Ciencia
Mujeres científicas: un colectivo para visibilizar la contribución femenina en la ciencia
Unidas por su vocación y el interés de fomentar la investigación entre las mujeres, treinta profesionales se unieron para motivar a otras con sus inspiradoras historias. Conozca algunas de ellas.
Aunque Adriana Corredor, Yuly Sánchez y Natalia Restrepo estudiaron carreras diferentes, comparten en su día a día la pasión por la ciencia y la investigación. Así mismo lo hacen más de 30 mujeres de distintas regiones del país que se han sumado al Colectivo de Mujeres Científicas, a través del cual buscan concertar una agenda de trabajo orientada al fortalecimiento de oportunidades y escenarios de participación para la población femenina en el campo de la ciencia.
“A través de este queremos permear escenarios que quizás no están muy abiertos para las mujeres científicas”, afirma Corredor, bacterióloga con un doctorado en ciencias biológicas, y agrega que “fomentar el ingreso de mujeres a las carreras STEM (ciencia, tecnología, matemática e ingeniería) y visibilizar los logros de estas, se convierte en un pilar importante del trabajo”.
Una idea similar comparte Sánchez, estudiante de doctorado en ingeniería y ganadora de la beca Queen Elizabeth de la Universidad Ryerson en Toronto, Canadá. Para esta investigadora, además de la gestión, la disciplina y la constancia de aquellas que ingresan en estos campos son fundamentales, así como la confianza. “En mi rol de investigadora y docente, lo más importante es incentivar a los estudiantes para que sigan en esta línea, porque cuando uno sale al extranjero, se da cuenta de que tenemos muchísimas capacidades”, afirma.
Para cumplir con sus objetivos, este colectivo busca identificar las líneas de acción para la amplificación del rol de las mujeres en distintos escenarios, además de la generación de proyectos con los sectores público y privado, y la divulgación oportuna de trabajos e iniciativas de investigación y ciencia.
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Al respecto, Restrepo, ingeniera biológica, con doctorado en biotecnología, señala que esta es una iniciativa que reúne los esfuerzos que cada una estaba haciendo individualmente. “Que una mujer tenga grandes logros científicos no debería ser noticia porque tenemos las mismas capacidades, entonces con esto pretendemos que la ciencia y el rol de la mujer aumente”, señala.
Las mujeres integrantes del colectivo son ganadoras del programa ‘Para las Mujeres en la Ciencia’, una iniciativa de L’Oréal Colombia que ha premiado a más de 3.000 mujeres en 115 países y en Colombia ha reconocido a 44. SEMANA conoció las investigaciones y logros de Adriana Corredor, Yuly Sánchez y Natalia Restrepo, integrantes del colectivo.
Una vida entre virus
Desde que Adriana Corredor se graduó como bacterióloga siempre ha trabajado con virología humana y animal en distintos frentes, tanto de investigación básica, como diagnóstico especializado. “Si tenemos controlados y estudiados los virus que circulan en animales, humanos y en el ambiente, estamos pensando en la salud de todos”, comenta y añade que todo aquello que afecta al humano, también lo hace en los animales y viceversa.
Tras pasar por múltiples trabajos y adelantar estudios de maestría y doctorado con honores Magna Cum Laude, se convirtió en profesora especial de la Universidad ECCI. Su más reciente investigación estuvo enfocada en el virus de leucosis bovina, presente en el ganado bovino. “En Colombia cerca del 62 por ciento del ganado lo ha tenido, una cifra altísima”, comenta. En las vacas este virus no produce una enfermedad lenta y progresiva que va afectar al animal pasados más de siete años; sin embargo, cuando este llegue a esa fase final se va ver afectado en la producción de leche, bajo consumo de alimentos, entre otras.
Sus investigaciones han permitido identificar cuál es la vía de transmisión de este virus al humano, ya que se ha reportado que tiene presencia en mujeres con cáncer de mama. “Esto sucede por el consumo de carne mal cocida o leche no pasteurizada. Además hemos reportado la presencia de este virus en especies como las ovejas y los búfalos”, explica.
Entre dos aguas
La noticia del ahogamiento de un niño en la piscina del Hotel Hilton en Cartagena llamó la atención de Yuly Sánchez, quien por esa época culminaba sus estudios en maestría de ingeniera civil. “La mayoría de personas se enfocaron en el tema de seguridad industrial, pero no en la calidad del agua recreativa de las piscinas. Así que enfoqué mi tesis en ese tipo de aguas, con la sorpresa de que en ese entonces no había una normativa en Colombia”, comenta.
Años más tarde, tras ir a un congreso en Grecia, escuchó hablar mucho de las aguas termales, las cuales tampoco tenían una regulación en el país. “Como se consideran aguas medicinales no se aplica ninguna desinfección al considerarse que se pueden cambiar las propiedades físico-químicas del agua”, explica Sánchez, quien de inmediato vio una oportunidad de investigación.
Fue así como postuló este tema a la beca Queen Elizabeth de la Universidad Ryerson en Toronto, Canadá. “Les interesó porque estaban desarrollando un programa en el país con aguas subterráneas pero relacionadas con acuíferos, no con termales”. Sánchez estuvo durante nueves meses en Canadá, pero la pandemia cambió todos sus planes, pues generó la imposibilidad de realizar estudios en laboratorios.
Al convertirse en una de las ganadoras del premio Para las Mujeres en la Ciencia en su edición 2020, pudo regresar al país para culminar la investigación que actualmente se encuentra en ejecución con la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá y la Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito, donde trabaja como profesora.
Los peces en el río
La biodiversidad del país ha atrapado la atención de Natalia Restrepo, específicamente la de los peces de agua dulce. “Tenemos una variedad muy grande y bastante interesante, pero no sabemos cómo estudiarla y la estamos afectando fuertemente con todas las actividades que hacemos”, señala.
Esa preocupación la ha llevado a participar en diferentes proyectos de investigación relacionados con morfometría geométrica y genética poblacional de diferentes especies de peces de agua dulce. Fue así como en el 2017, con el proyecto ‘Estructura poblacional del Capaz, Pimelodus grosskofii’, pudo determinar el grado de estructuración de esta especie endémica en la cuenca media y baja del río Cauca.
Actualmente trabaja como experta en la línea de biotecnología y nanotecnología para el Tecnoparque Nodo Medellín. A través de su experiencia con el colectivo de mujeres científicas ha llegado a la conclusión de que “como mujeres tenemos todas las capacidades y unas sensibilidades fuertes que pueden ayudar a responder las preguntas que nos planteemos, porque nuestras curiosidades y necesidades son distintas, por eso vemos el mundo de una forma única”, concluye.
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