Agricultura
Mujeres del pueblo Pijao lideran producción de café sostenible en el Tolima
Un grupo de 77 pequeños productores indígenas, en su mayoría mujeres, participan en un proyecto productivo para cultivar el grano a través de buenas prácticas agrícolas que minimizan el uso de agua y de fertilizantes. Incorporar mujeres y jóvenes como protagonistas contribuye a la reivindicación de esta comunidad indígena.
En los corregimientos de Las hermosas y La marina 77 pequeños productores de los cabildos indígenas Cimarrona Alta y Granja Ambeima trabajan en la producción de café sostenible. Un grupo de expertos de la Corporación Colombia Internacional (CCI) los acompaña para alcanzar estándares de calidad que faciliten la comercialización de la cosecha.
Esta intervención se realiza en 116 hectáreas con el objetivo es mejorar la calidad en la producción del café mediante la implementación de buenas prácticas agrícolas y la adopción de un modelo de negocios sostenible y competitivo de acuerdo a las dinámicas del mercado.
El 70 por ciento de los beneficiarios son mujeres productoras. Ferly Eserrato es una de ellas. Su finca se encuentra en la vereda Cimarrona Alta, en el corregimiento Las hermosas del municipio de Chaparral, Tolima. Eserrato forma parte de la comunidad indígena Pijao Cimarrona Alta y ha sido testigo del progreso que ha llegado de la mano del cultivo de café.
Las comunidades también reciben capacitación en herramientas empresariales e insumos. “Una de las desventajas que tenemos en nuestro territorio es que no contamos con la capacidad para comprar bultos de abono”, comenta Eserrato, ya que muchas veces el cultivo no genera los recursos suficientes para adquirir esos nutrientes. “Aunque contamos con un precio estable, los abonos son muy caros”, agrega.
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Yadith Romero, productora de la región y directora de la Asociación de Productores Agropecuarios Tolimenses, destaca que este proyecto le apuesta al mejoramiento de la producción por medio de una fertilización con tecnologías limpias para cuidar las áreas en donde se cultiva. “Además vamos a minimizar el uso de agua”, comenta Romero, quien se siente orgullosa de liderar este proyecto junto a las comunidades. “Beneficiamos a personas que han sido golpeadas por el conflicto armado y fortalecemos sus capacidades”, destaca.
Otro de los aportes de esta iniciativa es la conservación de más de 64 hectáreas de bosques, a través de la firma de acuerdos de cero deforestación. Un esfuerzo que representa la captura de 1,3 toneladas de carbono por hectárea al año.
Este es uno de los 65 proyectos que actualmente cofinancia el Programa Colombia Sostenible, adscrito al Fondo Colombia en Paz, en municipios con Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) como aporte a la reactivación económica en zonas afectadas por la violencia y la pobreza.
Juan Carlos Mahecha, director del Fondo Colombia en Paz, señala que “con estos proyectos respondemos a las necesidades reales de las comunidades, fortaleciendo la implementación de los PDET y avanzando con hechos palpables”. A esta afirmación, se suma Adriana Senior Mojica, presidenta de la CCI, quien destacó que “nos sentimos orgullosos de demostrar que la calidad del café viene con un sello de reivindicación al pueblo Pijao, incorporando mujeres y jóvenes rurales”.
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