continuarán el 28 de septiembre en la Plaza Fundacional de Fontibón, a través de sesiones de baile en espacios no convencionales y propuestas de danza diversa”, indicaron desde Idartes.
Baile por las ánimas
La Corporación Cultural Atabaques ha recorrido otros lugares emblemáticos —incluso insólitos— presentando la coreografía de Animeros. Los claustros de Cartagena o el cementerio del municipio de Mompox (Bolívar) son solo algunos de ellos. Su director dice que poner en escena esta coreografía les posibilita transitar los lugares “inertes y llenos de piedras”, para conectar con las memorias refundidas de la historia.
“En la presentación en Bogotá, que inicia en la Plaza de Bolívar, tendremos cuatro puntos interesantes: el Palacio de Justicia, la Alcaldía de Bogotá, la Catedral y el Palacio de Nariño. En estos lugares han pasado muchas cosas: se guardan memorias de Colombia. Nosotros bailamos y nos encontramos con las ánimas”, añadió.
Serán 50 los artistas, entre bailarines y músicos, que convertirán el centro de la capital en un limbo de danza. El fin más esperado: conectar con la memoria perdida. “Presentar esto tiene una connotación muy grande para nosotros, porque nos ayuda a construir nuevas formas de relacionarnos con la danza, los territorios y la memoria viva y muerta”, aseguró Barrios.
“Nuestro trabajo surge de la esencia de la tradición. No es solamente la danza folclórica, sino también el universo de la tradición del país. Es una mirada que nace de la Leyenda del Animero, tradicional de Latinoamérica y especialmente de Colombia, para explotar las sonoridades, el ambiente y los olores del Caribe. Todo nuestro quehacer parte de la investigación de la tradición y la territorialidad”, completó.
Wilfran Barrios es un hombre de pocas palabras. Al hablar sobre su vida, sus respuestas son precisas y sus silencios extensos, interminables. Cuando se le pregunta sobre el poder de la danza,suelta una carcajada ligera y responde que es la esencia de su vida. Que la magia vive ahí, en el poder visitar lugares imaginarios que luego se hacen realidad.
“Creo que se resume en una frase que utilizamos nosotros, que proviene de los indígenas Kogui. “Bailamos para no morir”, dice. Esa es la esencia del ser”, finalizó.