Especial Acción Climática

Colombia puede ser un aliado estratégico para Alemania en medio de la crisis energética de Europa. Estas son las razones

Colombia y Alemania trabajarán por ampliar su comercio de energía verde y fortalecer el trabajo de cooperación basado en la agricultura sostenible y la consolidación de modelos de economía circular.

Marian Schuegraf*
26 de noviembre de 2022
Alemania y Colombia, socios estratégicos
Alemania y Colombia, socios estratégicos | Foto: Mario Pedraza

La guerra en Ucrania es una realidad. No hay gas. Pero Alemania no ha perdido de vista la otra realidad que representa la crisis climática. Es prioridad mantener el calentamiento global en el límite: 1,5 grados centígrados, que de hecho ya ocasionan suficientes catástrofes en el mundo. Para ello es necesario seguir con el compromiso de reducir a la mitad las emisiones durante esta década. Colombia es uno de los socios estratégicos de Alemania en este propósito, pues no solo nos podría vender carbón, sino que es un país que está hablando de transición energética.

Y estamos en el momento justo de convertir la crisis climática en una oportunidad para llevar a cabo esa transición. La emergencia humanitaria y ambiental que por estos días vive Colombia con innumerables víctimas por los fuertes aguaceros y huracanes que causan inundaciones y deslizamientos no surge de la nada. Todos sabemos que anualmente las lluvias, acompañadas del fenómeno de La Niña, cada vez caen más fuerte debido al cambio climático. Es hora de afrontar con mayor decisión esta problemática medioambiental.

El marco de la COP 27 debe dejar claro que sobran los diagnósticos, por eso, Alemania le apuesta a que de este encuentro salgan medidas por implementar. De esa conferencia deben consolidarse tres tareas principales: recobrar la confianza de la cooperación multilateral, que esta se convierta en una COP de la solidaridad y exigir la transformación verde a nivel mundial.

En mis encuentros con representantes del nuevo Gobierno colombiano, su intención de continuar con la explotación de las energías fósiles y, al mismo tiempo, seguir con el proceso en dirección hacia la transición energética quedó clara. Con el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña, hablamos de ampliar nuestro comercio de economía verde. La idea es buscar la manera de que en esta década se puedan encontrar caminos para ir reemplazando paulatinamente las exportaciones de combustibles fósiles por energías renovables, como el hidrógeno verde. En este tema, Alemania podría apoyar con investigación, capacitación y transferencia de tecnología.

Para finalizar, me gustaría recalcar que hay dos áreas fundamentales para frenar el cambio climático: una cooperación basada en la agricultura sostenible y la consolidación de modelos de economía circular.

*Embajadora designada de Alemania en Colombia.

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