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Cinco joyas ocultas del ecoturismo en Norte de Santander
En estos lugares se preservan riquezas históricas, agrícolas y ambientales. Conozca sus atractivos y el encanto que los hace lugares únicos.
El departamento de Norte de Santander es un destino turístico que combina una rica diversidad natural, cultural e histórica. Aunque el turismo se ha concentrado en su capital, Cúcuta, y ciudades como Ocaña y Pamplona, y más recientemente Chinácota, hay otros municipios con una variedad de experiencias únicas que van desde impresionantes lagunas, cascadas, formaciones geológicas, monumentos históricos y pueblitos pintorescos, hasta recorridos rurales y culturales.
La Playa de Belén
También conocida como La Playa, este municipio está al occidente del departamento, a cinco horas de Cúcuta. Su cabecera urbana se destaca por su importancia histórica y arquitectura colonial.
“La Playa es uno de los pueblos más hermosos que tiene Colombia. Hacemos parte de la Red de Pueblos Patrimonio de la Nación desde el año 2005. Se ha caracterizado por ser un pueblo con un estilo y una arquitectura neocolonial preciosa que destaca entre sus atractivos”, contó Ómar Andrés Álvarez, guía de turismo local y líder de la agencia Estoraques Travel.
La historia del municipio está ligada a las geoformaciones que rodean el territorio, que son los estoraques, unas estructuras de origen natural que, debido a un proceso de erosión hídrica y eólica, obtuvieron su forma y fueron gestados en lo que hoy en día es su cabecera. Este lugar único en su categoría fue declarado Parque Nacional Natural y hace parte del sistema de áreas protegidas de la Nación.
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Otro sitio que vale la pena visitar es el mirador o bosque Los Pinos, un sembradío de pinos reconocido por su belleza, su altura y la hermosa vista panorámica que ofrece el casco urbano del municipio y el Parque Los Estoraques.
“La Playa también cuenta con emprendimientos locales, que son reconocidos en temas recreativos como el Parque Natural Yaragua, que es un lugar dedicado a los deportes extremos, y el mirador Tavolandia, un sitio de recogimiento familiar”, aseguró Álvarez.
Entre las actividades que se pueden hacer en este lugar están la observación geológica, el avistamiento de aves, caminatas y senderismo al bosque seco tropical o bosque subandino.
Mutiscua
Ubicado al sur occidente del departamento, este municipio ha emergido como un interesante destino para el agroturismo y ecoturismo.
“Somos una despensa agrícola para los departamentos de Norte de Santander y Santander, pues tenemos una serie de senderos y rutas de agroturismo y de caminos reales ancestrales por transitar y soñamos con posicionarlos o hacerlos parte de la red de caminos que tiene Santander y conectarlos como una ruta interdepartamental”, contó Edwin José Navas, guía y administrador de la Reserva Natural Shamba La.
“Ofrecemos diferentes rutas de senderismo, actividades de turismo rural y comunitario para las familias, y la idea es fortalecerlo para que se convierta en una alternativa económica para las personas que habitamos acá en el páramo, coexistiendo con la naturaleza y las buenas prácticas agrícolas”, agregó.
Además del agroturismo, Mutiscua ofrece destinos naturales y culturales diversos. Entre ellos, La Nariz del Judío con su santuario natural de frailejones y los mitos y leyendas de sus habitantes; la laguna Surcura y el Valle de Los Salados en el Parque Regional Mutiscua; importantes cuerpos de agua como Lagunas Verdes en el límite municipal, la laguna Rabicha para actividades en familia, la cascada El Chorrerón y el Puente de los Enamorados por su belleza natural; igualmente, el puente El Topón por su importancia en la época republicana.
Asimismo, el municipio cuenta con lugares ecoamigables para hospedarse, acampar o realizar diferentes actividades en la zona montañosa, sin desconectarse del todo de la vida moderna. Las cabañas Shamba La, Mukanda, Shangrila y Los Silos ofrecen este tipo de experiencia.
Arboledas
Está en la región central del departamento, a 946 metros sobre el nivel del mar y se localiza a dos horas y media de la capital nortesantandereana. Una gran parte del municipio (más de 11.000 hectáreas) forma parte del páramo de Santurbán, conocido por su paisaje montañoso y que alberga una rica biodiversidad. Sus atractivos naturales, como lagunas, cascadas y quebradas, lo convierten en un lugar agradable para turistas interesados por el ecosistema regional.
“Arboledas es conocido como la Fábrica de Agua de Norte de Santander, es un destino atractivo para los amantes de la naturaleza, la aventura y el avistamiento de aves, debido a que cuenta con bellas cascadas, ríos de agua cristalina y una gran reserva natural (Parque natural regional Santurbán-Arboledas). Allí también los visitantes pueden encontrar la laguna Brava, la cual es la más grande del Páramo de Santurbán”, afirmó Karina Delgado, creadora de Norte Exploradores, agencia operadora de viajes dedicada al turismo rural y sostenible en Norte de Santander.
Salazar de Las Palmas
En este municipio, a dos horas de Cúcuta, hace 200 años, el cura Francisco Romero impuso una penitencia poco común: en lugar de rezar, ordenaba a los feligreses plantar matas de café.
Gracias a la visión del sacerdote, el municipio se convirtió en el primer punto exportador de café del país en 1835, enviando los primeros sacos a Venezuela a través del lago de Maracaibo. De acuerdo con Karina Delgado, “el municipio de Salazar de Las Palmas es reconocido por ser la cuna del café en Colombia”.
Aunque hoy el municipio no es un gran productor de café a nivel comercial, ofrece una experiencia única con su café especial que refleja la esencia de la región. Además del café, Salazar cuenta con una variedad de productos locales como dulces, quesos, arequipe, cocadas y productos cítricos que reflejan la riqueza gastronómica del lugar.
En cuanto a la práctica de ecoturismo, Salazar de Las Palmas ofrece una variedad de lugares impresionantes como la cascada Garganta del Diablo o el cañón de Las Pailas, un pasaje rocoso formado por la erosión, la Cascada El Ejido, de 20 metros de altura, y el Cañón del Colibrí.
Chitagá
Al sur del departamento, a tres horas de Cúcuta y limitando con los departamentos de Santander y Boyacá, se encuentra Chitagá, un destino también premiado por la naturaleza, debido a la majestuosidad y variedad de sus fuentes hídricas. Otros de los sitios turísticos son el puente real, el Páramo del Almorzadero, la Casa de Teja, la Casa de Bolívar y la hacienda El Molino.
“Es un municipio de tierra fértil y amable, con paisajes exuberantes, lugares llenos de magia donde el turista puede conectarse un poco más con la naturaleza. Contamos con muchos atractivos ecoturísticos gracias a que hacemos parte del Páramo de El Almorzadero, que nos hace ver como un municipio rico en agricultura y en hidrografía”, aseguró Yadyr Carvajal, guía local.
“Tenemos gran variedad de lugares naturales como la laguna El Salado, la laguna El Tambor, la laguna Comagüeta y su cascada, el complejo de lagunas de Burgua, que es un lugar que cuenta con alrededor de 10 lagunas y más sitios donde se fomenta mucho el ecoturismo y actividades como el avistamiento de aves, las caminatas ecológicas y el agroturismo”, agregó.
Pero en este municipio también abundan las historias, gracias a sus sitios históricos, como la Casa Museo Jorge Eliécer Villamizar, la Casa Museo El Rincón de la Abuela y el Puente Real.
“Tenemos uno de los monumentos y patrimonios nacionales y culturales, que es el Puente Real, el cual hacía parte del paso obligado del camino real que conectaba Santa Fe de Bogotá con Caracas, y que tiene mucha historia porque por allí pasó muchas veces el libertador Simón Bolívar y fue uno de los primeros peajes que tuvo Colombia”, precisó Carvajal.
De igual manera, Chitagá es muy conocido por sus productos gastronómicos como el queso de Chitagá, un producto que se está dando a conocer a nivel nacional, y los derivados del durazno, ya que esta fruta es el producto emblema del municipio; entre estos se destacan el durazno en almíbar, el bocadillo de durazno, la mermelada y el vino de durazno. De hecho, hay algunas posadas rurales donde se brinda una experiencia con el durazno y se dan a conocer sus procesos, como la hacienda Carrillo.