Colegios de Barranquilla formarán a sus estudiantes en equidad de género para prevenir la violencia intrafamiliar

El Concejo de Barranquilla aprobó esta semana un proyecto que busca combatir la violencia contra de la mujer desde la niñez, que será sancionado en los próximos días por el alcalde de la ciudad, Jaime Pumarejo. El documento establece la creación de ejercicios pedagógicos que contribuyan a la formación de menores de edad conscientes de sus derechos en instituciones públicas y privadas de la ciudad, donde se registraron 129 denuncias de violencia física contra las mujeres entre enero y marzo de 2021.

Heidy Barrera, concejal y autora del proyecto, reconoce que a esta propuesta la anteceden distintos documentos que tenían el mismo propósito, como la Ley que creó el Sistema Nacional de Convivencia Escolar en 2013, la cual contiene aspectos clave para incluir un enfoque de género efectivo en las clases.

Aun así, advierte, los lineamientos se han quedado cortos. Por tal motivo, con un grupo de expertos decidieron construir otra propuesta que permita pronto su implementación. “Los proyectos pedagógicos en las instituciones suelen tener un impacto positivo porque los menores no los sienten como una imposición, yo creo que esa es la solución a los problemas del presente, que los niños, niñas y jóvenes empiecen a pensar diferente para que se reduzcan los índices de violencia”, explica Barrera.

La funcionaria afirma que este es solo el primer peldaño en la construcción de bases fuertes que den lugar a una educación más equitativa en el país, que les permita a los menores de edad reconocer aspectos fundamentales de su cuerpo y su sexualidad y poner límites en las relaciones interpersonales. Sin embargo, aún queda un proceso arduo por delante, pues, según el Estudio Nacional de Salud y Bienestar Escolar 2020, del total de colegios públicos y privados en Colombia solo el 57 por ciento ha capacitado a sus docentes en temas de salud sexual y únicamente el 46 por ciento los ha formado en prevención de embarazo adolescente y abuso.

Las cifras son preocupantes y en las regiones aún más, explica Daniel Tobón García, cofundador de Escalando, el emprendimiento social que realizó el estudio. La investigación también permitió identificar que solo el 60 por ciento de las instituciones educativas del país ha actualizado sus lineamientos curriculares sobre género y derechos de la mujer en los últimos dos años; es decir, que el porcentaje restante no utiliza información reciente. Ante esta realidad, Tobón asegura que es necesario que todos los actores del sistema educativo tengan en cuenta que “el colegio es un ecosistema donde convergen muchos programas y servicios de salud, por eso si este proyecto logra suplir esas necesidades y tiene estos aspectos en cuenta va a ser muy efectivo en la prevención de la violencia”.

Mariana Sanz de Santamaría, fundadora de Poderosas Colombia, una organización que promueve la educación integral para la sexualidad en jóvenes vulnerables, no es tan optimista. Afirma que en el país existen distintos lineamientos sobre el tema, pero su aplicabilidad ha sido obstaculizada por barreras invisibles como las creencias, los tabúes y estigmas que impiden una conversación amplia en las instituciones. “El enfoque de género debe estar en todas las asignaturas, es importante el recurso humano en los colegios y debe haber una voluntad política de invertir en esos procesos para que las jóvenes puedan acercarse a preguntar por temas de educación sexual sin censura”.

En septiembre de este año la concejal Heidy Barrera liderará un foro internacional con el objetivo de socializar el acuerdo con los rectores, directores de área y la Secretaría de Educación. En este espacio se discutirá cómo pueden articular estas y otras propuestas para el próximo año escolar.

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