Agricultura
Boom de cafés especiales colombianos en los mercados del mundo. Jóvenes baristas estarían detrás de su éxito
Con su saber y aroma, el café de origen es todo un éxito en los mercados más exigentes. Mientras en 2010 los cafés especiales de exportación representaron el 37 por ciento, para agosto del 2022 ya llegaban al 52 por ciento. Así se está moviendo este negocio.
Colombia siembra café en 23 de sus 32 departamentos y hoy las regiones reportan un auge de marcas con granos previamente seleccionados y un exhaustivo proceso de producción para que el consumidor final pueda disfrutar de una buena taza. En cada uno de los pueblos cafeteros es posible encontrar una o varias tiendas especializadas en café y una gran variedad de productos de caficultores locales. La Federación Nacional de Cafeteros (FNC) tiene registro de 866 marcas con denominación de café de origen certificadas.
De hecho, la participación de los cafés especiales en las exportaciones ha venido en aumento: mientras en 2010 fue de 37 por ciento, en 2022 alcanzaban, al cierre de agosto, el 52 por ciento. “Está demostrado que el café tostado en origen logra llegar con sabor y aroma a los mercados más exigentes”, señaló Luis Fernando Vélez, fundador de Amor Perfecto, la academia y marca colombiana de cafés especiales más premiada en el mundo.
De acuerdo con el gerente general de la FNC, Roberto Vélez Vallejo, Colombia lleva décadas impulsando la producción de café especiales y de origen. Hoy, las nuevas generaciones de cafeteros son los responsables de que el café colombiano esté en boca del mundo. “Lo mejor es que han logrado que más colombianos aprendan y conozcan sobre cafés”.
Para productores como César Ospina, ganador del Campeonato Colombiano de Cafés Filtrados 2022, e integrante de la quinta generación de una familia cafetera en Risaralda, ha sido gracias a que los mismos productores se han capacitado y enamorado del mundo del café que hoy el país vive esta explosión de cafés especiales.
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“Colombia es el país con el mejor café suave-lavado y esto es gracias a nuestra topografía, a la recolección manual de los mejores granos y a la abundancia de nuestros nacimientos de agua. En mi familia somos cuatro mentes apostando a un proyecto llamado ‘Famosta Café’. Nos enamoramos del producto y quisimos compartir lo aprendido con otras personas”, contó.
Sara Bedoya, quien también hace parte de la quinta generación cafetera de su familia en Montenegro, Quindío, atribuye este boom a la oportunidad que ofrece la tecnología y las redes sociales. A sus 26 años ya dirige Café Means Coffee, una comunidad de cafés filtrados desde donde da a conocer diferentes cafés de Colombia.
Incentivar el consumo
Según cifras de la FNC, en 2021 el consumo interno de café en Colombia fue de 2.000.000 de sacos, el doble que hace 20 años. El gran desafío es que crezca en cafés especiales, que tienen un precio mayor al de los tradicionales o estándar, porque su producción genera más costos y se requiere de mano de obra calificada.
Se dice que una de las limitantes que tiene el consumo de cafés especiales para seguir creciendo es que su preparación requiere de equipos como AeroPress, V60 o cono de filtrado, máquina espresso y prensa francesa, entre otros, que usualmente son importados. Por lo tanto, vivir la experiencia de una taza de calidad implica cierto nivel de especialización y una buena inversión. Al respecto, Bedoya recomienda no complicarse y utilizar un método básico como la tela o media que permite el filtrado del café.
La profesión del futuro
Los baristas son los responsables, en gran medida, del reconocimiento que han adquirido los café especiales colombianos en el mundo. “Es una profesión que va mucho más allá de analizar la trazabilidad del producto. Ellos conocen toda la cadena: el cultivo, la trilla y el tueste del café que se prepara detrás de una barra. Un barista es un contador de historias, un puente entre el productor y el consumidor”, precisó el tolimense Diego Campos, el primer colombiano en ganar el Campeonato Mundial de Baristas.
Campos representa el sueño de cientos de colombianos, la mayoría hijos de caficultores, que además de baristas se preparan como filtradores de café, catadores y tostadores, con el propósito de llevar a campeonatos nacionales e internacionales los cafés que se producen en sus fincas. “Y cuando llegan a esos escenarios el orgullo es doble porque se dan cuenta de que los mejores del mundo, compiten y muestran sus habilidades con cafés especiales de Colombia”, concluyó Ospina.
Estos jóvenes desempeñan un rol fundamental en esta nueva ola de promoción del café colombiano. Por eso, de la mano de la FNC, una multinacional como Nestlé le apostó a diseñar el programa de Jóvenes Baristas, como parte de sus iniciativas para contribuir a la disminución del desempleo juvenil en América Latina “Es una profesión del futuro. La preparación de café cada día es más importante, cada día se ven más tiendas, más coffe shops”, señaló Antonio Núñez, presidente de Nestlé Colombia.