Especial Seguridad
Con biométrica y drones las ciudades buscan mejorar la seguridad. ¿Qué tan efectiva es la estrategia?
Con apoyo de la Policía Nacional, gobernaciones y alcaldías de ciudades capitales e intermedias avanzan en la lucha contra el crimen. Tecnología biométrica, drones, microcuadrantes y una redistribución de la presencia policial forman parte de la estrategia.
La percepción de inseguridad entre los colombianos se ha agudizado y aunque muchos encuentran en los videos de atracos que circulan por las redes sociales una explicación a este fenómeno, un informe reciente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal AC (CCSPJP) incluyó a ocho ciudades colombianas en la lista de las más violentas del mundo.
En el índice, revelado el pasado mes de febrero y basado en cifras del Dane y Medicina Legal, están: Buenaventura (puesto 24 con 50,9 homicidios por cada 100.000 habitantes), Sincelejo (puesto 25 con 50,6 homicidios), Cali (puesto 29 con 45,8 homicidios), Santa Marta (puesto 38 con 39,6 homicidios), Cartagena (puesto 42 con 37,5 homicidios), Cúcuta (puesto 43 con 36,5 homicidios), Palmira (puesto 44 con 35,1 homicidios) y Barranquilla (puesto 49 con 31,9 homicidios).
Autoridades locales y nacionales trabajan en estrategias integrales y coordinadas en las que la tecnología es clave. Sergio Guzmán, director y cofundador de Colombia Risk Analysis, advirtió que según su índice de riesgo subnacional el departamento con más riesgo es el Cauca y por consiguiente la región del Pacífico, debido a fenómenos como el narcotráfico. “Cali es la tercera ciudad más poblada de Colombia con acceso rápido al océano Pacífico, específicamente a Buenaventura, una característica que favorece el tráfico ilegal de estupefacientes, armas de fuego y municiones”, reconoció el general William René Salamanca, director de la Policía Nacional.
Por su parte, la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, aseguró que el departamento enfrenta una compleja realidad que se manifiesta en dos frentes: la zona rural, donde la presencia de grupos armados requiere un control territorial efectivo, y la zona urbana, marcada por la extorsión, el microtráfico y la delincuencia común. “Esos factores son los que tienen mayor incidencia en Cali y Palmira, generando los espirales de violencia”, reconoció Toro.
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El coronel Carlos Oviedo Lamprea, comandante de la Policía de Cali, cree que a pesar de que las cifras generan preocupación (1.046 homicidios en 2023), históricamente se ha registrado una tendencia a la baja. “El año 2023 fue el segundo periodo más bajo de los últimos 20 años con un promedio de 44 homicidios por cada 100.000 habitantes. En el año 2003 tuvimos 103 homicidios por cada 100.000 habitantes, y en 2010 fueron 73,4. En 2020 la cifra estuvo en 47,3 y hasta el momento en 2024 llevamos un 36,5″, precisó.
Oviedo resaltó la estrategia ‘Cali Siempre Presente’, diseñada para atacar tres delitos prioritarios: hurto, extorsión y homicidio, en siete comunas donde se concentra el 56 por ciento de los asesinatos. Destacó el trabajo operativo contra redes interurbanas delictivas y la incorporación de nuevas tecnologías como el helicóptero Halcón, equipado con cámaras de operaciones, luz nocturna de búsqueda, telemetría y sistema de transmisión en tiempo real. Además de los drones con reconocimiento facial y las cámaras térmicas.
En el caso de Palmira, Ludwing Jaimes Riscanevo, secretario de Seguridad y Convivencia, explicó que implementaron la iniciativa P.U.M.A.S (Palmira Unida Más Segura), que en lo corrido del año ha logrado una reducción del 24 por ciento de los homicidios. También cuentan con sistemas de reconocimiento de placas, gracias a 472 cámaras y alarmas comunitarias, y la idea es fortalecer la CIADPAL con inteligencia artificial para mejorar la recolección y análisis de información. Además se está estudiando la posibilidad de incorporar vigilancia con drones.
Bogotá, Medellín y Bello
Ciudades como Bogotá, Barranquilla, Medellín y Bello también han sido golpeadas por la criminalidad. Según el analista Sergio Guzmán, todas estas ciudades apenas están diseñando y montando estrategias para hacerle frente a este flagelo. “Las estrategias requieren tiempo para desarrollarse y lograr una integración efectiva con la fuerza pública”, argumentó.
Bogotá, por ejemplo, anunció desde enero la implementación de ‘Bogotá Camina Segura’, una estrategia para combatir robos, homicidios y extorsión. El alcalde, Carlos Fernando Galán, junto con el general José Daniel Gualdrón, explicaron que serán 11 líneas de acción operacionales y se basará en “la identificación del delito mediante datos históricos de homicidios, extorsiones, hurtos y microtráfico”.
Entre ellas, sobresale el patrullaje en áreas prioritarias, la protección de parques y zonas comerciales, la implementación de microcuadrantes y una redistribución estratégica de los recursos policiales. Equipadas con 30 vehículos, 178 motocicletas, 46 bicicletas, dos drones y un helicóptero Halcón, las unidades policiales se enfocarán en debilitar actividades económicas ilícitas y desmantelar estructuras.
Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, expresó una mezcla de satisfacción por los avances y preocupación por lo que falta por hacer. “Hay disminución en todos los delitos. Pero no es suficiente. Necesitamos que toda nuestra gente viva tranquila y segura”, señaló. En la capital antioqueña los homicidios se han reducido 10,7 por ciento. El alcalde destacó los operativos que vienen realizando con siete acciones focalizadas y de impacto en los últimos dos meses. “Hemos creado 55 grupos especializados: uno contra el homicidio, otro contra el atraco, uno contra la extorsión y otro contra el microtráfico. Y uno adicional que es la lucha frontal contra el crimen organizado”, agregó Manuel Villa Mejía, secretario de Seguridad de Medellín. Todas estas acciones se complementarán con un Plan Estratégico de Tecnología.
En Bello, el segundo municipio más poblado después de Medellín y también golpeado por la criminalidad, “la violencia tiene hoy una tendencia a la baja”, según su alcaldesa, Lorena González Ospina. En comparación con 2023, el municipio ha logrado una disminución del 50 por ciento en la tasa de homicidios.
Tecnología biométrica
Andrés Guzmán Caballero, experto en ciberseguridad y comisionado presidencial para los Derechos Humanos en El Salvador, explicó que en el mundo la integración de tecnologías avanzadas se ha convertido en algo clave para fortalecer la seguridad ciudadana. Y puso de ejemplo casos como el de San Salvador, donde se han implementado sistemas de reconocimiento biométrico facial en conjunción con sistemas de seguridad.
“En San Salvador hemos integrado estos sistemas utilizando tecnología para el análisis cruzado de información. Esto implica la combinación de bases de datos policiales, bases de datos de inteligencia y bases de datos de seguridad ciudadana con información pública para identificar patrones”, destacó. Uno de los ejemplos que considera más exitosos es su uso para la identificación de vehículos. “En casos de violencia donde las personas se desplazan en motocicletas, el software de reconocimiento biométrico puede identificar la matrícula de una moto, incluso si ha sido modificada. Cruza las bases de datos para verificar si la moto está relacionada con robos o actividades sospechosas. Esto genera alertas rápidas”, aseguró.
La efectividad de estas herramientas radica en contar con una sólida base de datos interconectada y una amplia variedad de puntos de visión. La interconexión de información no se limita solo a las bases gubernamentales, ya que “en algunas ciudades, la tecnología biométrica se ha interconectado con cámaras de empresas, fortaleciendo las bases de datos y permitiendo cruces de información más rápidos”, concluyó.